Dentro de la industria cannábica encontramos tres mercados muy bien delimitados, el del cáñamo, la aplicación medicinal y terapéutica y el consumo recreativo.

Quizá muchas personas identifican solamente al cannabis en su forma recreativa, cuyo consumo desata muchas polémicas y divisiones; pero más allá de esta práctica se encuentran otros portales de crecimiento social y económico que podrían significar verdaderos cambios estructurales en el patrimonio de nuestro país.

Gabriel Radamés Artiachi, vicepresidente de CANNASUR, nos introduce a conocer sobre los beneficios que representa el cultivo regulado y tecnificado de esta planta, introducida al continente americano por los españoles en el siglo XVI.

La Asociación Cannábica del Sur (CANNASUR), es una asociación civil sin fines de lucro, que se está encargando de capacitar y cambiar estigmas sobre el uso del cannabis en nuestro estado y busca por medio del cultivo y tecnificación de esta planta ser una industria creciente en la región sur del país. Enfocada en una gran parte en el área industrial y medicinal y que en palabras de su vicepresidente es debido a que “creemos que, si el cannabis entra a la vida de los mexicanos y en sí a la vida de los yucatecos, tendrán mayor calidad de vida”.

El consumo de CBD, que es uno de los compuestos cannabinoides de la planta de cannabis y que tiene propiedades terapéuticas que coadyuvan a la recuperación de múltiples padecimientos, está popularizando su adquisición y el interés en esta sustancia.

“Si el CBD se consume de manera adecuada o con indicaciones de médicos expertos para tratamientos específicos, va a contribuir al manejo de algunas dolencias y padecimientos, e incluso puede llegar a ser un poco más económico; por otra parte en el área industrial podemos sustituir bastantes productos que actualmente están contaminando demasiado por derivados del cáñamo, ejemplo de esto es que podemos sustituir textiles sintéticos o incluso de algodón por fibras de cáñamo para hacer vestimentas e incluso tropicalizarlos y hacer guayaberas en Yucatán”. Nos comenta Radamés Artiachi, al explicarnos sus intereses en esta industria.

Del estigma al crecimiento productivo

El desconocimiento de todas las propiedades y usos que tiene la cannabis sativa la ha condenado a un estigma que se funda en todas las asociaciones negativas que tenemos respecto a su producción y distribución. Es por ello fundamental compartir con las personas y sobre todo con quienes se verán integrados en su industrialización todos los conocimientos que se tienen acerca de sus beneficios y usos paralelos en otros ámbitos de nuestra rutina cotidiana. Para ello la Asociación Cannábica del Sureste CANNASUR, busca mitigar las deficiencias de información que existen, llevando a cabo capacitaciones constantes en pueblos y comunidades, hacen presencia en eventos dando charlas gratuitas para informar sobre los beneficios del cannabis y todos los derivados que existen.

Una parte muy importante de cambiar la percepción que se podría tener del cannabis es a través del ejemplo, pues todas las actividades realizadas van en comunión con los ideales de la asociación.

“Buscamos que sea un producto de uso diario y que los derivados sirvan para hacer un cambio de productos. Comenzar a consumir productos menos dañinos y más saludables” enfatiza Radamés Artiachi quien confía plenamente en los beneficios de esta planta llena de cualidades.

CANNASUR está enfocado en introducir dos productos en la industria yucateca y que sean fundamentales: la celulosa para papel y la fibra textil; para ello están realizando capacitación constante a sus posibles productores en la zona del cono sur de Yucatán, otorgándole un lugar protagónico en esta industria creciente a los ejidatarios, buscando que se asuman como empresarios primarios, que se logren constituir en cooperativas que los coloquen como productores y puedan tener el control de la materia prima, para después unirse a ellos quienes vayan a hacer la transformación y comercialización, CANNASUR está comprometido con ellos en su capacitación, orientación legal, tecnificación y toda la preparación para que nadie pueda abusar de ellos, quitándoles sus tierras o sometiendolos por un bajísimo salario, sino que ellos sean protagonistas de esa industria y que los porcentajes sean justos, que ellos sean los propios dueños.

