Detrás de muchas películas infantiles, hay cuentos de hadas clásicos sin finales felices.
Faltan pocas horas para que la nueva versión de La sirenita llegue a todos los cines del país; una película que ha estado en el punto de mira desde que su producción fue anunciada hace más de cuatro años.
Un rodaje retrasado por la pandemia de COVID-19, criticado por el diseño de sus CGI (imágenes generadas por computadora) y controvertido tras la elección del reparto, por ser la primera vez que una cinta adaptada a la «acción real», o live action en inglés, cambia el origen racial de su protagonista animada.
Halle Bailey es el nombre de la actriz y cantante afroamericana, de 23 años, que encarna a la nueva «Ariel»: la pequeña sirenita, hija menor del Rey Tritón, quien queda maravillada al descubrir el mundo de los humanos y se enamora perdidamente de un príncipe llamado Eric, a quien salva de morir cuando su barco naufraga.
En la historia narrada por Disney en 1989, y recreada ahora, la sirenita acepta entregarle su voz a Úrsula, bruja del mar, a cambio de que esta reemplace su cola por unas piernas que le permitan ir al encuentro con su amor y aunque todo es una trampa de la perversa hechicera, quien se hace pasar por humana e intenta conquistar a Eric solo para vengarse de Tritón, el bien logra triunfar al final y Ariel se casa con Eric.
¿Sabías que el cuento de hadas original, escrito por Hans Christian Andersen, tiene un desenlace muy diferente? Publicado en 1837, bajo el título Den lille Havfrue, fue un texto creado para llevarse al ballet y se basó en el poema sinfónico La sirenita (Die Seejungfrau), del compositor austriaco Alexander von Zemlinsky.
La sirenita de Andersen también recurre en su desesperación a la bruja del mar, pero esta no se conforma con tomar su voz, sino que le corta la lengua y le otorga unas piernas que la hacen bailar mejor que cualquier humano que haya existido, pero con un alto precio: en cada uno de sus pasos, sentirá la fuerza de mil cuchillas clavándose en su piel.
Soportando el dolor, la sirenita baila para su príncipe quien, sorprendentemente, decide casarse con la princesa del país vecino al creer que fue ella quien lo rescató del naufragio. Entonces, la bruja del mar le hace llegar a la sirenita una daga y le dice que si la usa para asesinar al príncipe y permite que la sangre de este corra por sus pies, podrá volver a ser una sirena y regresar a su hogar.
La sirenita, incapaz de matar a su amado, se lanza desde la cubierta del barco, transformándose en espuma de mar y el príncipe se da cuenta en ese momento que ella era su verdadera salvadora. Al final, la sirenita se vuelve una hija del aire, un espíritu que podrá ganar un alma eterna si realiza buenas acciones durante 300 años, mismos que pueden reducirse con cada niño bueno que la haga sonreír, mientras que por cada niño de malas acciones que la haga llorar, aumentará el plazo para conseguir su alma inmortal.
Pero La sirenita no es el único cuento de hadas que ha sido modificado para poder ser presentado en la pantalla grande al público infantil, otros clásicos como La cenicienta y Blancanieves, escritos ambos por los hermanos Grimm, tienen castigos ejemplares a sus villanos que no aparecen en las películas.
Una de las crueles hermanastras de Cenicienta se corta el talón al intentar meter su pie a la zapatilla —que en la versión original es de oro y no de cristal— y la otra pierde algunos dedos por la misma razón. En el caso de la malvada reina de Blancanieves, es invitada por su hijastra y el príncipe a su boda, pero solo para obligarla a bailar con unos zapatos de hierro ardiente hasta causarle la muerte.
Pinocho, La Bella y la Bestia, Rapunzel y La Princesa y el Sapo tampoco escaparon a la sustitución de sus tramas perturbadoras por relatos llenos de fantasía, ternura y música inolvidable, que han acompañado la infancia de muchas generaciones.Sin embargo, La sirenita fue también el primer largometraje de la llamada «nueva edad dorada» de Disney, aquella que consiguió trasladar un pedacito de Broadway al cine animado, con canciones originales como Bajo el mar o Parte de él … quizás solo por eso valdrá la pena ver si la nueva versión (cuyo estreno será este jueves, 25 de mayo) le hace justicia a aquella de 1989 que ocupa un lugar tan especial en la cultura popular.