Tres profesionales del cine: Ariel Raguth, Itto Muñoz y Adrián Colin convergen en Mérida, el primero de de la CDMX, el segundo de Yucatán y el tercero de Jalisco y coinciden, no sólo para producir películas, también los une la firme convicción de crear una industria audiovisual en Yucatán.
El grupo se autodenomina “Las Patas del Chamuco” debido a su interés en el género del terror; mientras trabajan en proyectos de este tipo, también buscan narrar historias que no se enfoquen solamentes en la cultura yucateca, sino en aspectos como la pesca, el skate o el autismo.
Adrián señala la importancia de narrar diversas historias en Yucatán como son la problemática de las instalaciones deportivas públicas donde la falta de adecuación conlleva a conflictos entre quienes las utilizan para diferentes actividades, impidiendo que estas se disfruten correctamente y mermando así la cultura por practicar un deporte en espacios adecuados para ello.
Trabajar en colectivo
El cine independiente, es decir plantear temas distintos a los que generalmente se ven en la pantalla, significa un reto de grandes dimensiones para los creadores, ya que quienes tienen el recurso, generalmente es el gobierno, su interés está puesto en proyectos que resalten la cultura yucateca como un atractivo turístico y no en las problemáticas que enfrenta el estado, en ese sentido se deben plantear distintas las políticas públicas de financiamiento y difusión para el cine independiente encuentre espacio en el estado, señala el colectivo.
A pesar de la escasez de recursos, en lugar de ser un obstáculo, se convierte en un estímulo para idear, planificar y desarrollar proyectos. Una estrategia encontrada para superar esta limitación es la colaboración en equipo, donde cada miembro contribuye con sus recursos técnicos y talento para reducir costos y alcanzar sus metas.
Para distribuir el contenido están las redes sociales lo que permite una mayor proyección y acercamiento con la audiencia de otras partes del país y del mundo y con lo que es posible percatarse de que lo que pasa aquí en Yucatán, también puede estar pasando en otra parte del mundo y se encuentra la coincidencia de vida en otras latitudes, los que hace que un producción independiente sea apreciada y valorada en lugares que no se hubieran imaginado y que promueven al estado en sus escenarios, y para obtener sinergias para la solución de sus problemáticas.
De esta manera, surge la legítima petición de Patas de Cabra de que lugares públicos como El Olimpo, la Cineteca Manuel Barbachano del Teatro Armando Manzanero, el Centro Cultural del Sur y los cines del Centro de Convenciones Siglo XXI promuevan el cine independiente, facilitando su difusión del cine independiente para expandir su alcance y atraer a más público, además de dar cabida a estas producciones para que se disfruten en pantalla la grande.
Crear una industria audiovisual en Yucatán
Itto nos cuenta que en Yucatán no hay una escuela de cine, lo que debe ser el principio para los cimientos de una industria audiovisual o fílmica en el estado, el cual debe aprovechar al máximo sus escenarios naturales y culturales, pero no para que otros vengan y produzcan, sino para que gente del mismo los aproveche y haga sus producciones.
Asimismo, Itto destaca que justamente por la grandeza de estos escenarios es que productoras como Netflix o Amazon Prime, vienen a Yucatán hacer sus producciones, y al no encontrar personal capacitado y profesional que puedan contratar acá, traen al suyo, y se está perdiendo un mercado laboral importante para el estado.
Al propio tiempo el colectivo señala, que están trabajando en una tabla de honorarios profesionales, basada en de acuerdo a los estándares internacionales del Libre Cinema Festival, porque tampoco se trata de que vengan estás producciones y no paguen lo que corresponde, de que tengan mano de obra profesional barata, sino de que tengan a su disposición profesionales competitivos y que como tales tengan que ser remunerados.
La migración que fortalece
Ariel se vino a vivir a Mérida, porque una producción lo trajo para acá y fue fácil enamorarse del estado y como el igual Adrián, y sus experiencias han hecho, junto con la Itto, no rivalizar, sino aprender unos de otros para trabajar en colectivo.
Ellos saben que lograr una industria de lo audiovisual en el estado no es sencillo, pero son los primeros, desde la ciudadanía, en levantar la voz para hacerlo, y que lo que hacen hoy debe servir para que mañana esta se consolide, en el entendido de lo que no se ve, no existe, y por ello dejamos aquí, muestra del trabajo que han realizado, para empezar hacer audiencia del cine independiente.