En la vida, hay miles de razones por las que las parejas dejan de funcionar. Hay algunas situaciones pequeñas que en determinado tiempo llenan el gotero y este estalla y hay otras muchas que tienen un gran peso y son punto de quiebre. Así es, el dinero es una de estas razones tan importante que puede llevar a una pareja a la ruina emocional y claro, también financiera.
No es sorpresa en nuestro país que el término finanzas sea tipificado a un género y ciertos estratos sociales. Cuando hablamos de finanzas solemos pensar que únicamente los hombres son los capaces de entender de números y administración, de cerrar negocios y llenar la cartera de billetes. De esta manera, dejamos “imposibilitado” al género femenino de una enorme responsabilidad y lo enfocamos al simple mantenimiento y cuidado del hogar.
En colaboraciones anteriores también tocamos el tema sobre cómo los términos de finanzas e inversión son reservados para algunas profesiones o incluso, me atrevo a pensar, que la gran mayoría cree que es únicamente para empresarios con gran poder adquisitivo. Tenemos la idea de necesitar una enorme cuenta bancaria o un gran patrimonio para empezar a invertir cuando es totalmente lo contrario. Nuestro patrimonio y el crecimiento de nuestro dinero se darán cuanto más invirtamos y controlemos nuestros gastos.
Entendiendo estos dos grandes puntos, podremos empezar a descifrar por qué nos es difícil un buen manejo de nuestras finanzas. Es necesario enfrentar la responsabilidad que conlleva el tener dinero en nuestras manos para poder tomar el timón de nuestro barco financiero. Si no somos capaces de un buen manejo de nuestro dinero de manera personal, muy probablemente fracasaremos cuando otra persona sea añadida a esta ecuación, dando inicio a una bomba de tiempo.
Siempre recalco en mis cursos y talleres lo importante de empezar a romper estos paradigmas para iniciar a hacer dinero y un patrimonio. Nuestro primer gran limitante está en la mente, si comenzamos a hacer a un lado estas formas de pensar, daremos un gran paso a nuestra evolución financiera. El segundo gran paso viene con la responsabilidad de nuestras acciones y el tercero con la voluntad.
Chicas es urgente empezar a alejar de nuestros pensamientos que el dinero, las finanzas, los números y los negocios no fueron diseñados para nuestro género. A lo que sea que nos estemos dedicando en este momento, el dinero está en nuestras manos, es decir, en nuestro poder, y como ya hemos visto en las películas: todo poder viene acompañado de una gran responsabilidad.
Hoy por hoy, grandes empresas, grandes puestos políticos y grandes emprendimientos se llevan a cabo por mujeres. Y aún cuando nos dedicamos a los negocios, llevamos el frente de nuestro hogar. Así que es un hecho que las finanzas nos atañen al 100%.
Caballeros, la edad de las cavernas ya pasó. Hay que empezar a hacer equipo con el complemento y dejar a un lado la idea de que las mujeres no servimos ni para los negocios ni para traer dinero. Si hoy por hoy, tu hogar es administrado por una mujer, ella tiene que saber de finanzas. Porque ya sea que trabaje para sus gustitos, para aportar en la economía o se esté haciendo cargo de esa persona, si no hay cimientos fuertes de comunicación y conocimiento se puede llegar a una fuga financiera y sentimental. Siempre digo que voy a empezar a impartir mis pláticas acompañada de un psicólogo, y cada vez lo refuerzo más…
Si ya te hice un poco de ruido en esto de romper paradigmas para salir de la zona de confort, ahora sí, te voy a dejar una serie de señales de alerta y recomendaciones que diferencian a un crush y un crash financiero.
Perfil del Crash financiero
No llegar a un acuerdo en la repartición de los gastos. Ya sea que los dos trabajen y tengan ingresos o que solo uno aporte económicamente, es necesario estar en común acuerdo de cómo se llevará la planeación financiera del hogar. Si cada quien gasta como quiere de forma irresponsable, llevaremos a nuestra pareja a la ruina causando un gran conflicto en un futuro muy cercano. También tenemos la otra cara de la moneda, si tu pareja se porta de manera miserable en los gastos y te reclama constantemente por gastar pesos de más.
No tienen metas. Si tú pareja no comparte sus metas, no apoya las tuyas o simplemente no las tiene, es muy probable que en el término de unos años cada quien decida seguir su camino. Parte de la gasolina de pareja es tener metas en conjunto y trabajar juntos para lograrlas.
