Recientemente se han publicado dos estudios relevantes sobre el sentir y pensar de niños y adolescentes en nuestro estado: La Consulta Infantil y juvenil 2021 (CIJ) elaborada por el Instituto Nacional Electoral (INE) y la Infancia Cuenta en Yucatán 2021 (ICY) realizado por.la Red de los Derechos de la Infancia en México (REDMI).
Ambos estudios de la mayor relevancia para la sociedad yucateca para tener un parámetro de observación de cómo anda su infancia y adolescencia, en suma; la generaciones que en un futuro próximo serán las que tomarán las decisiones por el estado yucateco.
Si bien es cierto que los estudios están diseñados con propósitos y alcances distintos, ambos reportan temas coincidentes que demandan urgente atención por parte de la población y el gobierno estatal para lograr mejores resultados en la convivencia del territorio.
En un análisis de los documentos por Viva Mérida, ubicamos tres temas que son son de lesa preocupación para los yucatecos e hicimos los cruces correspondientes entre los resultados que presentan ambas publicaciones: seguridad, salud y educación.
¿Quién les da seguridad?
La CIJ reporta que la persona con la que más segura se sienten los niños y los adolescentes entre 3 y 17 años es la madre, y conforme avanzan en la edad este percepción aumenta; mientras los niños entre 3 y 13 años en promedio el 55% se siente seguro con ella, los adolescentes entre 14 y 17 lo externan así en un 70%.
Por su parte, el ICY menciona que Yucatán mantiene el séptimo lugar a nivel nacional por violencia contra las mujeres, lo cual si se contrasta con el dato anterior, resulta que la persona con la que más seguros se sienten los niños y adolescentes vive en un entorno inseguro.
De acuerdo con el CIJ 2021, en promedio el 31% de las niñas y adolescentes entre 10 y 17 años manifestaron que la desigualdad y la violencia contra las mujeres es un problema, mientras que sólo el 13% de lo varones tuvieron la misma percepción.
¿Cómo quisieren cuidar su salud?
De acuerdo con el CIJ, los niños y adolescentes desde los 3 hasta los 17 años consideran que el ejercicio es fundamental para mantener su salud, y por ello piden información y espacios para hacer deporte. Llama la atención que el grupo de los 10 a 17 años también demanda la atención de su salud mental. En este sentido, el ICY recalca los pendientes que tiene el estado yucateco con el tema del suicidio donde reporta:
La salud mental también es un tema prioritario en el estado de Yucatán en lo relacionado a la supervivencia y desarrollo. desde que la Secretaría de Salud inició la medición de la tasa de mortalidad por suicidio en jóvenes de 10 a 29 años de edad en 1990, la entidad siempre se ha mantenido por encima de la media nacional en este indicador, indica el ICY 2021
¿Qué requieren de la educación?
Según el CIJ, mientras los niños de 6 a 9 años lo que más reclaman a la escuela, en 28.4%, es aprender cosas que les interesen, en un promedio de 37% entre los niños y adolescentes de 10 a 17 años piden el apoyo de una beca para estudiar. Este dato es de suma importancia si se piensa que por la pandemia el ciclo escolar 2019-2020 fue afectado por la economía de las familias, la falta de tecnología en casa, lo que llevó a una lamentable deserción escolar.
En este sentido el estudio del ICY muestra que los niños y los adolescentes entre 3 y 17 años fueron los que mayor inasistencia escolar registraron durante el periodo en el estado, los cuales son inferiores a los de la media nacional. Sin embargo, una buena noticia es que en términos de educación media superior (bachillerato) durante el mismo periodo se registró una eficiencia terminal del 67.3%, porcentaje mayor al de la media nacional que punto un 66.1%
Sin duda alguna, tanto la revisión como el análisis de ambas publicaciones es una lectura obligada para gobernantes, padres de familia y el sector educativo del estado, y a partir de los hallazgos encontrados encaminar acciones propositivas que lleven a mejorar sustancialmente las condiciones de las infancias y adolescencias en Yucatán, donde los niños nos están hablando, y hay que prestar oído.