Por promocionar la seguridad con la que se vive en Mérida, en los últimos 5 años se presume que se han venido a vivir a la capital yucateca cerca de 80 mil personas, crecimiento poblacional que empieza a poner en jaque la calidad de los servicios, y la infraestructura con la que se cuenta para dar cabida a los que ya estaban, los que llegaron, y los que faltan por llegar, lo que está planteando retos importantes tanto para la ciudadanía como para las autoridades, no sólo para tener una ciudad segura sino competente y sustentable.

Uno de los desafíos que ya está encima por enfrentar y resolver es el tema de la movilidad, y los ciudadanos podemos contribuir de manera decisiva en cambiar las reglas del juego para mejorarlo, pero para ello nos tiene que alcanzar la voluntad en el cambio de hábitos, lo que nos puede llevar a mejores lugares que ni siquiera habíamos considerado, pero que pueden contribuir a mejorar en este aspecto a la ciudad, me refiero: al transporte escolar.

Seguramente, sí se vive cerca de una escuela se reconoce el caos vial que significa la entrada y salida y de los alumnos: apropiación de carriles con conos, filas de autos, entorpecimiento la vialidad, molestia de la comunidad que circunda el centro educativo por la cantidad de autos que circulan para dejar y recoger al alumnado, y  seguramente ha observado que se requieren 5 autos para transportar a 5 niños, uno por niño. Si  esto lo pensamos dentro de la lógica de la contaminación y la movilidad ¡es una barbaridad!

Algunas preguntas

¿Sabemos donde viven los compañeros de la escuela de nuestros hijos? ¿Cerca de casa? como para organizar la responsabilidad de llevar y traer a los hijos propios y de otros diario de la escuela durante una semana o dos al mes ¿Qué se haría con ese tiempo que se invierte en ir a dejar o recoger los hijos del colegio, si ya no lo ocupa para eso? ¿se ahorraría gasolina? ¿se está dispuesto a mejorar las condiciones viales de la ciudad y contribuir con la mejora del ambiente? ¿se puede con esa responsabilidad? Estas preguntas son necesarias hacerlas y contestarlas para pensar en la viabilidad de la propuesta.

Hay que analizar cada una de las respuestas, para encontrar la viabilidad del plan, sobre todo si los padres pueden confiar lo suficiente en sus pares para encomendar a sus hijos, y que ellos a su vez les encomienden a los suyos. Ahora si esta propuesta parece descabellada, pasamos a la siguiente.

El transporte escolar

La contratación del transporte escolar, es otra opción para disminuir el tráfico, en presentación de camionetas o camión, reducen significativamente el tránsito en la ciudad a una hora decisiva como lo es el horario escolar. El tema es que tiene un costo, y debe recurrir a ciertas normas para que realmente resuelva el transporte de casa a la escuela y contribuya a mejorar la movilidad de la ciudad. Tanto en escuelas particulares como públicas cuentan con esté servicio, en las primeras muchas tienen un parque vehicular propio y ofrecen ese servicio a partir de las rutas establecidas, el servicio se puede contratar de ida y vuelta, sólo de ida o vuelta o extraordinaria, en las segundas se acude a particulares para obtener el servicio.

Ventajas del transporte escolar

Además de contribuir al impacto ambiental y la movilidad para los alumnos el uso de este transporte trae ventajas adicionales, de acuerdo con la empresa española Rosamat autocares:

Para el alumnado

  • Sentido de responsabilidad y de puntualidad
  • Uso de normas de cortesía y tolerancia
  • Orden y disciplina (tienen que hacer fila, esperar su turno para subir al autobús y ubicarse en su asiento)
  • Acentúa la confianza
  • Reciben instrucciones de un adulto que no pertenece a su entorno familiar y al cual deben respeto
  • Socialización y una mejor integración al mundo que los rodea
  • Se independizan más rápido de papá y mamá

Para los padres

  • Reduce la congestión de tráfico alrededor de las escuelas
  • Un mejor control del tiempo
  • El riesgo de llegar tarde es menor
  • Podemos romper el “cordón umbilical” emocional y la necesidad de codependencia hacia nuestros hijos
  • Se ahorra gasolina
  • Alivia la carga del “yo lo hago todo”

Más allá todavía

En Yucatán el 35% de la población total está involucrada, ya sea como alumno, docente o administrativo con la educación, imaginemos que gran parte de esa población pudiera acceder al servicio de transporte escolar o su transportación se organizará entre los mismos miembros de una comunidad escolar específica, sin duda se contribuirá de manera importante tanto a la movilidad como al medio ambiente.

En estados como Guanajuato han hecho estudios serios sobre cómo mejorar la calidad del transporte escolar uno de ellos es el estudio Estudio del Transporte Escolar en la Ciudad de León, Gunajuato (2010), el cual valdría la pena tomar su base metodológica para realizar uno semejante para Mérida, otro más es el programa de Transporte Escolar de Ciudad Juárez, Chihuhua, el cual fue seleccionado en el Concurso de Buenas Prácticas por Dubai en 2008, del cual hay que rescatar los aspectos de seguridad y los parámetros que proponen como son sus Comités de Alerta.

Finalmente habría que pensar también, en que este transporte escolar tuviera capacidad de transportar, no sólo a los alumnos sino al personal que así le conviniera, lo que todavía mejoraría mucho más las condiciones de movilidad. Hay mucho por hacer todavía para pasar de los dichos a los hechos para seguir ostentando la seguridad en Mérida.

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