En México, miles de personas enfrentan barreras para acceder a la educación superior: la distancia, el trabajo, la familia o incluso la falta de oportunidades en su comunidad. Para muchos de ellos, la educación a distancia ha sido la alternativa que les permitió continuar con su formación profesional sin necesidad de trasladarse a una universidad de manera presencial.
Esta modalidad ha crecido de manera significativa y actualmente permite que más de un millón de personas en el país puedan estudiar sin importar en dónde vivan. Anabel de la Rosa Gómez, coordinadora de Universidad Abierta y Educación Digital, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explicó que esta opción académica ha sido clave para estudiantes que necesitan combinar sus estudios con responsabilidades laborales, familiares o personales.
“Es una alternativa real para quienes, por cuestiones geográficas o económicas, tendrían dificultades para asistir de manera presencial”, señaló.
María Soledad Olazo Pérez, egresada de la carrera de Psicología, cuenta que dejó de estudiar cuando fue madre y fue gracias a la posibilidad de estudiar a distancia que posteriormente pudo continuar con sus estudios. Gracias a esta modalidad, no solamente logró terminar la licenciatura, sino también obtener una maestría y un doctorado.
“El camino no fue sencillo, muchas veces pensé en abandonar, pero siempre tuve apoyo. Ni en mis sueños más ambiciosos imaginé que llegaría hasta aquí y que alcanzaría la independencia económica, que para las mujeres es crucial porque nos hace menos vulnerables a la violencia de género”, compartió.
El crecimiento de la educación a distancia no solo ha beneficiado a los estudiantes, sino también a los docentes. Más de tres mil profesores han podido desarrollar sus habilidades en esta modalidad, lo que ha permitido fortalecer metodologías de enseñanza y el uso de herramientas digitales. Además, se han implementado modelos híbridos que combinan lo mejor de la educación presencial y digital, lo que podría ampliar aún más la cobertura educativa en los próximos años.
Si bien esta opción ha logrado transformar la vida de muchas personas, aún hay retos por enfrentar, como mejorar el acceso a tecnología en comunidades alejadas y garantizar que más personas conozcan esta alternativa. Lo cierto es que, para miles de estudiantes, la educación a distancia ha representado una segunda oportunidad para cumplir su sueño de obtener un título universitario y mejorar sus condiciones de vida.
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