Si en algo fracasa la gran mayoría de los mexicanos es en mantenerse firmes ante el ahorro. Y es que te enteras de un 20% de descuento sobre el 30% y crees que es el mejor día de tú existencia. El cielo se te ilumina y nada importa más que esa pantalla plana o esos zapatos de moda, aunque el techo esté lleno de goteras, debas 3 meses de renta y las tarjetas de crédito se encuentren sobregiradas.

Llegas a pensar que la vida que reflejan muchas personas a través de las redes sociales es mejor que la tuya porque aparentemente “tienen” o “gozan” más. Ropa de marca o de moda, restaurantes de lujo, innumerables viajes y paseos, accesorios de diseñador, casa en zona “nice”, artículos caros, entre muchas otras cosas en donde el marketing hace de las suyas. Pero ese nuevo post de tu artista favorito, de la más popular de tu escuela o de tu compañero de trabajo es tan solo la punta del iceberg ya sea del éxito o ruina financiera.

Imaginas que llegando a tener a tú alcance cualquier tipo de objeto moderno y que cueste una gran suma de dinero, te hará más feliz y pleno, empezando así esa batalla ardua y cansada, sin darte cuenta que comprometes tú salud y bienestar por un placer momentáneo. El día que llegues a viejo y estando enfermo, todo aquello que compraste pensando que traería un gran valor, estará olvidado en un cajón.

Me queda claro que a simple vista no sabemos absolutamente nada sobre la vida financiera de las personas que nos rodean. Ni siquiera podemos estar seguros de que el estilo de vida que llevan es congruente con su estabilidad financiera, porque podría ser producto de una gran administración de capital, o como mencioné en líneas anteriores, producto de la inmediatez y la ignorancia.

Tus prioridades necesitan ser cuestionadas de manera urgente, pero para ello es necesario que las palabras planeación, estrategia, constancia y disciplina estén implícitas en tú vocabulario diario. Si quieres prosperar y tener la vida que siempre has soñado para ti y tú familia, es necesario que te preguntes a dónde vas y a dónde quieres llegar. De qué quieres vivir el resto de tu vida, cómo lo quieres vivir, cómo lo vas a alcanzar y en cuánto tiempo.

Parte muy importante de esa base de cuatro elementos, conlleva a destinar un porcentaje de tu ingreso al ahorro. Cuando ahorras o empiezas a ahorrar, es de vital importancia saber por qué lo estas haciendo y a dónde quieres destinarlo. En pocas palabras, debes preguntarte si quieres ver sus frutos en un corto, mediano o largo plazo.

Algunas de las personas que han llegado a mi para asesorarse financieramente, me han dicho que ahorran porque saben que tienen que ahorrar, pero no tienen una meta fija. Esto puede conducirte al muy gran y clásico error de gastarlo en lo primero que se te cruza en el camino, porque claro, no hay planeación ni estrategia de por medio.

Otro error muy común es el de tener el ahorro al alcance de tu mano. Verás, cuando comienzas a ahorrar, es muy importante poner ese capital a trabajar de manera inmediata, es decir, meterlo a inversión. ¿Por qué? Hay muchas razones, pero las más importantes son: ganarle a la inflación, ganarle al tiempo y poner candados que eviten que la tentación te lleve a cometer una desgracia como gastar en cosas innecesarias lo que tanto esfuerzo te costó.

En cuestión de finanzas, el tiempo importa más que el dinero. Si tú me preguntas cuándo es el mejor momento para empezar a invertir, mi respuesta será que quizá fue hace 10 o 20 años, pero el segundo mejor momento es HOY. Mientras más tiempo dejes tu dinero en inversión, el interés compuesto se encargará de multiplicar todo tu dinero, convirtiéndose en una suma millonaria que podrá ser gozada para el retiro o incluso mucho antes, dependiendo de la edad en la que hayas empezado.

La inflación es la disminución del valor de tu dinero, si dejas a este reposar bajo el colchón o en tu tarjeta de débito por si una emergencia se te cruza, perderá poder adquisitivo a través del tiempo. Por ejemplo: vamos a suponer que tienes $1,000.00 pesos hoy y deseas comprarte una silla y un escritorio que valen $900.00 pesos. Con el paso del tiempo, decides por fin comprarte la silla y el escritorio, pero te das cuenta que ahora valen $1,200.00 pesos.

¿Qué fue lo que pasó? No es que te quiten dinero, simplemente ya no puedes comprar las cosas al precio que valían antes. Por eso la importancia y la necesidad de invertir tu capital de manera inmediata en algún instrumento, y dependiendo la meta o la razón por la que vas a invertir y tu aversión al riesgo, es que podrás elegir de la mano de un experto, el mejor instrumento para ti.

Algunas de las opciones de menor a mayor riesgo que tu asesor financiero puede darte son: CETES, SOFIPOS, FINTECHS, FONDOS DE INVERSIÓN, ETF´s, FIBRAS, ACCIONES, COMMODITIES, DIVISAS, entre otros. Si no sabes nada de inversiones o nunca has tenido la experiencia, lo mejor es que empieces con el menor riesgo posible para que aprendas conforme te vayas sumergiendo en estos temas financieros. Ya que empieces a tomar más conocimiento y confianza en el mundo de las inversiones, podrás empezar a diversificar tu portafolio.

Es aquí donde la constancia y la disciplina se posicionan, ya que, en este punto, si quieres ganar y llegar a la cima de tus metas, no habrá descanso hasta lograrlo. Para ello requieres de una mente fuerte y enfocada, de tiempo y paciencia, porque en este mundo inversionista las cosas no suceden por arte de magia. Toda inversión necesita de un tiempo para madurar, es muy importante que siempre lo recuerdes, porque entendiendo esto, salvarás tu bolsillo de todas aquellas personas que digan que te vas a hacer millonario en 6 meses invirtiendo en el negocio de tu vida.

Por último, quiero dejarte la recomendación de elegir productos que hagan crecer tu dinero, pero que, a su vez, lo dejen fuera de tu disposición ya sea por meses o años. La diversificación que hagas en tu portafolio tiene que ir alineada a la meta que tengas para cada una de tus inversiones y la elección debe ser tomando en cuenta del corto, medio o largo plazo de la meta.

Ahora puedes ver la enorme importancia de buscar a un asesor financiero que te guíe en tu elección, pero, sobre todo, te acompañe a lo largo de la vida de tus productos cuidando siempre de tu bienestar y de tus inversiones. ¿Ya cuentas con este profesionista en tu lista de contactos?


Soy Cynthia Vivas. Licenciada en derecho por la Universidad Anáhuac Mayab y asesora financiera. Apasionada por el mundo de las finanzas, en especial el ramo asegurador. Me encanta conocer nuevas personas y dar asesoría sobre cómo pueden crecer su patrimonio y protegerlo. Como agente profesional de seguros, he vivido increíbles experiencias con mis clientes los cuales se han convertido en amigos y familia. Mi más grande sueño es asesorar financieramente a la mayor cantidad de personas, ser una gran empresaria y contagiar a mis hijas a seguir con este ejemplo. Pero sobre todo, que sepan que nada ni nadie puede detenerlas para cumplir sus metas.

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