Impulsar a las mujeres en sus emprendimientos o en la consolidación de sus empresas es un tema que opera, sabe y conoce Naomi Peniche, empresaria y presidenta nacional de la Cámara Nacional de Mujeres A.C, (CANADEM) y quien en su oportunidad también fuera presidenta de su representación en Yucatán, es por esta razón, que en Vive Mérida teníamos la inquietud de conversar con ella, al ser una voz experta sobre el empoderamiento de las mujeres.
Una mirada a los emprendimientos en Yucatán
De acuerdo con Naomi en el estado hay emprendedores creativos, pero las cifras no destacan el sostenimiento de sus emprendimientos, lo que hace un sinsentido de la incubación de empresas, pues al no haber resultados que los avalen hace que estos esfuerzos solamente alimenten una máquina de sueños, pero no mejoran la economía, ni de los emprendedores, ni del estado.
“Cuando el emprendedor se enfrenta al mercado se da cuenta que la realidad es difícil, por ello no sólo basta emprender, hay que acompañar ese emprendimiento al menos un año, hay que asegurarse que la empresa funcione, y más después de la pandemia que vivimos.
En cuanto a las mujeres, aun cuando en Yucatán hay muchas emprendedoras, la situación es que las que radican en Mérida son las que más tienen oportunidades para adecuarse a las nuevas herramientas del comercio actual como es la tecnología o procesos de desarrollo para su emprendimiento.”
¿Las mujeres sostienen sus emprendimientos?
“¡Claro! Porque muchas de ellas son cabezas de familia, llevan la economía de su casa con o sin pareja, sostienen a sus hijos.”
Naomi destaca que a las mujeres no se les puede apoyar como a cualquier emprendedor, señala que hay que tener una visión distinta para ello, ya que ellas llevan todo el tema psicológico de dejar a los hijos por salírse a trabajar y al mismo tiempo dejar limpia la casa, hecha la comida, atender una posible depresión de los hijos porque la madre no está en casa. Tienen que controlar todos esos factores antes de salir a emprender.
“Tradicionalmente estábamos acostumbrados a que el hombre era el que salía y la mujer daba esa seguridad de techo, pero la mujer también sale para sostener la economía y le queda el pesar de -como voy a dejar a mis hijos-, lo que la sobreexplota física y mentalmente.
Por ello es importante en esta nueva realidad, no sólo empoderar y preparar a la mujer, también hay que incluir al varón en el reconocimiento del trabajo de una mujer y del rol que a él le toca jugar en esta dinámica.”
Aún cuando ya existen una serie de iniciativas privadas así como políticas públicas para apoyar a las mujeres en diversos emprendimientos sigue sin ser suficiente, porque hace falta una visión de género.
“Se requiere más que iniciativas de incubación, es necesario sistemas de seguimiento y el apoyo psicológico es fundamental en este acompañamiento. Las mujeres después de la capacitación llegan a sus casas, pero la faena es tal que no hay un momento para hacer la planeación que se les dijo en un curso, porque entran de lleno al trabajo de casa.
Para las mujeres que trabajan como empleadas se requiere una flexibilidad en las leyes laborales ya que tienen doble jornada al dejar su casa lista y a sus hijos en la escuela a las ocho de la mañana, y para ello se levantaron a las cuatro de la mañana y todavía no llegan a trabajar, y lo mismo de regreso, por ello se necesita en el tema laboral la empatía y la sensibilidad.
Ser mujer hoy en día tiene muchas complicaciones, sin irnos todavía a la cuestión de seguridad, o acoso laboral, o de los constantes cuestionamientos a los que son sometidas por ir a trabajar o emprender. Son violentadas desde sus familiares y conocidos, ya que es recurrente su descalificación sobre hacer algo distinto a lo que ya hacen.”
Sobre CANADEM
“En la asociación trabajamos por segmentos: artesanas, emprendedoras y empresarias, pero tenemos cuidado con el tema de las jerarquías. La mujer empresaria tiene la obligación de ver por la mujer que viene atrás.
Cuando un emprendimiento inicia hay muchas cosas que no se saben, por ello es necesario que la empresaria allane el camino de la emprendedora, poniendo no sólo su conocimiento, sino ayudando a resolver aspectos de negocio como la imagen o canales de distribución. Se trata de generar empatía, hay que acompañarlas minuciosamente.
Con las mujeres se tienen que trabajar el tiempo, para hacerlo más eficiente y que pueda realmente la emprendedora desarrollar y trabajar el proyecto.
El tiempo disponible es de donde se tiene que partir y acompañar a la emprendedora y no como se plantean los sistemas actuales de incubación que exigen demandas importantes de tiempo, espacio y procedimiento y que las mujeres no necesariamente tienen debido a todos los roles que desempeñan. Se requieren incubadoras pensadas para mujeres.”
Las maquetas de las políticas públicas
“El Estado da oportunidades a las mujeres: sí, pero sin estudiar su realidad antes de dar los apoyos, entonces se desperdicia la infraestructura que se crea, porque no se atiendan a las mujeres conforme sus necesidades y las políticas públicas terminan siendo maquetas.
Hay que estar ciertos que en la medida que podamos hacer avanzar a las mujeres en su independencia, mediante emprendimientos acompañados psicológicamente con capacitación y herramientas acordes a sus necesidades y no de fórmulas, también estamos erradicando la violencia porque las estamos haciendo independientes económicamente y empoderando como seres que merecen respeto sobre sus quehaceres y anhelos.”
Mujeres en la cima
“Aunque en muchas situaciones hay que mostrarse firme y fuerte para alcanzar las metas, hay que recordar siempre nuestra esencia como mujeres. Somos seres de protección y cuidado, y no debemos perder ese principio independientemente del cargo que se ostente.
Hay que respetar nuestras propias historias, y las de aquellas que nos permitieron estar hoy sentadas en las sillas de la directora, la empresaria. El escalón se tiene que subir y preservar por y para las mujeres que siguen.”
Hay muchos temas que se quedan en el tintero con Naomi Peniche, por su experiencia en el campo del emprendimiento con mujeres hace que tenga una visión clara sobre las rutas a trabajar para lograr su empoderamiento, pero sobre todo plenas, independientes financieramente, y libres de violencia.