Una de las necesidades básicas que tenemos las personas es la autoestima. Cuando alguien hace un comentario favorable sobre nuestro aspecto, cuando nuestra pareja destaca algo de nuestro físico o intelecto o cuando alguien señala algo positivo de nosotros, nos sentimos bien.
Pero, ¿qué pasa cuando alguien nos endulza el oído al grado de que nos atrapa, y después de hacernos sentir seguros muestra su peor lado con agresiones y comentarios negativos sobre nuestra persona?
La expresión love bombing (“bombardeo de amor”) hace referencia a este aspecto, que en gran parte es un comportamiento inconsistente y de manipulación que conlleva a la violencia física, emocional y psicológica.
En la década de 1970, los miembros del culto de la Iglesia de Unificación en Estados Unidos utilizaban esta práctica con el fin de tener más adeptos. Esto hizo que varios autores estudiaran el fenómeno, como el sociólogo Thomas Robbins, quien en 1984 en la revista Sociological Analysis manifestó que el bombardeo de amor tiene “que ver con el lavado de cerebro y las muestras excesivas de amor combinadas con técnicas coercitivas para limitar la libertad del sujeto”.
La profesora de la Facultad de Psicología de la UNAM, Aidee Rodríguez, añadió que el bombardeo de amor “tiene que ver con este mito del amor romántico. Cuando recién conocemos a una persona, nos arreglamos y nos queremos ver guapos, y salimos y todo es maravilloso. Sin embargo, cuando ya se está en la relación vienen las actitudes que lo justifican: me controla, porque me quiere; me cela, porque me quiere, entre otras”.
De acuerdo con Rodríguez, las mujeres son las más afectadas por esta técnica de manipulación, que puede dejar secuelas importantes en la “víctima” ya que tras una ruptura abrupta queda un sentido de ambivalencia.
“Surgen las dudas de qué hice mal o por qué se fue, pero no es que la persona haya hecho algo mal, sino que es una acción frecuente del victimario”, comentó.
Los sujetos que practican este bombardeo de amor tienen características como:
- Mandones: tienden a desarrollar una relación de poder en la que ven a la otra persona sólo como su juguete personal; la someten, la usan para su placer, y luego desaparecen.
- Narcisistas.
- No saben construir vínculos: como tienen que estar con una y otra víctima no son estables, tienden a ir y venir; deben demostrar amor y poder económico de forma exagerada.
Un ejemplo perfecto de una persona con estas características es el estafador de Tinder, Simon Leviev, quien con tal de vivir entre lujos engañaba a las mujeres hablándoles bonito, pero después les pedía préstamos con la justificación de que vivía en “constantes amenazas”. Una vez hecho el “robo”, Leviev desaparecía de la vida de sus víctimas.
“Este bombardeo de amor resulta más efectivo en relaciones por redes sociales . Se dan juegos de seducción en los que le dicen a la víctima: ‘eres el amor de mi vida’, ‘me voy a casar contigo’. Luego vienen las peticiones de dinero, y cuando realizan ‘el robo’ desaparecen. Se da no sólo un daño psicológico, también económico, porque afecta el patrimonio de la otra persona”, añadió la docente.
Etapas de love bombing
Salir de este bombardeo de amor es muy complicado debido a que es un “trabajo” que el victimario fue haciendo minuciosamente con el fin de sacar el mayor provecho a la situación. Trabaja la vulnerabilidad y la codependencia de la víctima hacia él.
El love bombing tiene tres fases:
- Fase de idealización: En esta etapa se va “ablandando” el objetivo. Comienza regalando cosas costosas, hay charlas sobre “nuestro futuro”, y todos los detalles del enamoramiento son exagerados (le hacemos creer a la persona que es perfección, que es nuestra alma gemela, entre otras cosas).
- Fase de devaluación: El amor desmedido que se mostraba en la “fase de idealización” se enfría sin ninguna razón y empieza la etapa del chantaje y del maltrato psicológico. “Me preferiste antes que a tus amigos, te castigo”, “me consientes o me compras algo, te perdono”. Aunque percibamos que las cosas están mal, no las atendemos porque ya estamos enamorados.
- Fase de descarte: La etapa más tóxica. Renuncias a tus amigos o a mantener relaciones sociales con el fin de recibir amor a cuentagotas y que tu pareja esté contenta. Aunque es la etapa final, dependiendo el nivel de manipulación del victimario, se puede pasar por la etapa de idealización y devaluación varias veces. El love bombing termina una vez que el ejecutor hace ghosting y desaparece de tu vida.
Love bombing en familia y amigos
Aunque nos enfocamos principalmente en el amor de pareja, la profesora Aidee Rodríguez aclaró que el love bombing se práctica también en la familia y en las relaciones de amistad. Es importante estar atentos a los focos rojos.
“También ocurre mucho que en las familias, en las que mamá, papá o los hermanos tienden a exagerar sus comentarios para chantajear. Por ejemplo, si alguien sale con su pareja, empiezan con comentarios como ‘lo valoras más a él (ella) que a nosotros que somos tu familia y te amamos’”, destacó.
La docente también explicó que los amigos emplean estas técnicas al decir que “si te juntas con este grupito, no te juntas con nosotros; si vas a la fiesta y yo no voy, me traicionaste; somos las (los) mejores amigas (os) y nos juramos fidelidad, si haces algo mal, te castigo”.
“Son comportamientos a los que debemos poner atención para construir mejores relaciones”, concluyó.
Artículo originalmente publicado en UNAM GLOBAL / Pepe Herrera / Diana Haydeé Gómez
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