Quienes son o fueron seguidores del grupo vocal Timbiriche, seguramente recuerdan la línea de la canción que lleva por título este artículo. Escrita por Lara y Monarrez, Soy un Desastre (1985), relata el caos en el que vive un chico adolescente, porque no se sabe a ciencia cierta si es la mamá o la trabajadora del hogar, la que se fue de vacaciones y por ende todo se desordena en esos días: comida, limpieza, ropa, lo que sin duda nos expresó entonces como ahora, lo valioso e importante que es es el trabajo doméstico en nuestras vidas.
Hoy 30 de marzo es el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, los hombres no son considerados en esta visibilización, aunque hay muchos que desempeñan este trabajo cotidianamente, el predominio de esta labor es la mujeres, quienes hasta el año pasado, finalmente en este país se les reconocieron sus derechos como sujetos de la seguridad social, por los que quienes contratan su servicio están obligados ante el IMSS a inscribir a la o el trabajador y devengar la cuota mensual que la asegure.
¿Cuánto y quién debe pagar?
Patrones y empleados son los que cubren la cuota cada mes, la cual se calcula conforme el sueldo que percibe el trabajador. Este cálculo se puede hacer por día, semana o mes, y el IMSS cuenta con un simulador que permite saber cuánto tiene que pagar mensualmente tanto el empleado como el trabajador. Un punto importante, es que el monto que se le paga al trabajador por día no puede ser menor al salario mínimo vigente.
Cabe mencionar, que aún cuando las amas de casa hacen este trabajo cotidianamente y sin días de descanso, no son sujetas a este beneficio. No obstante, Yucatán sólo el 1.8% del total de las trabajadoras del hogar cuentan con este beneficio.
La importancia del trabajo doméstico
Tener la cama tendida, lo ropa lavada y planchada; la comida hecha, y la cocina aseada, ir por un mandado, incluso cuidar a los niños o a un adulto mayor, es un trabajo que se da por sentado cuando se tiene este tipo de asistencia en el hogar, sobre todo si el trabajador o la trabajadora viven en la misma casa, y por ello, en muchas ocasiones se llegan a convertir en parte de la familia y ser una pieza clave para lograr la armonía familiar, por ejemplo, facilitan que las mujeres puedan salir a trabajar y con ello traer mayores ingresos al hogar, porque delegan este trabajo en ellos.
Sin embargo, a pesar de la importancia del trabajo que realizan, como sociedad hemos tenido que recorrer un largo camino para comprender que son empleados y tienen derechos, no solamente obligaciones, no son parientes, ni esclavos, que no pueden ser discriminados y mucho menos violentados ¿quién no tiene una historia en su haber de que el patrón o el hijo del patrón violó a la chica del servicio doméstico?
Los trabajadores del hogar, han sido a lo largo de la historia en este país, y en muchos otros: sobajados y a la vez considerados como un lujo, en esa dicotomía viven, tal vez porque no hemos entendido del todo que su trabajo para muchas familias, puede significar la paz, pues contienen la neurosis de los entre las parejas y los padres hacia los hijos que conlleva el trabajo doméstico y que se transita y persiste por generaciones.
Cleo, la protagonista principal de la película Roma de Alfonso Cuarón, nos demostró un amor incondicional, que permitió que una familia no se rompiera a pedazos, a pesar de la separación de los padres, los hijos del matrimonio fallido tenían siempre quien les hiciera y sirviera los alimentos, les preguntará cómo les había ido en la escuela, incluso jugara con ellos, eso sin duda es más que un trabajo del hogar.
