—¿Por qué siguen juntos? ¿Por qué aún no se han separado?
La respuesta casi inmediata es: “porque nos amamos”.
—Y, para ustedes, ¿qué es el amor?
Ahí es donde comienzan las confusiones. Algunas respuestas son:
—Querer estar juntos. (Eso es un deseo).
—Sentir que no puedo estar sin mi pareja. (Esa es una necesidad).
—Me gusta mucho cómo es y me hace sentir bien. (Eso es una atracción).
—Me siento muy bien junto a mi pareja. (Eso es un sentimiento).
—Quiero que sea feliz y que esté bien. (Eso es un valor o una actitud).
Entonces, ¿qué es el amor? Más que hablar de amor, yo prefiero hablar de “experiencia amorosa”.
El amor es algo que se construye en una relación que incluye todo lo mencionado.
El amor es algo que se genera en un vínculo y que requiere de atracción y de deseo.
Para evaluar una relación amorosa necesitamos entender la historia de la relación y el vínculo que han ido construyendo. También es necesario erradicar las ideas estoicas acerca del amor y las nociones romantizadas del amor.
Si bien el amor implicará eventualmente renuncias, sacrificio y disciplina, esto no es su parte constitutiva.
El amor no es sufrir, el amor no es dejar de ser uno mismo, el amor no es ver únicamente las necesidades del otro. También es placer, ser uno mismo con el otro.
En el amor de pareja es indispensable la atracción, el deseo, el bienestar en conjunto, el respeto a la individualidad y la incentivación de disfrutar momentos juntos.
—¿Qué es lo que te atrae de tu pareja? Las respuestas son muy variadas, desde aspectos físicos, características de personalidad, desempeño, realización, intereses y hobbies, hasta la atracción erótica.
—¿A qué te refieres cuando dices deseo a mi pareja? A diferencia de la atracción, el deseo se convierte en un impulso que surge desde dentro y que da energía para buscar a la otra persona y estar con ella. El deseo es una realidad fisiológica, psicológica y espiritual; es el motor que mueve a la persona y a la pareja.
Cuando, en la relación, una de las dos personas no se siente deseada, empieza a experimentar abandono, aislamiento, pérdida de sentido y desesperación (hay un proceso de duelo).
Al hablar de “experiencia amorosa”, nos estamos refiriendo a una experiencia cognitiva y emocional en una relación, con una persona con la que deseamos estar y a quien queremos ver, disfrutar y, quizá, construir un proyecto de vida a largo plazo.
En el camino de la construcción del amor y de generar experiencias amorosas, aparecen algunas que pueden dañar y lastimar, al extremo de convertirse en una relación destructiva, pero de eso hablaré en el próximo artículo.
Si vives una experiencia amorosa, no la sufras… ¡disfruta!
Psic. Raúl Rodríguez / Tel. 985 103 42 63 / @psicraulrodriguez
Raúl Rodríguez Sansores es egresado del I Curso-Taller de Periodismo Ciudadano organizado por Vive Mérida y Habitación Propia
Psicólogo y Sexólogo humanista
Activista social, apasionado por la promoción de las salud mental, la educación de la sexualidad y la prevención social.
El poeta decía «caminante no hay camino, se hace camino al andar»
Y estoy convencido que en esta vida caminamos y lo hacemos en compañía.
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