«Mi cubita con coca normal, bueno mejor sin azúcar, oiga no ¿tiene coca light? le dice un comensal de la mesa contigua a la mía, al mesero, y es que la Coca Cola tiene para todos los gustos y necesidades nutrimentales, no en balde es una de las corporaciones más importantes y poderosas a nivel global, y a la vez una de las armas de más letales contra la nutrición humana.
Siempre que elevan el precio de los refrescos, pienso que bajará el consumo, y por ende mejorará la salud de todos, pero eso es sólo una buen deseo, el mercado se ríe de nosotros con tales carcajadas que seguro se escuchan hasta la luna.
Por ejemplo, según información del Diario El Economista, a la Coca Cola el tema del alza de precios del jarabe de maíz y las latas de aluminio dada la inflación existente, esto le hizo a la multinacional lo que el viento a Juárez», sólo le bastó subir el precio a sus productos, ya que lejos de disminuir sus ventas estas subieron, ya que para el segundo trimestre del año (mayo-junio) aumentaron en un 8%, aún cuando el consumidor ya ha resentido el alza de sus productos en un 12% en lo que va del año.
Por su parte PepsiCo, anunció la semana pasada que no había registrado pérdida en sus ventas, y estima que todavía hay margen para aumentar el precio de sus productos sin perder mercado.
El tema es que el consumo de las Colas (Coca y Pepsi) no cesa, y la obesidad sigue en aumento, particularmente la de los niños, que son los adolescentes y adultos del futuro, y quienes seguramente, si no se hace algo serio al respecto en el seno de las familias, los infantes formarán parte de las estadísticas de la diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares en un futuro que ya nos alcanzó, pues por si se nos había olvidado México tiene, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el primer lugar en obesidad infantil, y en Yucatán, en el ranking nacional andamos en la pelea del liderato, ya que estamos ubicados dentro de los 10 primeros lugares en obesidad infantil a nivel nacional.
Las medidas como poner sellos a los alimentos procesados, de momento no han dado los resultados esperados, además de que la pandemia agudizó el sedentarismo de los infantes, quienes no sólo dejaron de tener la actividad física necesaria, sino que el encierro llevó a un mayor consumo de estos alimentos procesados.
Aún cuando el gobierno para el 2022 aumentó 4.03 puntos porcentuales el impuesto que debemos pagar los mexicanos por comprar un refresco, esto tampoco ha hecho mella en el consumo, como han sido también la inversión que se ha hecho para combatir la obesidad como parte de las políticas públicas, tanto a nivel federal como estatal, pero sobre todo no ha avanzado la conciencia de la población sobre que el consumo de estos productos, como dice su leyenda «son nocivos para la salud.»
Pero en lo que son las peras y las manzanas que no comemos en sustitución de los alimentos procesados y las colas. Estas empresas no pierden, siempre ganan aún en los escenarios más adversos.
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