La industria cannábica en México en comparación a otros países

Radamés nos explica el curso de nuestro país respecto a otros que llevan más tiempo en la industria: «En México la industria cannábica está naciendo en comparación a otras naciones, existen muchas personas con amplia experiencia en el cultivo, no así en la tecnificación, pues no se ha logrado tener manuales de seguimiento. Las autoridades y las asociaciones deberán hacer una excelente mancuerna de cooperación para realizar los procesos de siembra, cosecha y transformación para que exista una medida estandarizada, tanto por la norma mexicana, como por la internacional. La ubicación geográfica de México podría hacer a nuestro país un productor competitivo a nivel internacional. México podría ser un jugador muy importante en esta industria. Estados Unidos y Canadá lograron posicionarse primeramente en esta industria lo cual ha perjudicado a México y al resto de Latinoamérica. Anteriormente se exportaba cannabis a Estados Unidos y hoy México es importador de Estados Unidos, país que está muy fuerte en la industria recreativa del cannabis; en el caso de Canadá cuentan con varias procesadoras de cáñamo, mientras en México no se han abierto las leyes que permitan explotar este mercado.”

Un vínculo afectivo y la salud de quienes queremos

Una noble causa respalda el nacimiento de esta asociación que busca beneficiar a más personas en su vida cotidiana, acercar a la población a los beneficios económicos y físicos del cannabis.

Radamés Artiachi llegó a interesarse en los beneficios del CBD, por el deseo de cuidar a un tío suyo que padecía de un cáncer muy avanzado. Su necesidad se basaba en ayudarle a su cuerpo en la recuperación y mejorar su calidad de vida mientras transitaba todo el proceso de quimioterapias y medicaciones, que resultan ser extenuantes y dolorosas para un enfermo terminal.

Comenzó a preguntarse la posibilidad de tener sus propios cultivos y así poder ayudar a quienes lo necesitan. Investigó la ruta posible para ir avanzando en su propósito de acercar los beneficios del cannabis a la población que así lo requiera, descubriendo que de manera individual el camino era sumamente arduo a diferencia de una colectividad. Así nace CANNASUR, con la visión de estar siempre dentro del orden legal, que pudieran garantizar la procedencia y calidad de la planta y que todos los marcos regulatorios estuvieran en orden, fue así como comenzó a conformarse un equipo multidisciplinario, donde varios de los miembros cuentan con la licencia de cultivo y la experiencia tecnológica y legal para llevar a cabo esta empresa.

Se manufacturaron gomitas de CBD para que su tío pudiera consumirlas de manera segura, se acompañó también el procedimiento terapéutico con ungüentos que resultaron ser muy benéficos para sus dolencias musculoesqueléticas.

CANNASUR es la primera asociación cannábica que cuenta con su registro en el estado de Yucatán, ya que la mayoría se realizaron en la Ciudad de México.

Desean arduamente que sus tratamientos sean accesibles para todas las personas, capacitarlas en el conocimiento del cannabis y la fabricación de productos derivados.

Cuentan con el acompañamiento y alianza de AMEDCANN, que es la primera institución académica de medicina cannábica en México avalada por la SEP y el IPN. Su otra alianza es con CANAMICH quien se encuentra en el camino de la producción de plásticos fabricados con cáñamo.

El 19 de noviembre CANNASUR llevará a cabo el Primer Congreso de Medicina y Agroindustria del Cáñamo en Yucatán dirigido a médicos, empresarios y cámaras de comercio; para público en general y otras asociaciones se transmitirá vía streaming.(@cannasurmx). Entre los expertos que compartirán en este congreso se encuentran el presidente de COMCE Península Guillermo Ramírez, así como una ONG que abordará los derechos humanos para las comunidades en la siembra del cannabis.

CANNASUR cuenta con diversos productos de CBD que cuentan con las certificaciones que les conceden a los productos que cumplen con los estándares de comercialización adecuados, algunos de ellos son suplementos como gomitas, té y café, sus costos son preferenciales para la población yucateca y su duración es de 30 días.

La labor de CANNASUR sin duda alguna tiene una enorme trascendencia en nuestro estado pues nos permite conocer que más allá de la droga, de la parte asociada a lo negativo, la planta de cannabis es una fuente de salud y expansión económica y eso lo comprueban con cada paso que dan a través de su compromiso, congruencia y ejemplo del día a día. La visión humana y colectiva que tienen de la industria cannábica en nuestro país les da un carácter visionario y respetuoso de una planta ancestral.

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