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Lucha ciudadana contra la sobreexplotación del agua en Yucatán

ByRedacción

22 de marzo de 2025
En el marco del Día Mundial del Agua, es crucial reflexionar sobre la crisis hídrica que enfrenta Yucatán. Si bien el manto freático de la península es una de sus mayores riquezas naturales, este se encuentra en grave riesgo debido a la sobreexplotación y contaminación derivadas de diversas industrias, entre ellas la porcícola y la cervecera.

Un claro ejemplo de esto es la instalación de plantas cerveceras en la región, como la de Grupo Modelo en Hunucmá, que requiere millones de litros de agua diariamente para su producción. A esto se suman otros megaproyectos que ponen en jaque el acceso y calidad del agua para las comunidades, pues la extracción masiva y la generación de aguas residuales sin tratamiento adecuado agravan la contaminación del manto freático.

Según datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), en 2023 se identificaron al menos 507 granjas porcinas en la región, muchas de ellas operando sin regulación adecuada, lo que ha llevado a la presencia alarmante de contaminantes como nitratos y coliformes fecales en el agua subterránea.

El agua en Yucatán: un recurso en peligro por megaproyectos e industrias contaminantes

A pesar de los riesgos ambientales, las autoridades han favorecido la instalación de estas industrias bajo la promesa de desarrollo económico, sin garantizar medidas efectivas para evitar la degradación del recurso hídrico. Esta situación ha generado una creciente movilización ciudadana en defensa del agua. Comunidades y colectivos han emprendido acciones legales, protestas y campañas de concienciación para exigir que el derecho al agua sea protegido y que se detenga la proliferación de megaproyectos que comprometen su disponibilidad a largo plazo.

Ejemplo de esta resistencia es la lucha de comunidades mayas como Homún, que han levantado la voz contra la instalación de megagranjas en su territorio, argumentando que la contaminación del agua afecta su salud y su forma de vida.

De igual forma, movimientos ambientalistas han denunciado que el modelo extractivista que domina la región no solo afecta la calidad del agua, sino que también exacerba las condiciones de desigualdad, pues mientras las industrias tienen acceso garantizado a volúmenes masivos de líquido, las comunidades enfrentan problemas de escasez y contaminación.

En este Día Mundial del Agua, es fundamental reconocer que la verdadera defensa del recurso proviene de la ciudadanía. Son las comunidades y activistas quienes han asumido la tarea de visibilizar estos problemas y exigir soluciones. Su lucha no solo busca frenar el deterioro del agua en Yucatán, sino garantizar un futuro en el que este elemento esencial para la vida sea protegido y distribuido de manera justa.

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