Para cerrar el mes del Orgullo LGBTI+, el INEGI nos dio su conteo sobre cuántos mexicanos pertenecen a esta comunidad, y la cifra arrojó: 5 millones de personas mayores de 15 años declararon pertenecer a esta comunidad, de la cual el 8.3% son yucatecos, en personas 192 mil, y para tener más clara la dimensión es como llenar 13 veces el estadio de Béisbol Kukulkán.
Un antecedente de esta nuemeralia es la Encuesta Nacional sobre Discriminación de 2017 donde 2 millones 700 mil personas se declararon no heterosexuales, si se contrasta con los datos que presenta el INEGI en este 2022, se tiene un aumento 54% en esta comunidad, lo que podría dar un indicio de que la personas se sienten más cómodas hoy día en manifestar su orientación sexual o de género.
El INEGI siempre nos da números sobre la población, pero es nuestra obligación como sociedad convertirlos en rostros, darles sentido humano, ver qué vamos hacer con ellos; por ejemplo, el conteo advierte que el 28.7% de los integrantes de esta comunidad ha pensado en suicidarse, y de ellos el 14% lo ha intentado. En un estado como Yucatán este dato no se puede tomar a la ligera cuando la entidad no puede descender de los tres primeros lugares de fallecimientos por suicidio en el país.
Sin embargo, es importante recalcar que los datos nos muestran que la mayor causa que induce a esta comunidad por el deseo a quitarse la vida es por problemas con la pareja o la familia en un 57.2% en contraposición al 63.7% de personas que no pertenecen a esta comunidad e igualmente se ha planteado la idea del suicidio.
Otro dato a tomar en cuenta por los yucatecos es que si bien es cierto los primeros informes, no arrojan las especificidades por entidad del país, si nos dicen que el 11% de esta comunidad es de adscripción indígena, en Yucatán es probable, siendo un estado con un importante número de pobladores indígenas, el segundo en el país tan sólo por debajo de Oaxaca, que haya un número significativo de ellos que pertenezca a esta comunidad, lo que los convierte doblemente vulnerables a la violación de sus Derechos Humanos.
Muy incluyentes, pero los crímenes de odio no cesan
Podemos seguir dando vista e interpretación a los números que nos ha presentado el INEGI sobre la población LGBTI+ de nuestro país, que cada año en el mes de junio nos manifiesta y exige como otros tantos grupos poblaciones vulnerables de de nuestro país el respecto irrestricto de nuestra Constitución y los Derechos Humanos, y del cual otras causas políticas y comerciales se cuelgan para decirse incluyentes. Sin embargo hay otros datos que demuestran lo contrario:
En 2021 la CONAPRED (Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación) registró 17 crímenes de odio sobre mujeres lesbianas o el del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra personas LGBT de la Fundación Arcoiris quien hasta junio de 2022 registró 17 crímenes de odio por orientación sexual.
Otros datos para pensar
¿Un individuo nace o se hace LGBTI+? Esa respuesta se la dejamos a los científicos. Lo que si, el 62.4% de la comunidad declaró es que antes de los 7 años (primera infancia) ya había notado que su comportamiento era distinto al que mantenía personas de su mismo sexo biológico.
¿Quién preferentemente sabe antes que nadie de la orientación de una persona LGBTI+? La madre con un 56.2%, mientras que el padre en un 33.9%, antes están los amigos y los hermanos con 46.8% y 44.9% respectivamente.
De las ofensas en el trabajo y del incumplimiento sobre los derechos laborales de las personas LGBTI+ el 28% registro haber sufrido alguno de estos maltratos, 10 puntos porcentuales arriba de quienes no pertenecen a esta comunidad,
Asignaturas pendientes
Este fue un primer acercamiento a los datos publicados por el INEGI, habrá que ahondar cuando se tengan los resultados precisos por el estado. No obstante, hay muchos temas que como sociedad tenemos que seguir trabajando, porque si bien es cierto que esta comunidad ha ganado terreno en la visibilización y aceptación social, falta mucho todavía por explorar y nuevos desafíos que enfrentar como sociedad, y se irán sumando más, pues la dinámica social va más rápido que nuestros pensamientos y acciones, y para lograr un statu quo, donde lo primordial sean las personas y el respeto a sus libertades en el marco de los Derechos Humanos y la Ciudadanía hay mucho por hacer, tan sólo de momento tenemos que encontrar alternativas de solución a problemáticas tales como:
- La violencia intrafamiliar que se genera porque un miembro de la familia se manifestó LGBTI+
- Los crímenes de odio hacia la comunidad LGBTI+.
- El lenguaje incluyente.
- La aceptación y el entendimiento de las personas transgénero.
- La comunicación intergeneracional para llegar acuerdos sobre una sociedad que empieza asomar su entendimiento sobre una condición humana tan antigua como la humanidad misma.
- Los medicamentos para personas con VIH, donde, desde hace mucho la comunidad LGBTI+ perdió el primer sitio en las estadísticas.
- ¿Cuáles más sumar a la lista?
Y por si se ocupa aquí se pueden revisar los resultados.