Victoria es hija única y cuando empezó el confinamiento por la pandemia ella tenía 11 años y cursaba el sexto año de primaria, ingresó a la secundaria en la virtualidad y cursó dos años en ella. Ahora con 14 años regresa a la escuela a concluir, la secundaria, y aún cuando en Yucatán se decretó que el uso de cubrebocas es voluntario, y ante esa opción ella no se lo quita, salvo a la hora del recreo para comer sus almuerzo y lo hace alejada de sus compañeros.
La razón se la confesó a su hermana Marisela: el acné propio de la adolescencia, pues al portar el cubrebocas Victoria se siente segura ante sus compañeros y evita ser criticada y molestada por ellos ante ellos.
Miguel, de 16 años tampoco se quita el cubrebocas pues se considera feo y esa es una manera, al igual que Victoria de sentirse seguro ante sus compañeros de clase, así se lo comentó a su madre
Esta postura que han tomado tanto Victoria como Miguel sobre utilizar algún accesorio para no visibilizar con las partes de su cuerpo con las que no se sienten agusto e inseguros ante los demás, no es algo nuevo en los adolescentes. El uso de sudaderas o pantalones holgados es una práctica recurrente que utilizan los adolescentes para lidiar con las inseguridades relacionadas con la autoimagen corporal, y lo mismo sucede con el cabello largo y las gorras.
La cantante Billie Eilish cuando tenía 17 años declaró que prefería usar ropa holgada para que los fanáticos y la prensa no la sexualizaran por sus grandes senos. “Me siento más poderosa cuando me siento masculina en mi vida.”
Expresiones faciales
Aunque se dice que los ojos son la ventana del alma por su nivel de expresividad, al no poder ver el resto de las expresiones faciales se dejan de apreciar las señales no verbales que son importantes para el desarrollo de la interacción social del adolescente.
Los profesores todo el tiempo leemos los rostros de nuestros alumnos, eso nos permite saber cómo se sienten en clase, si van entiendo lo que vamos enseñando, los estamos aburriendo, están distraídos, tienen sueño o se sienten mal y pero si los chicos traen cubrebocas perdemos esa información, lo que sin duda repercute en su aprendizaje.
Adriana Gálvez, profesora de secundaria.
Pérdida de familiares
Lamentablemente muchos perdimos familiares, amigos y conocidos en la pandemia, esto de alguna manera ha hecho que los adolescentes que sufrieron alguna pérdida asocien el usen el cubrebocas como protección para el contagio.
Es importante no desestimar estos comportamientos, la pandemia todavía no termina, de hecho estamos frente a una nueva ola de contagios por las celebraciones de fin de año, y no se han revelado del todo las consecuencias que consigo ha traído el suceso.
Tampoco podemos obviar el bullying en las escuelas el cual cada vez es más cruel y se acrescenta y los cubrebocas son una escudo protector, pues muchos adolescentes los utilizan para pasar por desapercibidos, pero a la vez este es un motivo para ser molestados por sus compañeros pues los pueden obligar a quitarselos y después burlarse de ellos, lo que sin duda trae consecuencias emocionales para los chicos que no podemos dejar de observar y actuar en consecuencia.
Es por ello i de suma importancia hacer sinergia entre padres de familia y profesores en este tema, aportar herramientas de seguridad y autoestimas a los chicos que vivieron la pubertad y el inicio de la adolescencia en condiciones de pandemia y que con ello se fomentaron sus inseguridades, por lo tanto es importante no subestimar estos comportamientos, ni reducir el tema a las terapias psicológicas, que si bien son de gran ayuda, más lo es el trabajo de aceptación, comprensión y acompañamiento en casa.
Con Información de BBC News e imágenes de Freepik
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