- Colectiva yucateca habla de menstruación de manera abierta con niñas
- Las posibilidades del teatro son inmensas, de eso hay certeza.
- La idea de que el ‘teatro sana’ es muy romántica, pero es un deber propio defender la idea porque sí es real.
- Además de sanar el alma, sana heridas históricas y sociales.
‘Sangronas’ fue el resultado de una inquietud de Karla Franco y Selene Medina, artistas comprometidas con crear únicamente piezas que les mueven, les interesan y les conectan son sus realidades, incluso aquellas que se proponen cambiar; también desde estas ganas y estas necesidades personales, nació la Colectiva Cuerva.
Así, para el proyecto ‘Sangronas’, nos sumamos Ariadna Orozco, Teresita Quiñones y yo, Itzel Chan.
Partiendo de lo que nos urge decir como personas y como entes teatrales, nos encargamos de armar una serie de videoperformances sobre la menstruación hace ya un año.
Un punto toral de este trabajo fue hablar de manera pública que la menstruación es un proceso fisiológico y que atravesamos al menos la mitad de la población en México.
Buscamos con ello contar cuál había sido nuestra relación con el periodo menstrual hasta antes de este proyecto, cómo lo hemos vivido y apropiado.
Fue una revelación (para todas)
Reconocimos, descubrimos y evolucionamos en el camino.
Parte del proceso nos llevó a compartir un taller con mujeres y así encontrar juntas un camino para dejar de ser ajenas a nuestra respectiva menstruación.
Fue bastante fructífero, pues muchas habían guardado dudas durante años e incluso, también nos dimos cuenta que la mayoría replicmos tabús sobre nuestro periodo.
Al paso del tiempo -ya sabemos cómo es la vida que sin preguntarnos nos presenta oportunidades- llegamos a recientemente brindar un taller sobre el tema para niñas entre 8 a 11 años.
El taller llamado ‘Acercamiento a mi primera menstruación’ provocó que el alma se nos llenara al ver las caritas de las niñas, rebosando de dudas, con disposición y muy abiertas a conocer el proceso por el que ellas también pasarán y que unas ya iniciaron.
Para Selene Medina este fue un espacio valioso, pues la menstruación a la fecha sigue teniendo estigmas en algunos espacios.
“Que lo tomen con naturalidad, aunque tengan incomodidad al inicio, hace que se aclaren dudas, que tengan planteamientos y entonces esto permite que puedan acercarse a sus familiares a hablarlo”, compartió.
Selene, como cada una de nosotras, tiene claro que el poder hablar de algo que siempre ha estado oculto, comienza a hacer que se normalice y eso es lo que nos proponemos.
Echamos mano de algunas técnicas que el mismo teatro ha dado y pudimos hablar de menstruación de manera libre y amorosa, muy posiblemente como nos hubiese gustado que nos hablaran a esa edad.
Esta consideración la confirmamos con datos oficiales del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), que nos muestran que sólo el 5% de los padres y madres hablan con sus hijas adolescentes del tema.
Al tener este encuentro con las niñas, resonaba la frase que dice: “lo que no fue para mí, que sea para ellas”, si a nosotras no nos hablaron de menstruación en la niñez, nosotras sí les hablaremos de este proceso a nuestras niñas, a nuestras sobrinas y a las hijas de nuestras amigas, hermanas y primas.
Escuchar a las niñas asistentes hacer preguntas sin pena y sin miedo refleja los pasos que llevamos adelante, pues muchas de nosotras no recibimos un acceso a educación sexual integral, por lo contrario, muchas veces nuestras enseñanzas estuvieron basadas en moralismos y prejuicios.
Es también importante resaltar el trabajo de las mamás que mostraron interés en llevar a sus hijas a un taller sobre menstruación, pues tienen clara la importancia de que las niñas crezcan conociendo sus propios cuerpos y procesos.
Para Karla Franco por ejemplo, este encuentro le conmovió porque tiene la certeza de que las nuevas generaciones se van deshaciendo de tabús.
“Me conmueve ver cómo empiezan este proceso desde el saber, verlo como la naturalidad del cuerpo”, externó.
Desde el departamento de Salud Sexual y Reproductiva, Adolescentes y Grupos Vulnerables del Fondo de las Naciones Unidas para la Población, se sabe que sólo el 16% de las niñas y mujeres adolescentes cuenta con conocimientos precisos sobre la menstruación.
Y justo son esos porcentajes los que queremos cambiar desde una mirada con perspectiva de un derecho a una educación sexual integral
Por ellas y por nuestras niñas interiores que ahora abrazamos con mucha ternura.