Lomitos y bebés ¿qué hacer para que se lleven bien?

Si has visto la película de la Dama y el Vagabundo (Disney, 1955) recordarás que Reina (la Dama) no la pasó nada bien cuando llegó el bebé a casa de sus tutores, pues la adaptación no fue fácil, sobre todo porque toda la atención era para ella , hasta que llegó el ansiado bebé humano a casa y a Reina, no le fue bien, pero si no has visto la película, vale la pena preparar el tazón de palomitas.

Sí dentro de tus primeros recuerdos, está la presencia de un lomito en casa y sigues siendo amante de los mismos, sabes de sobra los beneficios que han traído a tu vida, pero si tu pareja, empezó a convivir con canitos gracias a ti, y se avecina la llegada de un bebé es posible que experimente cierto temor por juntar a las especies, lo cual es natural, y por ello hay que tener las estrategias para la sana convivencia familiar.

De acuerdo con la médica veterinaria Sofía Rodríguez , de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, en entrevista para UNAM Global, dijo que los perros y los bebés pueden tener una convivencia muy sana. Aunque dejó en claro que nuestro amigo de cuatro patas necesitará atención especial, debido a que habrá que prepararlo para que pueda recibir de la mejor forma a este nuevo miembro de la familia.

Hay que acostumbrar al perro a su ‘nuevo estilo de vida’. Ellos pueden cambiar su rutina, son muy inteligentes. Por ejemplo, cuando sucedió la pandemia por la COVID-19, no podíamos salir a dar una vuelta con ellos, era complicado, pero entendían. Lo mismo ocurre cuando llega un bebé. El punto es no desatenderlos: ir a dar una vuelta cuando se pueda o darle algún juguete para suplirle esa actividad”

El acercamiento

Lo primero, hay que preguntarse ¿mi perro es tranquilo? si la respuesta es positiva, entonces no hay temor para acercarlo al bebé que lo olfatee, pero siempre a la vista de un adulto, sobre todo si hay hermanos cerca que puedan inquietar al lomito.

“Si a un perro lo tienes acostumbrado a recibir cariño todo el día y de repente llega un bebé, pues va a extrañar esa atención. Es necesario que haya un equilibrio entre las muestras del cariño hacia el recién nacido y el can, con el fin de que éste no sienta que ya se le dejó de querer”,

Segundo, hay que poner límites al bebé, especialmente cuando empiezan a gatear o caminar, no hay que perderlos de vista, porque puede ser que el bebé invada los límites del can, lo que podría ocasionar que el este no reaccione bien.

Tercero, tu lomito va resentir inmediatamente que ya no le pones la misma atención que antes, y para evitar este desconsuelo, cuando el bebé esté despierto, igual acaricia y juega con tu lomito, con lo cual va relacionar un ambiente positivo con la llegada del bebé.

Cuarto, si tu canito es nervioso, es posible que cuando el bebé llore el también llore o aulle, lo que se recomienda hacer aquí es distraer al lomito dándole un premio, de forma tal que asocie el llanto del bebé con algo bueno.

Quinto, si al bebé le vamos poner límites al lomito también, enseñalo a que se aleje, algunas estrategias:

  • Escoge una palabra, por ejemplo “fuera” o «atrás». Dila en voz alta y firme y acto seguido lanza un premio en el suelo alejado. En este sentido es clave que el lomito visualice el premio. Está práctica requiere varias repeticiones antes de pasar al siguiente paso.
  • Di de nuevo la palabra elegida y extiende el brazo como si estuvieras lanzando un premio. Pero solo lo tienes que lanzar cuando el perro empiece a moverse en la dirección indicada por tu brazo.
  • Ya verás como cada vez que repitas el ejercicio tu perro responderá antes, hasta el momento en que se alejará nada más oír la palabra escogida. Cuando llegue este momento tienes que seguir premiándole por su comportamiento correcto, aunque no hace falta darle un premio todas las veces que el perro se aleja después de decir la palabra.

Los beneficios

Viniegra destacó que el vínculo de los bebés y los perros deja numerosos beneficios para los bebés:

• Se vuelven más sociables.
• Se crea un vínculo de confianza y protección.
• Aprenden valores como la responsabilidad y la fidelidad, entre otros.
• Aumentan las emociones de felicidad.

Sin duda la llegada de un bebé a casa es motivo de alegría y de movimientos telúricos de nuestros afectos y emociones, no obstante, tenemos que ser responsables de los que ya teníamos, antes de su arribo, seguirlos cultivando y con ello lograr la armonía familiar. Si consideras a tu canito como un miembro más de tu familia, el proceso de adaptación tiene que ser para todos igual.

Información de UNAM Global e Imágenes de la película la Dama y el Vagabundo, Pixbay y Freepik

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