Después de una cirugía, un accidente o alguna quemadura pueden quedar cicatrices en la piel muy notorias, y algunas personas prefieren tatuarse para esconder o maquillar la zona, pero ¿qué tan recomendable es?

Para saber la respuesta, UNAM Global consultó a Paula Torres, académica de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM, quien explicó que existen diferentes tipos de cicatrices.

Una cicatrización surge cuando hay una herida en la piel, y para reparar ese tejido se da la formación de vasos sanguíneos; luego la formación de colágeno; y la reintegración de la piel.

De hecho, una cicatriz puede ser de diversos tipos. Por ejemplo, están las cicatrices hipertróficas, que son muy gruesas; las queloides que es cuando la piel crece con una estructura irregular o deforme; y las fisiológicas que casi no se notan.

Sin embargo, hasta después de tres meses se podrá notar qué tipo de cicatriz será, que es cuando se completa el proceso inicial.

¿Por qué quieres tatuar una cicatriz?

De acuerdo con la experta, lo primero es plantearse el propósito de tatuar una cicatriz. Si es para ocultarla la persona debe pensar que sólo maquillará la zona de la piel de forma permanente, pero también puede cubrirla con un maquillaje especial todos los días.

Lo recomendable es reparar la piel, sin embargo, este proceso depende del tipo de cicatriz que sea. Por ejemplo, si es queloide, tiene molestias, arde y duele porque sigue estimulándose el proceso de cicatrización, primero debe requerirse un tratamiento para que este proceso no continúe.

“Si tatúas esta zona, la pintura sobre la piel podría estimular la lesión en el tejido e inclusive podría agrandar la cicatriz”, añadió la experta en el tema.

No se recomienda tatuar las cicatrices por quemadura, porque dependiendo del tamaño, la extensión y dónde esté situada, podría romper el tejido.

En los casos donde las cicatrices tuvieron carcinoma (un tipo de cáncer en la piel) no se debe tatuar, porque si tiene algún cambio y se forma alguna lesión cancerosa no se notará a tiempo.

Foto Freepik

Tampoco se recomienda tatuar sobre los lunares displásicos, que tienen riesgo de melanoma, es decir, un tipo de cáncer.

Sin embargo, cuando no tiene ningún tipo de complicación, y la persona tiene un buen proceso de cicatrización, prácticamente en un año estará bien. Entonces se pueden tatuar.

“Para cualquier tipo de cicatriz, lo primero es acudir con un especialista e intentar reparar la piel. De hecho, existen muchas formas para tratar las cicatrices y lo mejor es acudir con los dermatólogos, que son los especialistas en la piel y en reparación de heridas cutáneas”, concluyó la académica universitaria.

Fuente: Unam Global / Michel Olguín Lacunza / Diana Rojas

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