Sáb. May 31st, 2025

Más que palabras, celebrando el “Día del libro”

ByDaniela Esquivel

23 de abril de 2025

Para quienes somos lectoras, lectores, el 23 de abril Día del libro, es un día importante y especial. Nos gusta verlos, agitar sus páginas, releer fragmentos, quizá sacudirles un poco el polvo y la memoria acumulada. Posiblemente recordemos con nostalgia aquellos que ya no están en nuestro estante, porque el tiempo también hace mella en ellos. Algunos se fueron “prestados” para nunca más volver, otros tal vez fueron “misteriosamente” cambiados de librero en algún descuido, mientras que no pocos se quedaron olvidados en alguna mudanza o trayecto

Es probable que nuestros recuerdos todavía evoquen el primer libro que nos hizo sentir que nos elevábamos unos metros de la tierra, esa historia que te conectó profundamente con la esencia personal. “Este libro parece haber sido escrito para mí o por mí” ha pensado muchas veces nuestra mente reflejada en la voz de una autoría no propia.

Este mes de abril me ha encontrado continuamente con esos objetos especiales que contienen voces únicas, necesarias para entenderme en el mundo. Atesoro como tantas personas el libro impreso, físico, ya sea nuevo e impecable o usado, con ese característico y atractivo olor, los libros son para mí, anclas al universo. Novel lectora en el medio digital, poco a poco he ido también tomándole un afecto importante a ese desplazamiento del dedo que me sumerge en otra página, navegándola, casi literalmente.

Presente y pasado que son la misma cosa

El 13 de abril de 2015, hace 10 años, Eduardo Galeano decidió retornar al origen del misterio. Su paso por la tierra culminaba, dejándonos en herencia todas esas maravillas y dolencias que guardan libros como Las venas abiertas de América Latina, Espejos, El libro de los abrazos, Mujeres y muchos más.
Amantes de su legado, llegamos convocados por el fuego de Olga Moguel al Centro Cultural Amaro, donde unida a la voz de Regina Carrillo, Liliana Hesant, Esteban Krotz, Rodrigo Llanes y Pablo Monroy, participamos del evento “Texturas de Galeano”, una noche para recordar y homenajear al amado autor. La voz, la palabra, el video y la música, se unieron para que nuestro querido escritor habitara unas horas entre quienes tanto le debemos.

Mientras escuchaba esos hilos invisibles pero sólidos que unieron a Eduardo Galeano con Yucatán, coincidencias perfectamente comprensibles para un alquimista, vino a mí la imagen del libro que me acompañó a mi primera expedición a tierras del Mayab: El libro de los abrazos.

La foto compartida es testimonio del momento. Ahí en la arena, estábamos el escritor, mi diario y yo, unidos por el océano, las preguntas, un 2011 que traía a Peña Nieto forzadamente a la presidencia, granos de arena incontables y la necesidad del exilio. De respirar. Ese viaje fue para mí, un respiro.
Así llegué por primera vez a mi segundo hogar, con dos prendas, un libro de Galeano y mi necesidad de mar.

No. No me sorprendió la casualidad, Eduardo Galeano, El libro de los abrazos, Yucatán, mi fascinación por leer, mi pasión por la cultura maya, un corazón inclinado a la izquierda.

Me sentí afortunada de escuchar a Olga Moguel narrarnos su vínculo tan hermoso y profundo con el autor de Fueguitos, ella, a quien le viene como anillo al dedo este relato breve de quien, en palabras de Pablo Monroy, “es de la estirpe, es del linaje de los muertos que nunca mueren”.
Feliz día del libro.

Daniela Esquivel: Directora de escena, promotora de lectura, profesora y colaboradora de medios digitales. Exploradora gastronómica y lectora incansable. Nómada entre la Gran Tenochtitlan y la Tierra del Faisán y del Venado.

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