Hacer de la pipí en las albercas es una práctica común, no sólo entre los niños, sino de los adultos también; tan se tiene este mal hábito que de acuerdo con una encuesta del Consejo de Calidad del Agua: 4 de cada 10 adultos declaró hacerlo, y el número de causas y pretextos con o sin justificación para orinar en la piscina ocasiona que el agua se contamine y llene de bacterias que fácilmente se impregnan o se introducen en nuestros cuerpos.
Vive Mérida platicó con la Dra. Teresa González Fuentes uróloga pediatra y especialista en cirugía oncológica pediátrica, quien diariamente, al menos atiende un caso de niños con infecciones en las vías urinarias ocasionadas por la orina que hay en las albercas o por mantener los trajes de baño puestos y húmedos por tiempo prolongado.
«Por el uso de las albercas, particularmente en el verano, es cuando se atienden un mayor número de casos de infecciones en vías urinarias tanto en niñas como en niños, pero en las niñas se le suma las infecciones en genitales, ya que se pueden llegar a generar hongos.
«Si un niño o niña dice tener molestias al orinar, probablemente tiene una infección en vías urinarias, ahora si después de orinar presenta molestias, es posible que tenga hongos, particularmente las niñas, y hay que tratar con antibiótico en cualquiera de los dos casos.
«Los hongos salen por mantener el traje de baño puesto húmedo por tiempo prolongado, por ello es importante que una vez que ya se terminó de estar en la alberca los niños se bañen y se cambien en el lugar donde nadaron, y no esperar hasta que lleguen a casa, porque de lo contrario se está cocinando un caldo de cultivo como para los hongos, en particular para el hongo de la Candida«
La Dra. González recomienda a los padres de familia, que adviertan a sus hijos a no orinarse en las albercas y asearse antes y después de entrar en ellas, ya que ello evitará infecciones y visitas al doctor.
El cloro de la alberca + pipí
El cloro es la sustancia estrella para el mantenimiento de la transparencia del agua en las albercas, sin embargo cuando se mezcla con la pipí según un estudio publicado en Environmental Science & Technology Journal, de la Sociedad Americana de Química reveló que el ácido úrico de la orina reacciona con el cloro para formar cloruro de cianógeno y tricloramina, ambas sustancias altamente tóxicos.
Estas dos sustancias generan gases que pueden afectar los pulmones, el corazón y el sistema nervioso central de ser inhalados. Según los científicos el riesgo puede aumentar en las piscinas temperadas con ambientes cerrados ya que el agua tibia ayuda a la liberación del gas tóxico, que quedaría atrapado en el ambiente de donde se ubica la alberca.
Por lo tanto, no es buena idea hacer pipí en las albercas, porque se desencadena riesgos para la salud importantes en el orden de los sistemas reproductivo, respiratorio y tegumentario (piel), y por ello es importante insistir en el aseo antes y después de los chapuzones veraniegos, y de cualquier temporada del año.
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