Ante el combate contra el COVID-19 el cubrebocas ha sido uno de los mejores aliados para prevenir el contagio. Sin embargo, hoy es el enemigo a vencer para la conservación del ambiente.

Al hacer un recorrido en un perímetro de 3 km. me di la tarea de fotografiar todos los cubrebocas que encontré a mi paso, y sin mucho esfuerzo visual, fotografíe 20 mascarillas.

Mérida tiene una superficie de 883.4 km2, si tomamos esta muestra como referencia, resulta que hay, cuando menos, cerca de 6 mil cubrebocas tirados en su territorio.

Anatomía de un cubrebocas

Expertos y autoridades sanitarias coinciden en que son los cubrebocas desechables: KF94. KN95, N95 y quirurgicos los que sirven de escudo protector ante el Coronavirus, sin embargo los materiales de los que están hechos no son biodegradables, por el contrario, según expertos podrían tardar hasta 450 en desintegrarse.

La razón es porque el material del que se encuentran hechos son telas sintéticas de polipropileno, el cual es derivado del petróleo, y lo que sabemos hasta hoy, es que cualquier producto derivado del hidrocarburo tiene un sello de contaminación.

Diferentes tipos de cubrebocas y su efectividad de protección contra el Coronavirus

Si bien es cierto que este tipo de mascarillas están diseñadas para impedir la diseminación de los microorganismos, y nos protegen hasta en un 95% del contagio, también es cierto que estamos tapando un hoyo para abrir otro más ancho y profundo en el ambiente.

Cabe mencionar. que al dejar fuera a los cubrebocas de tela, se afectó a la industria del vestido, pues habían encontrado en ellos una manera de paliar las bajas ventas por la pandemia.

¿Cómo mejorar la situación?

Aún cuando se tienen experiencias sobre el manejo de residuos plásticos es un tema que está muy lejos de ser resuelto, y sobre cuando se sigue echando más plástico a la calle, pero aún así podemos hacer algo, con una acción tan simple como está.

Video producido por la Sociedad Mexicana de Salud Pública

Lo que impedirá que cuando sean recolectados y depositados en los rellenos sanitarios no vuelen por los aires contaminando los suelos y los mares.

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