No queremos que recuerdes nuestros nombres, queremos que repliques y mejores nuestras acciones
Ante todos lo retos que enfrentamos hoy en día, en una situación global decisiva, es imperativo activar estrategias que nos permita mantener o incluso mejorar nuestra calidad de vida, una de ellas es la construcción de redes de colaboración integrales en la comunidad a la que se pertenece, y crear estrategias en conjunto que aseguren por lo menos las necesidades básicas específicas de la misma y sus alrededores desde ahora y en los años venideros, buscando ser responsables de los recursos de los que debemos ser guardianes.
Uno de los grupos que están trabajando y explorando estos modelos colaborativos y autogestivos vecinales es en el fraccionamiento las Américas en Mérida Yucatán, donde la organización puntual de sus vecinas y vecinos logra hacer valer su derecho a elegir sobre la interacción armoniosa y responsable con el entorno en el que viven, es decir, trabajan en conjunto para aumentar su calidad de vida.
El Comité Vecinal
Desde 2014, el fraccionamiento las Américas cuenta con un Comité Vecinal, el cual ha trabajado incansablemente y sin sueldo, en diferentes gestiones, y ha sido la punta de lanza para hacer escuchar de manera eficiente la voz colectiva del fraccionamiento en sus diferentes necesidades.
Una de diferentes iniciativas que han florecido gracias a la asesoría y colaboración del comité es la Colectiva Ecoemprendedoras de la Tierra, quienes han adoptado áreas verdes del fraccionamiento para su limpieza, cuidado y aprovechamiento colectivo, sobre esta experiencia tuvimos la oportunidad de conversar con Jazmín Díaz residente del lugar, y una de las integrantes de la colectiva.
La pandemia me hizo comprender la vulnerable posición en la que nos encontramos con respecto al alimento y la salud, no estamos en conexión con la naturaleza, no sabemos cultivar nuestro alimento, ni usar las plantas medicinales, eso lleva a buscar entre vecinas el apoyo para comenzar juntas un huerto comunitario, fue una chispa que se encendió al entender que tenemos la responsabilidad de dirigir nuestras acciones y crear oportunidades para vivir una vida digna”
Al no contar con espacio suficiente en casa para producir alimentos y medicina, adoptar nuestras áreas verdes es una ingeniosa y creativa forma de ser resilientes ante retos que se presentarán en años venideros.
El primer huerto comunitario se inició el 14 de abril del 2020, ahora contamos con tres huertos vecinales autogestivos, cada uno de ellos trabaja y experimenta diferentes formas de organización y actividades.
Jazmín Díaz, Ecoemprendedora de la Tierra
De acuerdo con Jazmín la instauración del huerto comunitario les ha permitido proporcionar un santuario a la biodiversidad a la zona, aprender a cultivar alimentos y medicinas, aprovechar los residuos orgánicos de las casas, hacer actividades recreativas con la familia, facilitar y fortalecer la convivencia social, proporcionar paz y conexión espiritual, así como el resguardo de campistas, entre muchos otros beneficios.
La participación de cada vecinas y vecinos es diferente, algun@s sólo tiran sus residuos orgánicos en la composta vecinal, otr@s participan activamente en las actividades del huerto como siembras, riegos y compostaje, y hay quienes solo donan materiales. Los huertos se han logrado establecer gracias a las donaciones de tiempo, materiales y dinero de l@s vecin@s y aliad@s.
Las áreas verdes son monitoreadas por personal del Ayuntamiento, quienes al ver a los vecinos limpiando el terreno, confirmaron que este fuera área pública, por que esta acción no se interpretará como una posible invasión a la propiedad privada, lo que permitió a la comunidad a trabajar con mayor confianza.
Los huertos se encuentran ubicados en:
- Calle 112 x 55b y 55c; Huerto Comunitario “Santuario de la Biodiversidad”
- Calle 100a x 53b y 53c; Huerto Comunitario Ancestral de la Madre Tierra
- Calle 112a x 47c y 47; Huerto Comunitario “La Casa del Toh”
El trabajo puntual de Ecoemprendedoras de la Tierra
Los temas que ocupa esta colectiva son en primer lugar la seguridad alimentaria, la seguridad medicinal y el trabajo colaborativo.
