Carlos Palma Estrada es de baja estatura, tiene una gorra negra sobre su pelo canoso que da cuenta de los 84 años que ha vivido y mucho amor por su tierra yucateca, se nota por cómo se expresa desde El Yucateco, un puesto de condimentos y productos de su estado ubicado en el Mercado Medellín de la Ciudad de México.
En El Yucateco desde 1968 —con nombre y apellido, como se lo han ganado don Carlos y su familia tras casi 60 años creando historia en el mercado— puedes encontrar desde productos como achiote y otros recados para cocinar hasta galletas Dondé, charritos La Lupita, naranjas, limas y muchos otros productos; además de comidas yucatecas listas para llevar como cochinita, lechón, relleno negro y otros.
El amor de don Carlos hacia Yucatán, pero también hacia el trabajo que ha desempeñado durante tanto tiempo, también se nota cuando mira que el cuadro de un reportaje que le hicieron sobre su puesto se estaba cubriendo con unos chicharrones y rápidamente se sube a una banquita que estaba por ahí para destaparlo.
Este legado llevando hasta las mesas del DF —la actual CDMX— el sabor de Yucatán ha trascendido también a El Bahux, donde la hija de don Carlos, Claudia Palma, también vende productos propios de Yucatán, además de otros productos regionales como tabasqueños.
El Bahux nació apenas hace 4 años, en el temido 2020 de la pandemia por COVID-19, luego de colaborar con El Yucateco durante muchos años, como hija del dueño.
“Nos independizamos”, cuenta Claudia, que habla en plural porque emprendió este negocio junto con su esposo, Víctor Díaz. Actualmente, su principal mercado se encuentra en proveer a restaurantes, aunque también les compran quienes cocinan para sus hogares únicamente.
Los productos que comercializan, los traen directamente desde Yucatán, pues tras viajar hasta ahí para seleccionar qué productos cumplían con la calidad que les interesaba ofrecer, ya cuentan con personas que les proveen, entre ellas destacan a doña Soco —de Kanasín—, que les vende recados; doña Emilia, que les surte queso de bola y Gerardo que les lleva los productos de Oxkutzcab —que le envía su familia—.
Su puesto en el mercado es un trabajo para Claudia y su esposo, pero es también un encuentro positivo para la economía yucateca, gracias a que adquieren los productos de allí. Recados, condimentos, naranjas y limas (de Oxkutzcab) y todos los productos, incluso de temporada como las huayas, viajan desde Yucatán hasta la Ciudad de México para llenar los hogares y restaurantes de sabor.
Allí, también puedes encontrar longanizas de Valladolid que les manda su hermano que sí continúa viviendo en el Estado, específicamente en esa ciudad.
Claudia sabe que el sabor de la comida yucateca es único y delicioso, pero que requiere de recados de calidad, por eso escogió a sus proveedores cuidadosamente; aunque también venden recados de menor calidad para los restaurantes que así se lo solicitan, reconoce que incluso en la comida que venden en el puesto de su papá, El Yucateco, que ella cocina, le halagan sus platillos —en especial el relleno negro— y ella sabe que es gracias a sus recados.
La diferencia de precios es abismal, mientras que un recado económico puede venderlo en 80 pesos el kilo, uno de buena calidad alcanza los 160 pesos en la misma cantidad; pero “el sabor es muy bueno”, mientras que hay recados que “solo es harina con color negro (en específico el del relleno negro) […] En ese sí soy muy meticulosa en escoger”. Y el que vende, es el de doña Soco, de Kanasín, el mismo que vende en el Mercado Lucas de Galvez.
De 9:00 a 5:30 pueden encontrar estos productos en el Mercado Medellín de la Ciudad de México, si estás por aquí y quieres cocinar con el sabor de Yucatán, ya sabes a dónde ir. Y si vives en la CDMX y para Día de Muertos quieres encargar tu pib y/o mucbipollo, puedes escribirles al 55 3901 9366 o al 55 1800 8790.
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