Muchos entienden que ser “Fitness” implica ir horas al gimnasio, o que sólo involucra la combinación de hacer ejercicio y cuidar la alimentación, pero la realidad es que es todo un estilo de vida que se adopta, no únicamente para mejorar la figura, sino también mental y emocionalmente, y donde el eje principal de este estilo de vida es la fuerza de voluntad.
Cinthya Mendoza, quien entrena desde hace más de ocho años, y se está preparando para competir como fisicoculturista, señaló que, ha tenido que privarse de muchas cosas para poder cumplir sus metas, afirmando que, no importa cuantas horas pases en el gimnasio, si el ejercicio no es parte de la vida diaria.
“La gran mayoría de los que acude al gimnasio, piensan que, porque vienen todos los días, hacen su rutina al pie de la letra es más que suficiente para tener el cuerpo que uno quiere, pero no es así, el ser fitness implica mucho sacrificio, el comer adecuadamente es algo que no todos logran, porque hasta para salir al cine tenemos que cargar nuestra comida porque no podemos ingerir cualquier cosa, tenemos que dejar el alcohol y el tabaco, porque no le hace bien al organismo y cuidar mucho nuestras horas de sueño, porque el músculo se regenera con el descanso” comentó.
Cynthya Mendoza
La atleta, comentó que en muchas ocasiones le han hecho comentarios mal intencionados sobre su cuerpo, además de ser objeto del escrutinio público por suplementarse (aporte de sustancias nutricionales complementarias), además de ser señalada por el consumo de anabólicos (compuestos que aceleran los tejidos aumentando masa muscular), sin embargo, manifestó que no cualquiera logra poder hacerlo, pues se necesita de años de disciplina y preparación para que estos no produzcan daños en el organismo.
“Hay que hacer conciencia que no cualquiera puede suplementarse o consumir “chochos” (anabólicos) algunos creen que porque ya están haciendo ejercicio pueden, pero la realidad es que lo va pidiendo tu cuerpo conforme vayas avanzando, y vayas viendo que te estancas, y normalmente te lo recomienda tu entrenador, tu nutriólogo o tu preparador según sea el caso, la gente a veces por ignorancia cree que cualquier cosa es mala pero no es así, pero hay que recalcar que, tienes que tener ciertas características, como estar bien de peso, no tener comorbilidades (hipertensión, diabetes, colesterol alto etc.) además de estar en tu peso ideal porque si no podrías causar daños a tu organismo, sin embargo, no es malo como todos piensan siempre y cuando sepas como” explicó.
El consumo de sustancias
Por su parte, Marily Tzec Pat, quien es entrenadora y se especializó en ser preparadora de fisicoconstructivismo, tomando cursos de suplementación y farmacología, comentó que, no importa el motivo por el cual quieras comenzar una vida saludable, ya que, aunque existen diferentes motivaciones, ya sea de superación personal, decepción amorosa, cuestiones de salud entre otras tantas, lo importante es comprometerse.
De igual manera y por lo ocurrido el pasado 12 de junio por la intoxicación de más de 500 personas en el municipio de Seyé al consumir cochinita contaminada de clembuterol, las atletas comentaron que los efectos de este medicamento no tienen consecuencias secundarias a largo plazo.
“Con respecto a la Utilizar anabólicos como el clembuterol en la práctica de fisicoculturismo o para incrementar el rendimiento físico no pone en riesgo la salud de los consumidores, sin embargo, al consumirlo sin tener las condiciones adecuadas es peligroso, pues el cuerpo no lo desecha en su totalidad y los residuos podrían afectar la glándula tiroides y ocasionar problemas metabólicos crónicos”
“Todo medicamento es peligroso si no se sabe suministrar o que dosis necesita tu cuerpo, sin embargo, en la medida necesaria y con un buen estilo de vida no ocasiona repercusiones y aunque todos dicen que tiene efectos secundarios hasta ahora consumiéndolo y también interactuando en quienes lo consumen tampoco, sin embargo, cabe aclarar que esto tiene que ser con supervisión y no como algo que pueden hacer todos, hay sus restricciones” dijo
Por otro lado, Alondra Quijano, quien entrena desde los 15 años y actualmente tiene 32, comentó que, el clembuterol es para el aumento de masa muscular, recalcando que, aunque no tiene efectos secundarios como tal solo se puede consumir periódicamente, afirmando que sin una sana alimentación termina contractándose el estómago ocasionando síntomas negativos a los que se pretenden.
Las atletas señalaron que en el infortunado caso de la intoxicación del mencionado municipio, probablemente se debía a las comorbilidades que tenía la gente, así como otros factores de mala alimentación y hábitos, sin embargo, al cortarse el consumo cesa el efecto.
Se trabaja, se es madre y se es Fitness
Las deportistas, además de ser profesionales del fisicoculturismo, también son madres de tiempo completo, y cuentan con trabajos fuera del gimnasio, por lo que dan una gran enseñanza que el querer es poder, pues están comprometidos con ellas mismas y, al igual que muchos a quienes creen vanidosos y superficiales por dedicarse a esculpir su cuerpo, el trabajo constante, la disciplina y la fuerza de voluntad les ha tomado semanas, meses, años e incluso décadas, su lema, “El cuerpo es un templo y hay que cuidarlo”, por lo que invitaron a quienes tienen una vida sedentaria y malos hábitos tanto alimenticios como rutinarios a dar el primer paso.
“lo difícil es atreverse, porque cuando empieces a ver los cambios, a amar como te sientes y como te sientes, te admiraras a ti mismo, no es fácil, pero te lo agradecerás cuando veas los resultados, en el proceso se pierden amigos, por no poder salir de fiesta, por no tomar, te dicen pesada o mamón por cargar tus comidas a todas partes, pero el amor propio vale más” finalizaron.
Sin duda este estilo de vida no es para cualquiera, sin embargo, los resultados son increíbles, el poder alcanzar un cuerpo escultural o una salud envidiable requiere de grandes cambios, y al contrario de lo que muchos creen no cuesta tanto, sólo hace falta tomar la iniciativa, levantarte y sacudirte para alcanzar tus metas, y tú ¿te atreves?