El año termina y por ello nos gustaría hacer un recorrido de nuestros andares culinarios de este 2023, donde les compartimos nuestra selección de aquellos lugares que visitamos para reunirnos alrededor de uno de los mejores pretextos existentes: comer.
Ya sea en el desayuno, almuerzo o comida, merienda o cena, muchos de los restaurantes que les compartiremos fueron el espacio que nos permitió disfrutar de excelentes platillos, conectar con personas, conocer nuevos lugares, acumular recuerdos y experiencias, algunas de éstas, fueron muy gratas en lo que a sabores se refiere, mientras que algunas otras quedaron solamente en el momento vivido y no más.
Lo que hace especial el querer regresar a un restaurante, lo que proporciona argumentos para recomendarlo y lo que nos regala un recuerdo atesorable, no es sólo la calidad y sabor de los alimentos, es la experiencia completa, que se enmarca con una buena atención y la satisfacción de haber pagado lo justo por el platillo elegido y las amenidades del lugar.
Sin lugar a duda, uno de los principales ingredientes para que los establecimientos en los que se tiene un buen momento sean elegidos, tiene que ver también, con la excelencia en lo que a limpieza, orden y espacio se refiere.
Particularmente este año les fue difícil a algunos restaurantes mantener a su personal de manera constante, lamentablemente sigue existiendo la problemática de “rotación de personal” de manera excesiva, situación que algunas administraciones restauranteras, o gerencias nos comparten, escenario que perjudica tanto a propietarios como a comensales.
Una de las prácticas que se repiten en algunos restaurantes incluso bastante visitados y recomendados, es la falta de personal capacitado. Vasos mal lavados, cabellos (¡Sí, cabellos!) en el platillo, cubiertos sucios, mesas mal dispuestas, atención pobre, grosera o nula, de parte de los meseros, cobros “de más”, pretextos absurdos ante las quejas o comentarios y varias vicisitudes más, han sido una constante que nos ha dejado con un mal sabor de boca. Literal.
Es muy importante destacar y compartirle a quienes administran un restaurante que la experiencia es completa y global y que para que exista el gozo y el deseo de repetir la visita y recomendarles, cada punto es importante e inseparable del resto.
La excelencia en una experiencia gastronómica se acompaña de alimentos bien preparados, con insumos de calidad, limpieza en todo el establecimiento, pero especialmente en la mesa y el servicio sanitario, atención del personal, cobros justificados y la correspondencia en cada una de las cosas que oferta el lugar a los comensales. Poco sirve (para quienes buscamos calidad culinaria, ante todo) el que sea un lugar bellísimo, si los platillos tienen una pobre dedicación y cuidado como preparar una ensalada a base de jitomate y tomate verde (impensable la acidez). O si la comida no está “al dente” y por el contrario tiene una sobrecocción rayando en quemado o finalmente si la opción de bufet se reduce a los mismos ingredientes en cinco preparaciones distintas.
Con esta reflexión de por medio compartimos a través de calificaciones de una a tres estrellas (menor a mayor recomendación), los restaurantes que visitamos en este 2023, esperando que nuestra experiencia encuentre eco en ustedes.
Flores y Café
Daniela Esquivel: Directora de escena, promotora de lectura, profesora y colaboradora de medios digitales. Exploradora gastronómica y lectora incansable. Nómada entre la Gran Tenochtitlan y la Tierra del Faisán y del Venado.
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