La oportunidad de tomar talleres en la tercera edad, no solamente contribuye con la parte cognitiva en el ser humano, sino también aporta al bienestar emocional, pues encuentran motivación, generan intereses y conocimientos nuevos, además de consolidar amistades y relaciones interpersonales.
Para Francisca Quintal Polanco, una alumna de 64 años en la Universidad de los Mayores de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), esta experiencia ha sido muy gratificante. Recuerda que cuando ella era joven quería ser doctora, sin embargo, no tuvo la oportunidad de estudiar esa carrera y estudió únicamente hasta la secundaria, por eso aprecia contar con este espacio ahora.
“Vengo de una familia muy humilde y mi sueño era estudiar, yo siempre le decía a mi mamá ‘mamá, yo quiero ser doctora’”.
Actualmente está cursando el taller de Historia de Yucatán, pero este no es el primero al que se inscribe, antes tomó el de Cuentos Literarios. Ella se enteró de estos talleres gracias a que tomaba Agua Fitness y Nutrición en la Facultad de Medicina y allí les informaron sobre los talleres.
La última vez que quiso inscribirse a Agua Fitness, el cupo ya estaba lleno y fue así como Cuentos Literarios se convirtió en su primera elección de taller porque disfruta mucho escribiendo y también le gusta leer. La experiencia en este taller ha sido nutritiva, pues ha aprendido cosas que ignoraba.
“Me da muchísimo gusto que se ocupen de nosotros la gente mayor porque sí somos mucho y ahorita que ya lo sabe bastante gente enseguida se llena todo, todo cuanto anuncian enseguida se llena”.
Expresa que para ella es una bendición contar con un espacio como este porque implica, no solo salir de casa, sino también quitar la mirada de las cosas que ya no pueden hacer y enfocarla en sus actividades.
Esto, comenta, es una motivación para seguir adelante y aprender. “De estar en la casa adolorida a tomar ejercicios y conocer otras personas, creo que ayuda mucho en todos los aspectos: físico, emocional, conocer gente, en el ánimo, en todo, todo, todo”.
Aprovecha el espacio y comenta que le encantaría que abrieran un taller para aprender lengua maya.
El profesor Iván Andrés, cuenta que en las clases de tecnologías que imparte, las y los adultos mayores muestran muchísimo interés y motivación, no solamente dentro del aula, sino también fuera de ella.
Entre los elementos más importantes, señala, es que se sienten muy aceptados y tienen la oportunidad de aprender algo que no pudieron durante su juventud por diferentes razones y, en el caso particular de las tecnologías, porque no existían en su época como son hoy en día.
«Es algo muy bonito ver que van formando sus pequeños grupos, no solamente en los talleres, se van a tomar un café, a desayunar, no solamente se limita al aula, sino que hay actividades extra por parte de ellos».
Esta interacción les lleva a estar pendientes los unos de los otros, creando amistades. Desde su perspectiva, mucha gente piensa que la gente en la tercera edad ya no aprende y en la realidad ocurre todo lo contrario, pues tienen la capacidad de aprender y contar con espacios como este pueden ejercitar el cerebro, la memoria y la vida social.
Por su parte, la representante del programa, Julieta Guerrero Walker, explica que este programa forma parte de un movimiento que existe a nivel internacional para brindar opciones educativas a personas de la tercera edad.
“Este es un movimiento que inició en Europa hace aproximadamente 50 años y se ha ido propagando a otros países, en el caso de la Universidad Autónoma de Yucatán surge hace seis años”.
El objetivo, abunda, es que las personas tengan la posibilidad de seguir aprendiendo y desarrollando habilidades para reducir la brecha digital, incrementar la interacción social.
Actualmente cuentan con 28 talleres activos, que cubren cinco áreas: salud física, uso de tecnologías, arte y cultura, económico-administrativas y emprendimiento, bienestar psicológico. Cada taller tiene una duración de 20 horas y tienen una duración de dos horas cada semana, cada persona puede elegir cuál es el taller de su interés.
Esta Universidad es para personas a partir de los 55 años y, hoy en día, se encuentran cursándolos alrededor de 200 personas. Estos talleres tienen continuidad, sin embargo, no tienen que cursarlos de forma correlativa.
Los periodos de talleres abarcan de marzo a junio y de septiembre a noviembre, por lo que las inscripciones son alrededor de un mes antes de iniciar los cursos, por lo que quienes tengan interés en estos talleres pueden estar al pendiente de las convocatorias en abril y agosto aquí.
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