Mié. May 14th, 2025

El rezago del Servicio Postal Mexicano: entre la ineficiencia logística y la falta de innovación

En un mundo cada vez más interconectado, donde la inmediatez y la tecnología marcan la pauta del comercio y la comunicación, el Servicio Postal Mexicano (Sepomex) parece haberse quedado atrapado en el pasado. Mientras otros países han transformado sus sistemas postales en plataformas digitales multifuncionales, México aún enfrenta problemas básicos: entregas tardías, falta de opciones de pago electrónico y una logística deficiente que mina la confianza ciudadana.

Una infraestructura sin modernización

Sepomex, también conocido como Correos de México, fue por décadas una institución confiable. Hoy, sin embargo, su red logística es percibida como obsoleta. Usuarios de todo el país reportan constantemente retrasos en la entrega de cartas y paquetes, que en ocasiones tardan semanas o incluso meses en llegar a su destino. En un entorno dominado por empresas privadas que prometen entregas en 24 o 48 horas, la falta de eficiencia es más notoria y perjudicial que nunca.

La ausencia de pagos electrónicos: una barrera al crecimiento

Uno de los principales signos de estancamiento es la falta de opciones de pago electrónico en la mayoría de sus servicios. Mientras el e-commerce se consolida como una de las principales formas de comercio en México, Sepomex no ha sabido adaptarse. La imposibilidad de realizar pagos digitales limita gravemente su competitividad, especialmente entre pequeñas y medianas empresas que buscan soluciones logísticas accesibles para enviar sus productos.

“Es increíble que en pleno 2025 aún tenga que ir a una oficina postal para hacer un pago en efectivo”, comenta Laura Medina, emprendedora de Monterrey que abandonó el uso de Sepomex en favor de empresas privadas. “Pierdes tiempo y no tienes garantías de seguimiento.”

En el siguiente cuadro comparativo podemos observar cómo está México con respecto a otros servicios postales gubernamentales en el mundo:

PaísSeguimiento en tiempo realPagos electrónicosRecolección a domicilioTiempo promedio de entrega
México❌ No disponible❌ No disponible❌ No disponible5–15 días (o más)
Brasil✅ Disponible✅ Disponible✅ Disponible3–7 días
Francia✅ Disponible✅ Disponible✅ Disponible1–3 días
Canadá✅ Disponible✅ Disponible✅ Disponible1–2 días

Cómo se ha ido diluyendo la confianza:

Laura Méndez, emprendedora – Col. México Norte
«Intenté usar Sepomex para enviar artesanías que vendo en línea, pero tuve muchos reclamos por retrasos. Ahora uso una mensajería privada. Pago más, pero mis clientes están contentos.»

José Cetz, jubilado – Centro Histórico
«Todavía me gusta enviar postales o cartas, pero a veces llegan abiertas o simplemente no llegan. Antes era distinto. El servicio ha caído mucho.»

Daniela Cocom, estudiante universitaria – Fracc. Las Américas
«Compré un libro para mi tesis y lo mandaron por correo. Tardó más de un mes. Perdí mucho tiempo esperando. Ya no confío en ese servicio.»

Oportunidades perdidas en la era del e-commerce

El auge del comercio electrónico representa una oportunidad de oro para los servicios postales públicos. En países como Canadá, Reino Unido o incluso Brasil, los servicios postales han innovado integrándose con plataformas digitales, ofreciendo seguimiento en tiempo real, recolección a domicilio y soluciones de última milla.

México, en cambio, ha desaprovechado esta ola. Aunque existen proyectos anunciados para modernizar la infraestructura de Sepomex, los avances han sido lentos y poco visibles para el ciudadano común. El rezago tecnológico no sólo afecta a los usuarios, también deja sin aprovechar el potencial de desarrollo económico y de inclusión digital que un sistema postal moderno podría generar.

El futuro: entre la privatización y la reinvención

Expertos en logística y economía advierten que de no tomarse medidas urgentes, Sepomex podría volverse completamente irrelevante. Algunos analistas incluso proponen una transformación radical que implique asociaciones público-privadas o una reconfiguración como empresa estatal autosustentable, al estilo de La Poste en Francia.

“La única forma de salvar el sistema postal mexicano es con una visión de futuro que incluya digitalización, eficiencia operativa y atención al usuario”, señala el economista Guillermo Trejo. “No se trata solo de repartir cartas, sino de ser parte de la infraestructura digital del país.”

El Servicio Postal Mexicano se enfrenta a un punto de quiebre: modernizarse o desaparecer. Su papel como herramienta de inclusión social y desarrollo económico no debe subestimarse, pero tampoco puede sostenerse con prácticas del siglo pasado. Mientras las tecnologías avanzan y las necesidades de los ciudadanos cambian, Sepomex tiene que decidir si quiere ser parte del futuro… o seguir siendo un vestigio del pasado.

El gobierno mexicano está dejando pasar una gran oportunidad para incentivar el comercio interno y externo, la cual hubiera sido mucho más barata, proporcionalmente redituable y visible que el AIFA o el Tren Maya.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *