Grow es un monstruo… Tu monstruo y todas las personas tenemos uno, pero no habíamos tenido la oportunidad de abrazarlo (literalmente) hasta que este peluche cobró vida. “La salud emocional es un tema que tienes que abordar durante toda tu vida”.
Lourdes Selina Rosado Bargas, cofundadora de Growing People explica que esta idea de un peluche con forma de monstruo surgió con el objetivo de disminuir los efectos ocasionados por el acoso escolar.
“No podemos eliminar el bullying de las escuelas, pero sí podemos trabajar con los efectos que causa, mejorar la autoestima de los niños”.
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Grow, el peluche, nació luego de que ella y su hermana (Ana Rosado Bargas, psicóloga por profesión) salieran de la universidad y se dieran cuenta que esta problemática estaba afectando a las infancias, debido a la segregación que la gente hace por gustos, discapacidades, sexo y otras diferencias.
“No vivimos en un mundo completamente inclusivo y justo con Grow buscábamos crear este mundo en donde las personas se sintieran aceptadas por nuestras diferencias, queríamos decirle al mundo que como seres humanos todos somos diferentes, que nuestras diferencias nos caracterizan como humanidad”.
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Aunque al inicio el abordaje de la salud mental fue únicamente con Grow, actualmente cuentan también con un acompañamiento brindado por el libro “Luani es un monstruo”, una obra literaria interactiva que te lleva a reconocer tus inseguridades y ayuda a trabajarlas hasta poder abrazarlas.
Por todo esto, Grow no es igual para todas las personas, sino que pueden personalizarlo para cada quien y esta también es una forma de acompañar a quien le recibe en casa (tanto infantes como personas adultas).
Además, ya cuentan con el método Growing que consiste en una materia que habla sobre inteligencia emocional y habilidades blandas en las escuelas (mediante una plataforma digital); “podemos ver una mejora en los niños en el desarrollo emocional”. Próximamente estrenarán también esta plataforma para padres y madres de familia.
Para ellas, acabar con el acoso escolar tiene que iniciar por enseñar nuestras diferencias, pero abrazándolas (no juzgándolas) para mejorar la autoestima porque es la sociedad la que provoca esta sensación de que las diferencias están mal y en muchas ocasiones esto se arrastra hasta la vida adulta.
Los señalamientos y críticas externas muchas veces llevan a que las niñas y niños se sientan monstruosos y es de ahí que decidieron crear esta figura siendo un monstruo como una representación de la importancia que tiene abrazar estas circunstancias que nos hacen diferentes.
“Aprender que estas cosas que nos hacen sentir monstruosas también son quienes somos y cuando las logramos aceptar y abrazar logramos ser la mejor versión de nosotros”.
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Y tú, ¿ya te atreviste a abrazar a tu monstruo?
Por aquí te dejo un poema que escribí hace mucho tiempo, cuando uno de mis monstruos y yo nos estábamos conociendo.
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