Este 3 de noviembre inauguraron el “Gran Corredor Gastronómico” de la ciudad de Mérida, un espacio en el cual anunciaron que invertirían poco más de 252 millones de pesos entre el Ayuntamiento (78 millones) y el Gobierno del Estado (174.3 millones); esto aumentará la oferta en restaurantes, ¿pero aumentarán las personas interesadas en comer ahí? Eso está por verse.
La inversión realizada pretende ser un incentivo para que la gente acuda al Centro Histórico a comer, sin embargo, habrá que revisar si en la realidad ocurre de este modo; pues al menos existen dos problemáticas identificadas esta industria en la ciudad: falta de personal y baja afluencia (en comparación con las expectativas).
Me parece que la situación es comparable con lo que ocurre en los desarrollos inmobiliarios, que muchas personas los venden con la creencia de que habrá quien los compre, pero que no siempre ocurre de ese modo; en este caso, construyen restaurantes, esperando que haya quien acuda a comer en ellos, ¿será una realidad?
Carol Kolozs, restaurantero fundador de Rosas & Xocolate, reconoce que este 2023 la gente no ha llegado a su comercio turismo como esperaba, aunque el año empezó bien, desde mayo la afluencia de gente ha sido escasa (a pesar de que su restaurante está ubicado en Paseo de Montejo).
Aquí vale la pena preguntarnos, si un restaurante ubicado en la avenida principal de la ciudad no recibe gran afluencia, ¿realmente habrá la gente necesaria para que la inversión en el corredor gastronómico sea redituable?
Si no tenemos el flujo de gente para alimentarlos, no sirven para nada (las inversiones en infraestructura); lo principal es concentrarnos en establecer un turismo estable, este año en particular no ha sido estable”
Carol Kolozs
Apunta que es necesario generar una “masa crítica” de gente para los establecimientos desde la Plaza Grande, Santa Lucía, el Corredor Turístico y Paseo de Montejo. Vale la pena cuestionarnos entonces si existe una especie de “especulación restaurantera”, que consiste en la creencia de que la gente llegará a comer, a pesar de que en los hechos esto no esté ocurriendo (en los sitios que ya existen).
Hay muchos factores que influyen para el poco movimiento de comensales, tales como la inflación, las guerras, las próximas elecciones, entre otras, él mismo lo reconoce.
El turismo es muy sensible, entonces cuando empiezan a haber cosas que le afectan a uno, deja de viajar.»
CK
Pero, si el turismo es tan sensible, ¿basta con hacer una calle llena de restaurantes para que este llegue a la ciudad? ¿Y si mejor se implementan estrategias para que incremente la fluctuación en los lugares que ya existen?
Aunque el mismo restaurantero mira el Corredor Turístico como una implementación afirmativa, “hay temas en Paseo de Montejo que se deben de resolver (como la falta de estacionamiento).”, y considera que esto es imprescindible por tratarse de una de las calles más emblemáticas de México.
Falta de gente para trabajar; “es muy complicado encontrar gente, ha crecido la oferta restaurantera en Mérida, yo creo que estamos anticipando algo que no está llegando a tiempo”. El problema del personal, también llegará al Corredor Gastronómico.»
CK
Si no hay suficiente personal para los restaurantes de la ciudad que ya están establecidos, ¿qué pasará con los nuevos? Pero también es necesario preguntarnos: ¿no hay gente para trabajar o las condiciones laborales son indignas y las personas cada vez están menos dispuestas a aceptarlas?
Vienen a Mérida muchos restaurantes con la idea de que Mérida está creciendo, y sí está creciendo, pero no lo suficiente […] No se olviden de Paseo de Montejo, ha habido varios proyectos presentados y nunca se ha realizado ninguno, hay que generar las condiciones”.
CK
Al respecto de este mismo proyecto, Claudia González Góngora, presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC Yucatán), opina que esta es una zona que ha tenido un crecimiento orgánico por la presencia de restaurantes y ahora con el Gran Corredor Gastronómico mejoran la infraestructura para establecerlo como tal.
La representante de la cámara empresarial, aunque reconoce la falta de personal, celebra este nuevo espacio.
Lo que hoy en día estamos viendo es que, sí, efectivamente tenemos muchas vacantes disponibles por llenar en la industria restaurantera, tenemos en promedio como cinco vacantes por restaurante”.
Claudia González Góngora
Señala que la Canirac brinda capacitaciones de buenas prácticas, manejo de alimentos, protección civil, entre otros, para las y los asociados a la cámara empresarial y, además, están trabajando por capacitaciones específicas para la industria restaurantera.
Con respecto a los salarios ofrecidos al personal, comenta que su compromiso como cámara está presente por la generación de empleos, mirando también el beneficio económico para las y los colaboradores, así como sus capacitaciones.
A pesar de esto, justifica que ha habido retos al respecto debido a la inflación, pues temen:
Poner en riesgo las fuentes de empleo porque necesitan un periodo de adaptación para hacerle frente a todos estos cambios (legislativos) y en Yucatán estamos comprometidos con el crecimiento económico”.
Finalmente, ante este panorama, huele a que este Corredor Gastronómico se puede volver en un asunto de especulación restaurantera, pues al parecer fue uno de esos proyectos para mostrar Mérida al mundo, pero sin incluir a los meridanos. Sin embargo, siempre está el beneficio de la duda de que quien tenga el timón de este barco, no haga naufragar el dinero de los ciudadanos.