El nerviosismo y la ansiedad invade cuando el celular, la tableta o la computadora dejan de funcionar, parece que la vida se acaba al dejar de tener comunicación con el mundo, a través del whatsapp, telegram, instagram, etcétera. Entonces se busca quién pueda ayudar ante el apocalipsis que supone vivir en la desconexión.

El desperfecto y quién lo arregla

Porque se cayó al agua, se le vació una bebida encima, se le puso el cargador equivocado, se fundió un circuito, en fin, por la causa que haya sido, el caso es que dejó de funcionar el aparato.

A esta altura del mundo digital, seguramente ya se tiene, al igual que un doctor o marchante del mercado, un técnico para estos artefactos electrónicos, y sino se pregunta en las redes sociales o se recuerda un negocio que se ha visto de pasada que se dedica a mantenimiento, actualización y compostura de estos dispositivos.

Así tenía yo en mi mente a Fix IT, en un local al interior de Soriana, con el cual me topaba al salir de las cajas, y llevé ahí mi aparato, después de que se me cayó en la taza del baño. En ese momento vivía en la Ciudad de México, y acudí al que me quedaba más cerca, ubicado dentro del Soriana de la plaza Zapamundi al sur de la ciudad.

La atención fue de primera, y el diagnóstico correcto: se estropeo el centro de carga, esto es la conexión entre el cargador y la batería, según me explicó el técnico que me atendió, pero me advirtió: «le va funcionar, pero hay una gran posibilidad de que se le vuelva a descomponer, así pasa con los teléfonos que se mojan, y me dijo:

De mientras son 600 pesos porque le vamos a cambiar la pieza, con garantía de 3 meses»

Técnico de FixIt, Soriana plaza Zapamunidi, Ciudad de México

Pasó el tiempo y…

El poco tiempo fue a los dos meses, lo di por muerto al teléfono y me hice de otro en una promoción de la tienda de los pagos chiquitos, y deje guardado el teléfono. Habían pasado otros 6 meses, y por un proyecto de trabajo, requería un teléfono que me sirviera de puente entre la computadora y el whatsapp, y abrí un cajón y apareció el teléfono desahuciado.

Le quise dar otra oportunidad al dispositivo, porque si lo lograba, iba a ser más barato que comprar uno nuevo o usado. Por cuestiones de trabajo, voy a la Ciudad de México, me llevo el teléfono, pero no vuelvo a Fix IT, sino a un local que me encuentro a mi paso en el interior de la estación del Metro Chabacano de la línea 2.

Le explico al técnico lo que le pasó al teléfono, se lo dejo, me llama dos horas después, y me dice:

  • Técnico: Es el centro de carga ¿Esta segura que se lo cambiaron?
  • Yo: Pues eso me dijeron, y me dieron garantía.
  • Técnico: sólo se lo limpiaron y funcionó, pero ya estaba dañado por el agua, venga para que vea como le pongo el nuevo.

AhÍ voy, y pienso en el trayecto ¿cómo sabe el técnico que no habían cambiado la pieza? se lo pregunto y me responde: «Lo constate con un programa que te dice si mantiene las piezas originales o no.»

En suma me cobraron una refacción nueva cuando sólo le habían dado mantenimiento ¡quién lo iba dudar! si me dijeron que fuera al día siguiente en la tarde, porque la refacción les llegaba en la mañana de ese día.

Muy buen trato sí, pero no es suficiente, se requiere congruencia entre lo que dice y se hace.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *