Las relaciones sexuales en Occidente se centran en la búsqueda de placer a través del orgasmo, mientras que en Oriente, la prolongación de la experiencia de placer y el éxtasis son prioridades. En la cultura occidental, se han adoptado diversas posturas para el coito con el fin de alcanzar experiencias intensas de placer sexual, lo que nos lleva a “perseguir orgasmos”.
La cosmovisión sexual del hinduismo y el Kamasutra
En el hinduismo, la cosmovisión sexual es diferente. El Kamasutra de Vatsyayana considera el intercambio sexual como algo sagrado que libera mucha energía vital, según Ena Eréndira Niño Calixto, maestra y sexóloga de la UNAM.
A menudo, se malinterpreta el Kamasutra, creyendo que solo ofrece numerosas posturas para el coito. En realidad, este texto brinda salmos del amor y principios éticos en la búsqueda de placer y el autoconocimiento en la interacción erótico-genital.
Orgasmo vs. éxtasis y la influencia de Masters y Johnson
William Masters y Virginia Johnson influyeron en la investigación sobre la búsqueda de placer con sus estudios fisiológicos. En su obra “La respuesta sexual humana” (1966), describen cuatro fases en la reacción al estímulo sexual:
- Excitación.
- Meseta.
- Orgasmo.
- Resolución.
Para ellos, el orgasmo es la máxima posibilidad de sentir placer. En cambio, el Kamasutra sugiere que al llegar al orgasmo, se desperdicia energía vital, ya que termina el encuentro y se disipa la energía. Lo más importante según el Kamasutra es entrar en éxtasis, correspondiente a la etapa de la meseta de Masters y Johnson.
La importancia de los rituales y la terapia sexual ilustrada
Culturalmente, aprendemos posturas que nos llevan rápidamente al orgasmo, pero no al éxtasis. Niño Calixto enfatiza la importancia de “todo un ritual alrededor del coito” y la activación del placer sensual que involucra todo el cuerpo.
En la década de 1970, Helen Singer Kaplan cuestionó el modelo fisiológico de Masters y Johnson, considerando solo tres etapas en la respuesta sexual: deseo, excitación y orgasmo.
Según Kaplan, “ningún estímulo sexual puede ser efectivo y desencadenar una respuesta excitatoria si no existe el deseo”.
En su Manual ilustrado de terapia sexual, propone la posibilidad del “placereado”. Es decir, generar rituales que permitan el placer focalizado en el cuerpo no genital y, posteriormente, el placer sexual al buscar la posibilidad de la penetración entre dos cuerpos con distintas partes del cuerpo.
Alex Comfort, en su Guía ilustrada del amor, una especie de Kamasutra más cercano a la cultura occidental (griegos y romanos), presenta imágenes de diferentes posturas que promueven el placer sexual. Estas posturas tienen un sustrato fisiológico (terminales nerviosas) y también una ritualización cultural.
Las cuatro “C” para el bienestar y la gestión del placer
Para gestionar el encuentro con el placer, Niño Calixto sugiere activar las cuatro “C” en la interacción genital de las parejas, especialmente jóvenes:
- Comunicación: diálogo entre la pareja para conocer, y en su caso elegir, las posturas sexuales que les provean placer corporal y genital.
- Consenso: acuerdo para la elección de posturas sexuales. “Qué me gusta” y “cómo me gusta”.
- Compromiso de respeto mutuo: evitar que el coito se convierta en una expresión de dominio, de ejercicio de poder, que someta a alguna de las partes. Implica detenerse ante un NO quiero, NO me gusta.
- Cuidado de sí y del otro: procurar el bienestar personal y el buen trato hacia el otro.
En la gestión del placer, señala Niño Calixto, coordinadora de Programa de Sexualidad Humana (PROSEXHUM) de la Facultad de Psicología, se intercambian caricias, besos y aromas. Somos seres sensuales y por eso requerimos distintos tipos de estimulación para acceder “a esos placeres”. De ahí su invitación: “Anímense a dialogar, anímense a probar, siempre en una interacción de confianza y de respeto mutuo”.
Información destacada
- Placer sexual: enfoques occidentales y orientales.
- Cosmovisión sexual del hinduismo: Kamasutra.
- Orgasmo vs. éxtasis: Masters y Johnson.
- Ritualización y terapia sexual ilustrada.
- Las cuatro “C” para el bienestar: comunicación, consenso, compromiso y cuidado.
- Gestionar el placer: diálogo y exploración en pareja.
Artículo publicado originalmente en UNAM Global / Por: Fernando Guzmán Aguilar y Alberto Resendiz