El arte de Hericko Delfín se abraza en la originalidad, la conceptualización y la honesta elegancia que producen trazos primarios, auténticos y con una tremenda fuerza evocadora, que remueve la percepción estética de quien observa la pureza y contundencia de sus colores, líneas de diversos grosores y un movimiento imparable que trasciende el lienzo o el papel.
Su lenguaje se construye en el papel o el lienzo, con materiales como la tinta y el óleo y en ellos y con ellos, Hericko Delfin ha encontrado en la técnica de tinta quemada su sello distintivo.
La técnica de tinta quemada se realiza con la tinta, agua mineralizada, catalizadores y aire caliente.
En su serie “El tiempo estorba” comenzó a evidenciar su necesidad de encontrar en el expresionismo abstracto, su estilo, considera que fue un ensayo lejos del error y para ello se hicieron trazos toscos utilizando espátulas y pinceles orientales.
Generalmente trabaja formatos grandes de 1.50x 2.00 metros y algunas de sus piezas son ejecutadas para su colección personal y otras son realizadas para coleccionistas compradores.
“Me llamaba la atención el abstracto oriental no tan purista, ni limpio y aprendí a manejar estas brochas grandes”, explica con contundencia al compartir cómo fue perfeccionando sus búsquedas.
Algunas de sus exploraciones fueron hacia los tonos primarios y posteriomente a combinaciones en sepia, pero el negro de la tinta siempre es un color que sobresale y que trasciende por su potente personalidad.
Su atracción por esta técnica de realización, en gran medida, se basaba en el tiempo, en la permanencia y la fugacidad. En el caso de algunas técnicas como el acrílico, éste permite pausar y retomar, a diferencia de la tinta.
La conceptualización de cada una de las series que crea Hericko Delfín lleva tiempo, como fue el caso de “Sovrio”, que nace bajo la premisa de mostrar al espectador los primeros trazos, los que surgen primariamente y se consolidan como lo más honesto, reflexionando sobre lo que las personas normalmente muestran: productos acabados.
“Sovrio” revela entonces lo que Delfín considera lo más elegante, ese proceso vivo que nace en busca de un resultado final; por ello eligió un material como el papel y no el lienzo, pensando también en esa pureza de los materiales.
Originario de Coatzacoalcos Veracruz, pero habitante de Mérida desde hace varios años, su pasión por la pintura y en especial por la pintura abstracta, le invitó a elegir escuchar su instinto como artista y entregarse a él, cerrando su ciclo como docente de Arquitectura, profesión en la que se formó en la Universidad Autónoma de Yucatán.
Su personalísimo estilo se afincó en el expresionismo abstracto, creando obras basadas en el volumen y la sombra, en la tinta y el óleo.
Su serie “Portadas” pone al descubierto sus deseos de plasmar en imagen aquello que su mente recreaba pero que no siempre veía en lo que observaba, como era el caso de algunas revistas, cuyo contenido era interesante para él, pero la imagen no siempre estaba al nivel del mismo, fue así como comenzó a explorar creaciones auténticas y más libres, denominándolas “Portadas”.
Este agosto del 2023 será el mes donde este fascinante artista plástico celebrará los 25 años de su trayectoria como creador, reuniendo en exposiciones y eventos coordinados por Enlaces&Difusión y la directora de esta empresa, Andrea Peraza Villamil , algunas de sus obras más sobresalientes, así como algunas creadas ex profeso para este recuento de la vida artística de Hericko Delfín, quien no deja a nadie indiferente ante su obra y a quien invitamos a conocer para que las imágenes creadas les hablen por sí mismas.
La obra de Hericko Delfín bien podría abrazarse en las palabras del escritor Fernando Pessoa:
El misterio de las cosas, ¿dónde está?
¿Dónde está que no aparece
por lo menos para mostrarnos que es un misterio?
¿Qué sabe el río de eso y qué sabe el árbol?
Y Yo, que no soy más que ellos, ¿qué sé de eso?
Siempre que miro las cosas y pienso en lo que los hombres piensan de ellas,
me río como un regato que sueña fresco en una piedra.
Porque el único sentido oculto de las cosas
es que no tienen ningún sentido oculto.
Es más extraño que todas las extrañezas
y que todos los sueños de los poetas
y los pensamientos de todos los filósofos,
que las cosas sean verdaderamente lo que parecen ser
y que no haya nada que comprender.
Sí, he aquí lo que mis sentidos han aprendido solos:
las cosas no tienen significación: tienen existencia.
Las cosas son el único sentido oculto de las cosas.
“El misterio de las cosas, ¿dónde está?, de “El guardador de rebaños”, en El poeta es un fingidor Antología Poética.
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