Por Mauricio Ríos Monforte
Por lo general en las mañanas todos estamos apurados por llegar el trabajo, por lo que lo que la renovación del transporte público, suponía un mejor servicio, pero a pesar de que algunos camiones aún huelen a nuevos, resulta que fallan.
Invertimos un dineral en el nuevo sistema de transporte, y lo digo así, porque el gobierno lo pagó con nuestros impuestos, y si pidieron un crédito para la hazaña también nuestros impuestos lo van a pagar.
Sí, es cierto las nuevas unidades con aire acondicionado que permiten poder cargar el teléfono y pagar con la tarjeta fue un cambio importante en el transporte público, pero también lo es que el transporte esté en las mejores condiciones, y al parecer no es así a pesar de lo nuevo que es.
El operador se detuvo en la parada «estación de servicio Oktan», para el abordaje de usuarios. Es una estación concurrida por estudiantes y personas rumbo a sus empleos, y por la hora, como es habitual, el camión a su máxima capacidad
Al cerrar las puertas para continuar su ruta, algún sistema, el operador no me supo explicar cual, impidió que el camión siguiera su marcha, pero éste seguía encendido, pero su puerta de abordaje se bloqueó y los usuarios pensamos que era por un exceso de peso en la unidad.
Aquellos con menor urgencia, en su mayoría estudiantes, decidieron bajar para esperar la siguiente unidad de transporte. Pasaron unos minutos y el camión seguía detenido, fue entonces cuando el operador nos pidió bajar a todos, diciendo que hubo un fallo en el sistema, que tenía que apagar y que lo tenía que reiniciar. Justo en ese momento dos unidades más de la misma ruta llegaban a la estación.
El primero se fue lleno casi a tope, en el segundo, aquel en el que subí, se ocuparon la mayoría de asientos. Este incidente duro entre 15 y 20 minutos y afectó entre 50 y 60 usuarios, situación que ha ocurridó dos veces en una semana en la hora pico.
¿Qué esta pasando con los camiones? ,¿Será que no se están adaptando a este clima? o ¿Requieren mayor capacitación los choferes? las interrogantes están el aire ante los hechos, mientras mi motivo por llegar dos días tarde al trabajo por la misma causa, espero no lo considere mi jefe como una excusa recurrente, porque es transporte público sigue igual de mal, a pesar de nuestra gran inversión.
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