Tenemos como humanidad, la urgente necesidad de regresar a la tierra, volver a prácticas ancestrales, producir nuestros propios alimentos, promover el trueque de productos y servicios, realizar nuestras actividades de manera sustentable, consciente e informada, organizar y crear hábitos de consumo saludables y accesibles, de forma tal que comamos mejor y ahorremos, lo que claro significa cambiar nuestra vida y la forma de vivirla, pero con una grandísima recompensa nuestra paz, libertad y autonomía.
Jazmín Díaz
La clave, nos comenta Jazmín, es el tejido de redes colaborativas entre los vecinos: “el apoyo mutuo entre nuestras vecinas y vecinos ha proliferado en estos años y hemos creado formas muy amenas de compartir desde alimentos, ropa, conocimientos y materiales hasta amistad”.
Estamos conscientes de diferentes problemáticas que nos preocupan y tomamos acción en medida de nuestras posibilidades, tomemos como ejemplo el tema de delincuencia, en la calle donde el huerto que cuido se encuentra, los vecinos hemos conformado un comité de policía vecinal, la policía viene a dar su anuencia de la conformación de estos comités y nos abre las puertas para obtener capacitaciones y organizar acciones que nos mantengan seguros y preparados para tomar acciones necesarias en comunidad.
Jazmín Díaz
Lo que se quiere con esta acciones, comenta Jazmín es generar las condiciones para dignificar la vida de toda persona que entra al fraccionamiento las Américas, para ser un lugar de Paz y Resiliencia y poder compartir lo que se ha aprendido con otros fraccionamientos y comunidades «nos falta mucho por avanzar, pero lo estamos haciendo» destacó.
Estamos experimentando en la interacción con nuestros vecinos de colonias del sur de Mérida, quienes vienen al fraccionamiento todos los días en busca de materiales de reciclaje, analizando estrategias para crear una forma de apoyar como vecinas y vecinos y hacer más eficiente y digno su trabajo y medio de subsistencia.
Jazmín Díaz
Una de esas estrategias es autogestionar diferentes áreas y servicios útiles en los huertos comunitarios, los cuales se inclinan hacia la bioconstrucción y uso de ecotecnologías, así como técnicas sustentables y orgánicas de producción de alimentos. Entre las ecotecnologías que estamos autogestionando en los huertos se encuentran el compostero, el baño seco, captación de agua de lluvia, y tratamiento de aguas jabonosas, entre otras.
También se han implementado proyectos piloto en diferentes temas que permiten aprender más sobre hacia dónde y cómo se quiere avanzar. Un aspecto clave también para el éxito de esta iniciativa ciudadana es sin duda la autogestión, de lo cual Jazmín nos comenta al respecto:
Hablando específicamente de nuestro fraccionamiento, somos parte de una comunidad que cuenta con la convicción, las capacidades intelectuales, profesionales y/o los conocimientos para realizar estos proyectos, nos comunicamos y organizamos, estamos aprendiendo también sobre la marcha.
Gestionar nuestras necesidades es un derecho básico que está solamente en nuestras manos, cuando sabemos que queremos, también sabemos que es lo que nos falta, y podemos tomar acciones en conjunto, eso nos permite avanzar mucho más rápido y eficientemente con nuestros propios recursos o donaciones, a veces no es necesario gran cantidad de dinero para lograr algo maravilloso y útil, también hemos aprovechado diferentes apoyos en capacitación y becas tanto de universidades, organizaciones civiles, otros colectivos vecinales y del Ayuntamiento de Mérida para fortalecer nuestras habilidades y crear mayor impacto.
