Hace casi dos años, Carlos Cosío y su familia tomaron rumbo hacia Mérida, la ciudad del país que dicen es la más segura. Esta decisión fue por una oportunidad laboral para su esposa, sin embargo, se ha convertido en un ir y venir de la Fiscalía, sin soluciones ni justicia.
Desde la Ciudad de México, su lugar de origen, se contactaron con la persona que les rentaría su nuevo hogar; sin embargo, Carlos cuenta que al llegar esta persona les comentó que las dos casas que tenía ya no se encontraban disponibles y les podría rentar un domicilio particular en Los Héroes.
Gonzalo N., quien les ofreció esta casa en Los Héroes, les dijo que únicamente iría una vez al mes, pero que les rentaba la casa en 7 mil pesos, sin amueblar y solamente la planta baja: cuarto, sala-comedor y cocina. Mientras que la planta alta dijo que no se las rentaría porque esa zona usaría cuando fuera a la casa.
Ya habitando el lugar, desde el 15 de febrero de 2023, se encontraron con que había otra persona, misma que se identificó como primo de Gonzalo y quien les advirtió de que su primo es una persona violenta, diciéndoles que tuvieran mucho cuidado.
A pesar de que había un contrato de por medio y este no especificaba que solamente les rentaban una parte de la casa, así estuvieron durante el primer mes; sin embargo, Gonzalo comenzó a prohibirles más cosas cada vez, como por ejemplo, que tendieran ropa en el patio.
Además de esto, Gonzalo tomaba la comida de su refrigerador y lo negaba, señala el denunciante. La situación y el tono de las interacciones, fueron incrementando en violencia, describe Carlos, y debido a que él y su esposa tenían un bebé de meses, tomaron la decisión de irse un día para encontrar otro lugar.
Ese día de marzo, tomaron algunas cosas como ropa y se fueron, pensando que podrían volver después por lo demás. Pero al día siguiente que intentaron regresar, ya no les permitieron acceder al domicilio.
“Amenazó a mi esposa y a mí, que si volvíamos nos iba a matar”.
Posteriormente, al realizar denuncias en redes sociales, supieron que esta persona ha estafado a muchas personas y tomaron la decisión de denunciar de manera formal ante la Fiscalía, quedando asentado el caso en la carpeta GA/000840/2023. Sin embargo, año y medio después desde que todo ocurrió, no ha habido ningún avance en la misma.
Entre las cosas de las que acusan que se apoderó y vendió Gonzalo se encuentran: pantalla, refrigerador, estufa, además de otras. “La gente no denuncia por miedo”.
Los daños no solamente fueron materiales, Carlos es biólogo y también perdió a las especies que trajo consigo como parte de su investigación, pues se murieron cuando ya no les permitieron acceder de vuelta a la casa. Y, por supuesto, todas las afectaciones emocionales que han atravesado incluso por el proceso legal que no avanza. Además, tuvieron que consegir un lugar dónde vivir durante todo este tiempo.
Para Carlos y su familia, señala, justicia sería que Carlos les devuelva el dinero de todas las cosas que se quedó y vendió. “Queremos que esta persona pague porque está como si nada. No puedo creer que ni la Fiscalía ni los abogados hagan nada después de año y medio […] ¿Qué tanta impunidad hay aquí?”.
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