Libertad y responsabilidad
Al consultorio psicológico llegan muchos papás y mamás con hijos adolescentes preguntando cómo manejar ciertas situaciones relacionadas a emociones, conductas y relaciones. Otros llegan preguntando si lo que están haciendo está bien porque quieren hacer lo correcto, pero siempre encuentran obstáculos o incomprensión.
La mayoría se da cuenta que aquello que le funcionó hace algunos años ya no está funcionando pues sus adolescentes viven cambios bruscos, repentinos y caóticos. Las recompensas y sanciones ya no funcionan, los argumentos son debatidos y los resultados en las medidas y disposiciones familiares no son los esperados.
Muchas personas consideran la adolescencia como una etapa de transición. Yo no estoy de acuerdo. Después de tantos años trabajando con adolescentes puedo asegurar que la adolescencia es una etapa en sí misma. Antes se decía que es la etapa de transición entre la infancia y la vida adulta. Pero es una etapa tan larga y con tantas características peculiares que no puede ser transición, son muchas las vivencias que se tienen en esa etapa, y, si bien es una etapa de muchos cambios, esa es su característica principal.
¿Qué nos toca hacer a los papás y a las mamás ante la adolescencia?
Primero que todo, comprender que nuestros hijos ya no están en la infancia, es decir, ya no se encuentrann en una etapa en donde tenemos que dirigir y agarrar de la mano para cruzar la calle. En esta etapa donde nos toca pararnos en la puerta o en la ventana para ver que crucen la calle.
Necesitamos darle libertad a las y los adolescentes. Que aprendan a tomar decisiones y asumir las consecuencias de estas. Libertad implica decidir y decidir implica que hay consecuencias.
La pregunta que me hacen es: ¿qué tanta libertad puedo darle? Aquí es donde entra el binomio libertad más responsabilidad.
La libertad la entiendo como la capacidad para tomar decisiones y asumir las consecuencias de las mismas, mientras que la responsabilidad la entiendo como la capacidad de responder con habilidad ante los retos y circunstancias que se presentan.
En otras palabras, responsabilidad es la habilidad para dar respuesta a lo que se enfrenta y toca vivir. En la medida que veo que mi hijo o hija adolescente está teniendo más habilidades para responder y tomar decisiones le voy dando más libertad; en la medida que le voy dando libertad voy descubriendo la capacidad para responder ante las consecuencias de la misma.
“A mayor libertad mayor responsabilidad”, “a mayor responsabilidad mayor libertad”. Esto también implica para el adulto la capacidad de soltar y dejar ser al adolescente.
Psicólogo y Sexólogo humanista
Activista social, apasionado por la promoción de las salud mental, la educación de la sexualidad y la prevención social.
El poeta decía «caminante no hay camino, se hace camino al andar»
Y estoy convencido que en esta vida caminamos y lo hacemos en compañía.
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