¿Soy capaz de cuidar un adulto (a) mayor?

La población envejece, es un hecho y lo sabemos desde hace varios años. La tasa de población geriátrica aumenta y con ello los desafíos de cuidar a los adultos mayores que nos rodean. Datos de censo del año 2022 en nuestro estado, nos indican un registro de población de 265 mil 160 personas mayores de 60 años de las cuales 46.6 por ciento son hombres (123 mil 494) y el 53.4 por ciento mujeres (141 mil 666). A medida que la medicina avanza y existen mas elementos para cuidar a la población, la expectativa de vida aumenta, pero también los retos.

En la mayoría de las familias encontramos la presencia de adultos mayores, que ya sea de manera cercana o satelital, forman parte de nuestra vida y que conviven integrando sus necesidades y cotidianidad a la nuestra.

Muchas personas pueden realizar sus labores a la par del cuidado de los adultos mayores que tienen cerca, existen otras familias que se ven en la necesidad de contratar servicios especializados para su cuidado y hay quienes integran de manera simultánea estas opciones.

Como muchas otras experiencias de vida, nadie nació siendo experto en el cuidado de la vejez. Incluso las mismas personas somos poco conocedoras de nuestros propios procesos de envejecimiento y de las necesidades que tendremos con el paso del tiempo.

Muchas formas de envejecer

La Organización Mundial de la Salud indica que a partir de los 60 años una persona comienza su proceso de vejez, dependerá del estilo de vida y genética de muchas personas la realidad de cómo vivan esta importante etapa de su historia.

Existen muchas ancianas y ancianos que pueden encontrar en esta etapa un periodo de creatividad, libertad y descubrimientos; quizá su actividad laboral ha tenido ya un cierre y pueden dedicarse a sí mismos, lográndolo con éxito. Hay quienes se integran al tejido familiar a veces sólo habitando el hogar común o al cuidado de los nietos, personas afortunadas que se pueden aún encargar incluso no sólo de sus propios intereses, sino de prodigar cuidados a otros.

Por otra parte tenemos a personas menos afortunadas que se enfrentan en esta etapa a duras realidades, en las cuales dependen del cuidado familiar o institucional y muchas veces rodeados de carencias materiales, físicas y emocionales.

¿Cómo cuidas a tus familiares de edad avanzada?

Para quienes tienen bajo su responsabilidad atender a adultos mayores en ninguna circunstancia será tarea sencilla. La atención que se debe emplear para el cuidado de una persona geriátrica es compleja y demandante, por ello conocer el mayor número de aristas de esta situación nos puede proveer de un panorama que siempre es mejor cuando se tiene más herramientas.

A continuación, te compartimos un breve test que puede iniciar una reflexión personal o una conversación entre familiares.

1.      ¿Cuál es mi red de apoyo para cuidar a mi familiar? ¿Cuento con la familia, amistades, conocidos?

2.      ¿Cuál es el estado de salud de mi familiar tomando en consideración su historia clínica?

3.      ¿Mi familiar es autónomo en sus actividades o por el contrario requiere en gran medida de asistencia?

4.      ¿Cuento con los medios económicos y sociales (tiempo, espacio adecuado, paciencia, etcétera) para atender a mi familiar?

5.      ¿Cuáles son las principales necesidades de atención de mi familiar (asistencia médica, ayuda en casa, aseo del hogar, aseo personal, cuidado por horas, cuidado las 24 horas del día…)? Realiza un diagnóstico de necesidades.

6.      ¿Mi familiar tiene una rutina diaria que yo pueda acompañar o deberé proponerle alguna?

7.      ¿Podré cuidarle personalmente con todo lo que ello implique o deberé recurrir a profesionales?

8.      ¿Dónde se llevará a cabo el cuidado de mi familiar, en el hogar personal, en su hogar o en alguna institución pública o privada?

9.      Recursos con los que se cuenta para el cuidado del familiar (alimentación, dinero, auto, muletas, silla de ruedas, cama especial, lavadora) todo aquello que se va a requerir para la adecuada atención.

10.  ¿Me siento física y emocionalmente preparado para llevar a cabo este proceso o requiero tiempo para capacitarme y alistar todo lo necesario?

Una vez que el test haya arrojado algunas respuestas, te invitamos a compartirla si así lo consideras con tu círculo cercano de manera que a través también de la verbalización puedas seguir entrando en contacto con el proceso y puedas tomar las mejores decisiones a favor de tu familiar y de ti mismo. Recordemos que la labor de un familiar que se integra como cuidador de una persona senil, no es sencilla y que el\la cuidador (a) no es un experto (a), debe cubrir además de sus propias necesidades, las de otra persona y es por ello que sin renunciar a la encomienda, conocer más de las exigencias, virtudes y formas de acompañamiento hará de esta experiencia algo satisfactorio y enriquecedor.

Daniela Esquivel: Directora de escena, promotora de lectura, profesora y colaboradora de medios digitales. Exploradora gastronómica y lectora incansable. Nómada entre la Gran Tenochtitlan y la Tierra del Faisán y del Venado.

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