En una comunidad escolar hay muchos festejos. Y, a diferencia de lo que mucha gente cree y critica, estos no son simplemente una pérdida de tiempo, sino que son una representación de lo que ocurre en la vida diaria. En la sociedad existen festejos variados, pero no siempre se les explican a las y los niños por qué se celebran determinadas fiestas, es entonces que celebrar en la escuela se convierte en una oportunidad para experimentar y entender claramente las costumbres y tradiciones.
En la escuela se trabajan actividades específicas según sea la celebración, puede ser por conmemorar un acontecimiento histórico acerca de la formación de un país, su libertad y los cambios históricos que han existido para que sea hoy el país que ellos viven, también puede ser por tradición, por la cultura en la que se encuentran inmersos o un acto social.
Es eso mismo lo que cada maestro aborda con videos, trabajos manuales, representaciones teatrales, un baile o canto. Además de conocer las festividades, en todas esas actividades hay un objetivo: ya sea de motricidad gruesa y fina en las manualidades; seguimiento de instrucciones; coordinación para seguir el ritmo; una secuencia de pasos al bailar; memorizar la letra de una canción; una poesía, leer claramente una narración acordé al festejo, quitarse el miedo a leer o presentarse ante un público; permanecer en el área específica que le es asignada; convivir socialmente con sus compañeros, comunicarse adecuadamente sin gritar; aprender a esperar su turno para participar e incluso el descubrir que existen otras formas de vestir, ya sea por portar un disfraz o conocer vestimentas típicas.
Las celebraciones en la escuela son oportunidad de aprendizaje: es conocer de historia, conservar las tradiciones, costumbres y cultura que fomenta el sentido de nación, el orgullo por la patria.
En particular, las celebraciones de Navidad suelen realizarse con festivales en donde las niñas y los niños se presentan; desarrollando no solo las habilidades antes mencionadas, sino también creando comunidad en su entorno escolar.
Los festivales no son perdida de tiempo, para los docentes incluso implica incrementar un poco más la carga de trabajo al buscar la música, el vestuario, hablar con padres y madres, así como convencerles de la relevancia de participación de sus hijos/as… Es organizar con su grupo y luego con toda la es escuela; es hacer la escenografía que se necesita, incluso si no hay recursos en la escuela, es ponerlos de su bolsillo, buscar donativos.
Al final, el trabajo de muchos días se ve en la presentación del alumnado, que aunque dura apenas unos minutos, detrás existe un gran esfuerzo de padres, alumnos, y maestros, si faltara la colaboración de alguno estos personas, el festival no saldría bien. Así que cuando vayan a alguna celebración escolar, valoren todo lo que hay antes de que ustedes lo disfruten. ¡Felices fiestas de navidad!
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