Jazmín Díaz
Jazmín destaca que es importante utilizar el derecho que se tiene a gestionar ante instituciones gubernamentales y para ello es indispensable tener las peticiones actualizadas y dar seguimiento puntual a las solicitudes; Sin embargo, se está consciente de que existen procesos y tiempos del gobierno que no necesariamente empatan con las necesidades de las comunidad, en este sentido puntualiza: ,
Podemos seguir avanzando y hacernos cargo de nuestro propio desarrollo, podemos hacer realidad diferentes iniciativas que salen de nuestra comunidad juntando nuestras voces y acciones para el bien de nuestras vidas y nuestro entorno, cuidar que las iniciativas que decidimos sean responsables y resilientes y generar el respeto que se merecen, y sobre todo generar con creatividad soluciones para problemáticas que tenemos que resolver muy pronto como ciudadanos conscientes de los retos que se aproximan.
Jazmín Díaz
Las semillas de cada proyecto de Ecoemprendedoras de la Tierra han dado como resultado estos frutos:
1. Participación proactiva en el comité vecinal.
2. Fomento de huertos caseros y comunitarios, jardines comestibles, polinizadores y de plantas medicinales.
3. Proyectos de gestión de residuos orgánicos y reciclaje.
4. Promoción de otras iniciativas que sumen a la ecología y los valores de la sustentabilidad.
5. Elaboración de artesanías con residuos.
6. Voluntariados juveniles.
7. Capacitaciones y talleres sobre sustentabilidad y ecología.
8. Venta de productos y artesanías cosechados en los huertos caseros.
9. Promoción de bazares comunitarios en el fraccionamiento para generar economía.
10. Limpieza de basura.
11. Participación ciudadana y propuestas de leyes.
12. Creación de alianzas y redes ciudadanas.
13. Innovación y transferencia de conocimientos en materia de Sustentabilidad.
14. Sistematización, investigación y evaluación de las actividades a través de diferentes tesis de maestría en colaboración con estudiantes del Tecnológico de Mérida.
Sobre los trabajos de grado que refiere el punto 14 está el de Alexander Rodríguez, egresado de la maestría en planificación de empresas y desarrollo regional, tesis denominada “Involucramiento vecinal en gestión de espacios públicos para su consolidación y aprovechamiento en el fraccionamiento Las Américas Mérida, y dos más que están en proceso.
Los siguientes pasos son:
- Continuar sumando y vinculando con personas, instituciones y agrupaciones que realmente estén interesadas en crear un mundo mejor.
- Gestión y promoción de la aplicación de ecotecnologías en las áreas verdes y en casas habitación como los baños secos, cosechas de agua, tratamientos de aguas jabonosas, estufas ahorradoras de leña y paneles solares entre otros.
- Promoción de la medicina tradicional y uso de plantas nativas.
- Creación de grupos de debate
- Dignificar el trabajo de las personas que se dedican a recolectar residuos y artículos de segunda mano de casa en casa.
- Gestión de un centro cultural permanente donde se puedan desarrollar actividades y proyectos que apuntalen todo el trabajo y se genere un círculo virtuoso de sustentabilidad, convivencia, comunidad, abundancia, paz y conciencia.
- Concientizar e informar en temas de diversidad y neurodivergencia entre otros.
El sueño de Ecoemprendedoras de la Tierra es crear una comunidad PROACTIVA en el fraccionamiento Las Américas que sea un ejemplo POSITIVO, VISIBLE y REAL, donde comunidades de otras colonias o ciudades vengan a conocer sus éxitos, fracasos y soluciones. Compartir los valores, la experiencia, la motivación y la inspiración para que «TÚ tomes en TUS manos y TE HAGAS CARGO COMO INDIVIDUO Y DESPUÉS COMO SOCIEDAD de proyectos comunitarios AUTOGESTIVOS que nos conjunten y nos sumen a una misma visión: LA PAZ MUNDIAL» destacó Jazmín.
El trabajo colaborativo en los fraccionamientos, colonias o comunidades es decisivo para un desarrollo comunitario enfocado a lo que sus integrantes desean alcanzar, anhelamos una convivencia vecinal responsable, sustentable, pacífica, colaborativa, resiliente, abundante, próspera, consciente y autogestiva, en el Fraccionamiento las Américas se están dando lecciones importantes al respecto, vale la pena tomarlas.