Los platos rotos posiblemente ya es muy conocido para quienes andan cazando sabores nuevos y una cocina casera que nos haga sentir satisfechos y con gozo. Ubicado en Calle 33D #498 x 72, su cocina despide deliciosos aromas desde que se acerca el comensal por la escarpa.
La oferta de sus platillos es variada y muy basta, de proporciones generosas que no nos dejan con hambre y sí con muchas ganas de más, por su rico sabor.
El agua es igualmente refrescante y sabrosa y también de variedad múltiple.
En mi caso decidí elegir del menú un platillo que invitaba a la exploración, a pesar de que había una gama amplia de donde elegir y que dejé pasar mis siempre amadas albóndigas, mi instinto curioso me impulsó a elegir un plato que ofrecía una apuesta de creatividad y sabor: plátanos rellenos con carne; por cierto en su opción vegetariana también existen rellenos de queso.
Me pareció que debía elegirlos por utilizar un ingrediente regional como el plátano macho, porque remite a una cocina tropical con un toque de fusión y porque deseaba paladear la armonía de esos dos ingredientes junto al baño de salsa chipotle con el que se presentaban.
¿Sonaba delicioso verdad?
Pues así fue.
Quedé infinitamente satisfecha y alegre de la elección de mi comida. La acompañé con una guarnición de arroz y con agua de chaya con piña.
Para quienes extrañan de sus lugares de origen la comida casera, o para aquellos citadinos que han venido a Mérida a tener una mejor calidad de vida, “crecer” a la familia, mejorar su salud, cerrar sus años dorados o por trabajo, Los platos rotos puede ser una opción muy cercana a aquellas fondas, cocinas económicas, mercados, o restaurantes que ofertan la tan extrañada comida corrida que tantas alegrías proporciona a los trabajadores en su hora de comida y que significaba no solamente el regocijo de una pancita llena con corazón contento, sino una necesaria y agradable pausa para tomar fuerza y cerrar el día de labores y muchas veces convivir con los compañeros del trabajo en un contexto hogareño y relajado.
Quizá esa es la gran apuesta de Los platos rotos y que ha cumplido cabalmente después de 22 años abierta al público. Que la estancia del comensal sea agradable, con una amplísima oferta de platillos del menú de cada día, siendo atendidos con amabilidad y limpieza.
Invitamos a aquellos conquistadores de nuevas aventuras gastronómicas a que conozcan una opción que suena impostergable y a quienes nostálgicos de los sabores de la abuela o de las comidas corridas de la gran urbe, a que sacien su barriguitas en un restaurante que sin duda cumplirá sus expectativas.
¡Buen provecho!
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