Mié. Ago 20th, 2025
La historia propia puede conducir a crear ideas o emprendimientos con un impacto social que esté lleno de la empatía con el objetivo de reconocer las necesidades de acompañamiento de otros es que nace Trapazo Solidario. 

Charo Nieto fundada Trapazo Solidario, a partir del auxilio que recibe de una amiga para poner en orden de su casa cuando ella cruzaba por la depresión y la ansiedad.

«Es de algún modo empatía politizada. Yo soy una persona que vive con depresión y trastorno de ansiedad y he tenido muchas fases viviendo con estas condiciones, pero el año pasado fue especialmente difícil para mí , y una de las cosas que más me mortificaba era no poder hacerme cargo de mi propia casa… y me daba vergüenza, pero también estaba en una parálisis; entonces una amiga me vino a ayudar en un par de ocasiones con la limpieza».

A partir de esta experiencia, Charo Nieto, reflexiona que estas tareas suelen atribuirse únicamente a la persona que habita el hogar, pero al recibir apoyo de su amiga con los quehaceres del hogar, lo cual ella valoró inmensamente y fue el factor para mejorar su ánimo.


De la parálisis a la acción: así surgió Trapazo Solidario, un acto de cuidado colectivo


Luego de mejorar su estado de ánimo y recibir un tratamiento psiquiátrico para la depresión, decidió que ella tomaría el papel que su amiga tuvo con ella y lo replicaría para personas que atraviesen condiciones similares a la que ella pasó en aquel momento.

A sus casi 45 años, tomó esta experiencia personal como una oportunidad de politizar la necesidad de apoyo en las tareas de cuidado cuando se viven situaciones que afectan la salud mental.

Su emprendimiento consiste en acudir a los domicilios de las personas que viven algún tipo de neurodivergencia (TDAH, autismo, síndrome de Tourette, entre otras), personas de la tercera edad, con discapacidad o cuidadoras, entre otras. para conocerlas y escucharlas, y con ello saber qué necesidades de acompañamiento requieren en cuanto a las prioridades del orden en su hogar.

Su labor no consiste en acudir a limpiar la casa como una trabajadora doméstica, sino en acompañar a la persona para realizar las tareas.

«Me ha tocado personas que viven con esta condición donde acumulan muchas cosas, entonces también las acompañamos para sacar cosas e ir ordenando y cambiando los muebles de lugar, desechando las cosas que ya no sirven. En otros casos, me ha tocado limpiar espacios que han estado abandonados por mucho tiempo».

Charo nos cuenta que mientras ella hace las partes más pesadas, caóticas, la persona que asiste hace otro tipo de tareas que igualmente ayudan a poner orden.

La visión de Charo es que estos acompañamientos surjan desde la solidaridad y la empatía, es justamente por esta razón que la retribución económica puede ocurrir en tres modalidades:

  1. En moneda
  2. En especie
  3. Trueque

Además, toma en cuenta la distancia para llegar al lugar, las condiciones del lugar, el tiempo que le llevará el acompañamiento, entre otros factores que le permiten negociar la retribución económica que recibirá de cada persona que necesita el apoyo.

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