La milpa maya no es solo un sistema agrícola, es parte de la identidad de los pueblos de la Península de Yucatán. Durante más de tres mil 500 años, ha sido la base de la alimentación y el sustento de muchas familias, además de resguardar conocimientos ancestrales sobre la relación entre el ser humano y la naturaleza. Sin embargo, su preservación enfrenta múltiples desafíos en un mundo donde la industrialización avanza sobre las prácticas tradicionales.
Es por ello que para rescatar y fortalecer este legado, universidades y el Gobierno del Estado firmaron una Carta de Intención para crear la Red Académica de la Milpa Maya (Ich-ko’ol) Península de Yucatán. Este esfuerzo busca darle un nuevo impulso a la milpa, promoviendo su estudio, preservación y adaptación a los tiempos actuales.
Dieron a conocer esta intención en la Facultad de Economía de la Universisdad Autónoma de Yucatán (UADY) que reunió a académicos, representantes gubernamentales y personas interesadas en la sustentabilidad y la cultura maya. El rector de la UADY, Carlos Estrada Pinto, destacó que la milpa no es solo un modelo de producción, sino un reflejo del equilibrio entre la biodiversidad, el clima y las necesidades de las comunidades que han protegido esta práctica a lo largo de los siglos.
“Impulsar la milpa maya es más que una cuestión agrícola, es una estrategia para el bienestar de las comunidades y la conservación de nuestra riqueza natural y cultural”, expresó.
Es importante recordar que la propia Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ya reconoció a la Milpa Maya como un Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM), lo que refuerza la urgencia de protegerla.
El reto ahora es lograr que esta red no se quede solo en el papel, sino que realmente se traduzca en acciones concretas para garantizar que las nuevas generaciones puedan seguir sembrando, cosechando y aprendiendo de la milpa. Mientras tanto, la lucha por su preservación sigue siendo una responsabilidad compartida entre quienes la practican, quienes la estudian y quienes tienen el poder de impulsar políticas públicas que la protejan.
ENTRADAS RELACIONADAS