En Vive Mérida tuvimos la oportunidad de charlar con Mónica Ducoing, representante de Pro Mujer en México, asociación civil dedicada desde hace más de 30 años a apoyar a mujeres latinoamericanas para que alcancen su máximo potencial, mejoren sus condiciones de vida y se conviertan en agentes de cambio para sus comunidades.
En México, Pro Mujer ha trabajado por espacio de 20 años y llegó al Sureste con el programa Mujeres Fuerza del Sureste para ofrecer capacitación y financiamiento para mujeres que cuenten con una actividad productiva. De lo cual Mónica nos cuenta:
Siempre nos hemos dedicado a trabajar con mujeres microempresarias, cuyos negocios son de subsistencia y lo que hemos visto por lo menos en los últimos 10 años es que estos emprendimientos han dejado de ser de subsistencia a ser negocios de oportunidad, que van a crecer, acceder a nuevos mercados, tener nuevos clientes con lo que pueden tener una vida más digna para ellas y sus familias.
De acuerdo con Ducoing este impulso ha implicado un enorme desafío por trabajar con mujeres de una escolaridad baja y trunca, lo que implica pocos recursos económicos y de conocimientos, pero que gracias a organizaciones de este tipo se ha podido ayudar a sacar adelante y crecer estos negocios.
Parte del trabajo que desarrolla Pro Mujer es impulsar el uso y la apropiación de la tecnología en las emprendedoras, reto no menor y de ello Ducoing comenta:
Necesitamos esforzarnos por hacer la tecnología inclusiva, accesible, incluso a mujeres analfabetas; es enseñarles dónde dar clic, qué función tiene cada botón, cómo operar un teléfono inteligente. La gente es inteligente, una cosa es que no hayan tenido acceso a una educación formal, pero ello no merma su capacidad de aprender. Entonces se le da la herramienta, se les guía para que puedan operar cuestiones básicas para su negocio.
En este punto cabe mencionar que en el año que ProMujer lleva trabajando en el sureste (Tabasco, Oaxaca, Chiapas, Campeche y Yucatán) la organización ha percibido que hay una fuerte barrera para utilizar la tecnología dado que se desconfía de ella.
Para dar confianza en el uso de la tecnología, acercamos a las mujeres herramientas, y una vez que se enganchan ellas van encontrando el camino. Por ejemplo, si ya utilizan WhatsApp, se siguen arriesgando. Se trata de emocionar para que utilicen otros tipos de tecnología, y puedan tener un ecosistema básico tecnológico como primer paso.
Mónica Ducoing advierte que en México todavía se tienen problemas de acceso a la tecnología y aún cuando mucha gente tiene un teléfono inteligente, no necesariamente tienen acceso a Internet, por lo que sigue siendo un tema pendiente para impulsar, en general, los emprendimientos y negocios en México, siendo la mayor brecha a acortar la de la infraestructura.
Pro Mujer ofreció una capacitación en días pasados en el Gran Museo del Mundo Maya, a la cual asistieron más de 200 emprendedoras, en un evento estimado para 120, lo que nos habla de la necesidad que tienen las mujeres de formarse para mejorar sus negocios, porque los emprendimientos ya están ahí, solo hace falta los apoyos que coadyuven de manera puntual en su desarrollo.
