¿Hablar o no hablar del suicidio? esa es la cuestión

PorRedacción

3 de julio de 2024

Todos los días, cuando hacemos nuestro trabajo de las 5 de Vive Mérida, revisamos los distintos portales de noticias tanto locales como nacionales, y siempre hay una constante: una persona se quitó la vida, y en Yucatán ante este hecho siempre nos andamos disputando los tres primeros lugares a nivel nacional.

El gobierno estatal ha hecho campañas, instrumentado diagnósticos de salud mental en línea, abierto espacios para atención psicológica, pero el tema rebasa las intenciones y los presupuestos. pues tan sólo en lo que va de 2024, ya llevamos más de 90 en Yucatán.

Sí, las estadísticas siempre son frías, pero toman sentido cuando una persona cercana a nosotros es quien se fue o quien se fue es muy cercana a ella, entonces esos números del INEGI, del estado, y de cualquiera que haga un estudio al respecto, toman un rostro.

En el caso concreto del suicidio, nuestro comportamiento una vez que sucede en los distintos espacios donde se desenvolvía el o la ausente, puede haber dos escenarios: que se guarde profundo silencio o se hable.

En el primer caso, no se resuelve mucho, por no decir nada, en el segundo hay más posibilidades de evitar una perdida por esta causa, aunque de antemano sabemos que, por ejemplo, cuando él o la que se va, es parte de nuestra familia, el dolor nos consume de tal forma que simplemente referir el hecho es sumamente doloroso, tanto que mejor ni hablar del tema para no enfrentar los sentimientos de perdida, culpa o frustración.

En el segundo caso, hablar sobre lo sucedido nos ayuda a sanar heridas, y aun cuando se reparten culpas, mirar hacia adentro y hasta el fondo, nos da una mayor posibilidad de ir sanando el dolor que dejarlo ahí guardado, y sí este proceso es acompañado por un especialista en el tema, será más fácil encontrar luz en el camino para sanar el alma.

Ahora, en lo que respecta a los entornos donde se desenvolvía el o la ausente, también requieren de especial atención, en particular cuando se trata del ámbito escolar, sea cual sea el grado, es un tema que se tiene que conversar, en particular cuando haya una duda razonable, de que el suicidio haya sido provocado por acoso o exigencia escolar.

Sin duda superar el suicidio de una persona que amamos, no es tarea fácil, pero más complicado será, si no hablamos entre los afectados, pues al hacerlo: podemos detectar intenciones suicidas e intentar prevenirlas.

Te dejamos aquí algunos recursos para sensibilizar sobre el tema:

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