Hay presencia de violencia económica. Si tu pareja controla tus gastos, no te deja trabajar, no quiere contribuir en los ingresos familiares alegando que su dinero es únicamente suyo, te retiene tu dinero, te endeuda, gasta de manera excesiva e irresponsable o te obliga a trabajar en algún negocio sin querer pagarte, estamos frente a violencia de tipo económica la cual es considerada un delito.
Perfil del Crush financiero
Lista de ingresos. Sin ingresos o flujo de dinero no podemos hacer nada. Ni gastamos ni invertimos. Es necesario hacer una lista de todas las entradas de dinero que ambos tenemos, ya sea de manera personal o como pareja. Los ingresos pueden ser activos y pasivos. Algunos de ellos son: sueldos/salarios, honorarios, comisiones, propinas, rentas, rentas vitalicias, intereses, donaciones, préstamos, herencia, pensiones, entre otros.
Control de gastos. La única forma de poder llevar un buen control es con un recuento diario de los daños. Así es mis tóxicos, saquen pluma y papel porque necesariamente van a tener que apuntar en todo momento, el chicle, la propina, la coca, la cenita y los drinks, el préstamo a la vecina y absolutamente cada peso que vaya saliendo de sus manos.
Presupuesto. Ya que sabemos con cuánto contamos mes a mes y todo el dinero que gastamos a diario, podemos iniciar a presupuestar los gastos. Es necesario segmentar todos nuestros gastos y ponerles ya sea un porcentaje o un número que indique el límite a gastar. Suena complicado, pero este punto nos ayudará muchísimo a ponerle freno a cualquier gasto hormiga que nuestra cartera esté sufriendo. Una vez que fijamos ese límite ya no lo podemos rebasar.
Listado de metas. Esto es un punto que para nada podemos dejar atrás. Si algo es motivación en nuestra vida personal y de pareja, es todo aquello que queremos lograr. Ya sea un viaje, un posgrado, la adquisición de un bien, familia, o una escapadita, es necesario ponerlo en la lista de cosas que queremos alcanzar. Este es un gran punto de inflexión para no tirar la toalla en todo lo que hemos logrado hasta el día de hoy en el saneamiento de nuestras finanzas.
Ahorro e inversión. Ya que sabemos cuánto ingresa, dónde, cómo cuánto y cuándo se gasta y los propósitos que tenemos como pareja, viene la parte divertida que nos llevará a la realización de nuestras metas. Es mucho muy necesario que en nuestro presupuesto exista una cantidad o porcentaje fijo para el ahorro. Una vez que es establecido podemos pensar en la inversión. Y es que amigos, invertir debe ser como respirar. La inversión es el coche automático que nos va a llevar a la realización de todos nuestros sueños. Una vez que dominemos este gran arte, seremos capaces de cualquier cosa.
Comunicación. Es altamente probable que, aun teniendo finanzas sanas, se convierta en problema dónde vamos a invertir, en qué vamos a gastar, cuánto de porcentaje le vamos a topar al esparcimiento, y así, miles de cuestiones y dificultades que generan incertidumbre pasan por mi cabeza, porque claro, la vida en pareja jamás será sencilla. Sin embargo, cuando existe afecto, amor y el firme propósito de seguir caminando juntos, todo lo demás sale sobrando. La única manera de lograrlo es siempre demostrar ese gran amor que sentimos el uno por el otro. De tarea les dejo que después de hacer esa gran lista de gastos diario, se recuerden lo mucho que se admiran y aprecian.
Lo ideal es no olvidar que somos pareja y un equipo. Sin confianza, no puede haber relación. Y más importante aún, en todo momento y ante cualquier adversidad: somos dos contra el problema.
Infinitas gracias a todas las parejas y ex parejas que me inspiraron para hacer este escrito. Ustedes saben quiénes son. Todo mi amor a mi porrista número uno. Gracias por confiar en mi gran capacidad. Tú sabes quién eres
Soy Cynthia Vivas. Licenciada en derecho por la Universidad Anáhuac Mayab y asesora financiera. Apasionada por el mundo de las finanzas, en especial el ramo asegurador. Me encanta conocer nuevas personas y dar asesoría sobre cómo pueden crecer su patrimonio y protegerlo. Como agente profesional de seguros, he vivido increíbles experiencias con mis clientes los cuales se han convertido en amigos y familia. Mi más grande sueño es asesorar financieramente a la mayor cantidad de personas, ser una gran empresaria y contagiar a mis hijas a seguir con este ejemplo. Pero sobre todo, que sepan que nada ni nadie puede detenerlas para cumplir sus metas.