“Al menos los camiones están más bonitos”, suele decir la gente que no acostumbra utilizar el transporte público para trasladarse de un lado a otro, sin conocer los problemas de este tipo de movilidad.

Y es que, aunque es innegable que es un paso importante que las unidades cuenten con mejores condiciones gracias al “Sistema Metropolitano de Movilidad Amable y Sostenible Va y Ven”, como reconoce la propia maestra en políticas públicas Graciela Carrillo, esto aporta para que la gente deje de relacionar moverse en camión con pobreza y otros estereotipos, pero en la realidad esto no suprime otras problemáticas.

Entre las problemáticas que continúan presentes a pesar de los cambios en las unidades se encuentra que las rutas, en su mayoría, siguen saliendo y llegando al centro de la ciudad como punto obligatorio. Hasta ahora, únicamente la ruta de periférico y Metropolitano evitan el centro y conectan desde otros puntos.

Esta situación, provoca una alta afluencia en el centro de la ciudad y además impide la conexión hacia otros sitios. Particularmente de fraccionamientos en la periferia, obligan a ir hacia el centro desde la ruta o rutas que entran hasta allí o, en su defecto, provocan que sean necesarios tres camiones: uno para salir del fraccionamiento, uno para trasladarse en periférico, y uno más para llegar al destino. En algunos casos podrían requerirse solamente dos, pero el tiempo de traslado continúa siendo prolongado.

Además, también hay otras circunstancias que es necesario mejorar aún, tales como la frecuencia con la que pasan los camiones. Hay que recordar dos cosas: por un lado, que no todas las rutas pertenecen ya al Va y Ven y, por otro lado, que incluso aquellas que son Va y Ven varían en el tiempo entre una y otra unidad, a pesar de que desde su presentación aseguraron que tendrían una frecuencia máxima de 15 minutos entre un camión y otro.

Tanto en rutas que pertenecen al Va y Ven como en rutas que no, los tiempos de traslados pueden llegar hasta los 40 minutos, o incluso más, dependiendo de diversas circunstancias. Una diferenciación que podría encontrarse entre los que sí son rutas Va y Ven es que las esperas se alargan por la incapacidad del transporte de satisfacer las necesidades de toda la población que los requiere, mientras que en las rutas que no son Va y Ven ni siquiera pasan.

En cualquiera de los dos casos, es evidente que las unidades que actualmente se encuentran al servicio de la población son insuficientes, ya sea porque hay muy pocas y de plano no pasan o porque la cantidad actual de unidades se ve rebasada y se conglomera al nivel de no darles parada a quienes esperan por el camión.

Entre otras problemáticas, se encuentran los acccidentes

La Página que te avisa si choca un “Va y Ven”, utilizando los datos que suelen publicar, hizo un “recuento de daños” informando que estas unidades han estado involucradas en 623 accidentes, de los cuales en 189 se tuvieron la culpa y fueron chocados en 41 ocasiones.

Además de los choques, también han habido circunstancias de otro tipo como: 46 portazos, espejos rotos y otros por descuido de los choferes; 67 unidades sobrecalentadas; 4 olvidos de colocar el freno de mano; 45 unidades inundadas; 101 fallas de motor y 71 atropellamientos a peatones, ciclistas y motociclistas. Todo esto, con información de la misma página.

Entre otras circunstancias presentes en estas unidades se han identificado, la falta de funcionamiento en la máquina de cobro, la insuficiencia de racks para bicicletas, la alta demanda de la ruta periférico, entre otras.

Si bien es necesario reconocer que ya es un avance que exista la ruta de periférico, también es responsabilidad de las autoridades identificar su demanda y tomar acciones al respecto. Asimismo, es de señalar que las condiciones de las unidades son mucho mejores y es un paso adelante, pues es incluso un tema de dignidad para las personas que las utilizamos. En esto último, sobre el tema de la dignidad, también es de destacar que la amabilidad de las y los choferes también es una mejora. Sin embargo, que una cosa sea cierta, no elimina a la otra: urge un sistema de transporte público eficiente.

Un traslado en transporte público, como mínimo, debería requerir del mismo tiempo que un traslado en automóvil particular… Y de ser posible, incluso debería ser más eficiente en transporte público que en coche. Como ciudadanía, seguiremos exigiendo que mejore el transporte, porque unidades en buenas condiciones es lo mínimo, pero no es suficiente.

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