Bajo esta premisa comenzamos una conversación con el doctor Joao García Martínez, neuropediatría y director de la Clínica Neural en Mérida, y quien nos compartió sobre los avances en salud mental donde ahora el análisis del comportamiento humano, no solo se debe ser exclusivamente desde la etapa de desarrollo por la que el individuo cruza en un momento determinado de su vida, sino que ahora también deben observarse los componentes culturales para lograr un diagnóstico y tratamiento adecuado para el paciente.
Sin embargo, a pesar de los avances en la salud mental, estos no van a la par del reconocimiento de ellos por la población, ni con el desarrollo de las políticas públicas que se requieren para atender esta área.
La salud mental está descuidada, a pesar de los programas de prevención, se puede decir que una de cada cuatro personas en México, padece de algún tipo de trastorno mental, de las cuales visitan a un especialista un 20% y de esa cantidad solamente dos reciben algún tipo de tratamiento.
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En este sentido el Dr. García señala que por lo general las personas no reciben un tratamiento integral, si bien esto puede ser por falta de recursos, también lo es la ausencia de reconocimiento de un trastorno mental a temprana edad, a lo que se le suma los estigmas que tiene las personas por atenderse este tipo de padecimientos.
Tenemos un panorama de toda la península en cuanto a padecimientos mentales, y estamos atravesando una crisis en cuanto a atención como en campañas de prevención. Generalmente un paciente acude con nosotros cuando ya tiene un problema, pero no para prevenirlo.
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De acuerdo con el Dr. García Martínez, a los tres años del infante es el momento para empezar a cuidar de la salud mental, ya que si hay un daño o padecimiento, este se empieza a manifestar en el lenguaje, el control de la conducta, los esfínteres, en expresar lo que le gusta. Si estás condiciones no se desarrollan con normalidad, es entonces cuando se acude a los especialistas.
No es común que los padres acudan a un especialista para evaluar la conducta de su hijo si esta no presenta alguna normalidad, y lo mismo pasa con el pediatra, no se acude a él al menos que se enferme el hijo o la hija.
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Cuando un trastorno de la conducta, no se atiende con oportunidad y adecuadamente con el tiempo este se hace más evidente y va a traer una serie de consecuencias que sin duda afecta el desarrollo de la persona conforme va transcurriendo su vida como puede ser en los terrenos del autocontrol o la conducta adaptativa, con lo cual el individuo tiene el poder de ir manejando sus emociones, de controlar sus impulsos, de enfocarse en lo correcto. Señala García.
Un ejemplo que nos da el Dr. García, es sobre déficit de atención cuyo tratamiento puede tomar tres años, pero cuando los padres no lo concluyen, regresan cinco años después pero con el problema agravado, por lo general, nos explica, se pierde el 80% de los pacientes diagnosticados en tiempo.
La salud mental en los jóvenes
García Martínez nos cuenta que en 20 años que tiene la Clínica, en los últimos cinco empezaron a acudir los jóvenes con problemas de conducta en muchos propiciados por esta cultura de satisfacción inmediata de placeres efímeros, lo que en parte ha debilitado a la salud mental de este sector de la población.
El Dr. García considera que siempre se piensa que detrás de un problema de conducta infantil o juvenil están los papás, quienes al saber que algo no anda bien con sus hijos pasan por una etapa de rechazo, pues atender este tipo de disfunciones requiere de un compromiso tremendo de parte de ellos porque tienen que aprender o hacer cosas que no quieren, pero que al final son por el beneficio de su hijo.
Un diagnóstico y tratamiento a tiempo hace la diferencia entre tener o no tener adolescentes que se están suicidando, abandonan sus estudios, son sedentarios, obesos, poco sociables o andan en las drogas.
Porque hacer tratamientos integrales
Un trastorno conductual debe ser tratado por varios especialistas, porque a lo mejor el paciente necesita un fármaco o no, pero eso no lo puede determinar un psicólogo, se requiere de un psiquiatra para el fármaco y el psicólogo para la terapia, y a la mejor también un especialista en el lenguaje, porque presenta alguna disfunción en el habla el paciente, por lo cual es pertinente también que un neurólogo vea al paciente para ver si la deficiencia del lenguaje también atiende a un tema neuronal, y entonces se puede tener un diagnóstico muy preciso y un tratamiento adecuado, señala García.
A veces los padres optan por resolver los padecimientos de sus hijos con medicamentos que optar por un tratamiento integral.
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García destaca que no importa a que edad se llegue a un tratamiento para preservar la salud mental, si el tratamiento es integral, las posibilidades de éxito aumentan.»En los adultos buscamos preservar el funcionamiento cognitivo y afectivo, prevenir la demencia, lo que involucra pruebas neurológicas y objetivas, entre otros instrumentos.»
Desafortunadamente en los hospitales y clínicas tanto federales como estatales este tipo de tratamientos no son factibles, por la falta de personal y el tiempo que se destina a cada paciente. Comenta García:
En 15 minutos de consulta es muy complicado hacer un diagnóstico y tratamiento adecuado, además al paciente se le vuelve a ver hasta dentro de tres meses, lo que implica que no hay un seguimiento adecuado.
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Los costos
El Dr. García sabe que estos tratamientos son costosos, y por ello la Clínica Neurall cuenta con una sucursal en Caucel, al poniente de la ciudad, donde cada consulta cuesta 200 pesos, el trabajo del especialista es voluntario, por lo que los recursos son destinados al mantenimiento de las instalaciones
En la Clínica Neural se ofrecen servicios de: Estimulación Temprana, Neuro Gym, Rehabilitación y Estimulación Cognitiva, Neuropsicología, Psicología Infantil, Paidopisquiatría (psiquiatría infantil), Tratamiento contra las Adicciones, Rehabilitación de Movilidad, Psiquiatría, Fisioterapia, Comunicación y Lenguaje. Educación Especial, Nutrición Infantil, Psicología, Neurocirugía y Neuropediatría, Laboratorio de Neurofisiología y Realidad Virtual y Clínica de Esclerosis Tuberosa y cuenta con sucursales en Caucel, Montes de Ame en Mérida y en Cancún, Quintana Roo.
Finalmente, cabe decir que así como nos hacemos unos análisis de rutina de sangre, orina, un electrocardiograma, una mastografía o un Papanicolaou, tenemos que revisar nuestra mente periódicamente, pensando siempre que la idea es mejorar nuestra calidad de vida. Atender nuestra salud mental, no es sinónimo de locura, sino de madurez y autoestima.
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