Cuánta relevancia ha tomado el concepto de género en lo que va de este siglo; se ha vuelto tema de conversación y acción para definiciones, estudios, disertaciones, discusiones, convivencia, tolerancia, inclusión, equidad, violencia y política, por tan sólo mencionar algunos de los caminos que han cursado distintas sociedades, comunidades y familias en sus dinámicas con el tema.

Entre los caminos andados están los de las comunidades escolares donde conviven alumnos, docentes y administrativos, y en la cual es necesario tender puentes de comunicación sin interferencia, pues tan sólo en Yucatán el 35% de la población está involucrada en el quehacer educativo, desde el preescolar hasta el ámbito universitario, y es en este último donde los estudiantes exigen ser escuchados para que los otros dos actores de la escena educativa actúen en consecuencia sobre las necesidades y demandas de los alumnos que atienden.  

Lo cual les cuesta trabajo a todos, pero cada vez más se van colocando un mayor número de cimentos para lograr diálogos intergeneracionales capaces de construir acuerdos, y un ejemplo de ello es lo que está sucediendo en la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) con respeto al pedimento de los estudiantes sobre el respeto irrestricto a su condición de género sea cual sea.

Una encuesta

Fue el instrumento que en 2021 utilizó el colectivo Spectrum Diversidad Estudiantil para empezar a visibilizar la existencia, el descuido y las necesidades de la comunidad LGBTIQA+ en la UADY, dicha encuesta fue respondida por 97 estudiantes de la institución y dio una primera luz sobre la existencia y los problemas que presenta esta comunidad al interior de la institución, resultados que se presentaron a las autoridades universitarias, y se les solicitó realizar un diagnóstico en forma sobre los  requerimientos de esta comunidad, relató para Vive Mérida Abner Torres, representante de Spectrum.

Sin embargo, a la vista de las Instituciones de Educación Superior el tema de la inclusión, en general, y en particular el de género son recientes, y es normal que se presenten resistencias a los cambios, pero estas se tienen que vencer con celeridad de conformidad con los cambios que en la sociedad suceden, de lo contrario la omisión de una realidad, puede alcanzar y rebasar a las resistencias por la falta de una pisada oportuna y pertinente al acelerador.

El 14 de febrero en la Preparatoria 1

El tiempo fue pasando, y es menester de los colectivos recordar a los actores que intervienen en sus causas las tareas pendientes, e insistir para que las peticiones se lleven a cabo ante respuestas como “aún no es el momento para el diagnóstico”, pero los momentos a veces llegan sin ser invitados como los hechos ocurridos en la kermes de la Preparatoria 1 de la UADY, el pasado 14 de febrero, donde una pareja de bachilleres del mismo sexo querían contraer matrimonio, y obtuvieron como respuesta: la discriminación y homofobia por parte de las autoridades del plantel. Del tema los medios locales y nacionales en su oportunidad dieron cuenta.

Ante dicho panorama, la petición de Spectrum sobre levantar una encuesta en línea en las escuelas y facultades de la UADY sobre la existencia y tratamiento de la comunidad LGBTIQA+ ya no pudo esperar, es decir, llegó el momento no invitado que demostró la resistencia al cambio de las autoridades, quienes finalmente acceden a la elaboración del diagnóstico que planteó el colectivo en meses pasados.

El cuestionario para el diagnóstico, se publicó en redes por Spectrum, y también se convoca a su respuesta mediante la página web institucional de la UADY.

Los resultados

Al diagnóstico respondieron mil 497 estudiantes, muchos más de los que Abner Torres esperaba, quien considera que si se hubiera dejado más tiempo la encuesta en el ciberespacio, se hubiera habido una participación de posiblemente tres mil estudiante, no obstante los resultados obtenidos dan banderazo de salida para trabajar rumbo a una plena integración de la comunidad LGBTIQA+ en la UADY.

De acuerdo con Abner, entre los resultados más relevantes que se encontraron para elaborar el diagnóstico están:

  1. El 50% de los encuestados se declararon tener una orientación bisexual, porcentaje similar al que arrojo la encuesta del INEGI sobre Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual, presentada el mes pasado.
  2. 1 de cada 4 alumnos que pertenecen a la comunidad LGBTIQA+ declararon haber sido víctimas de violencia por parte de docentes y administrativos.
  3. La inclusión de contenidos concernientes a la existencia de la diversidad de género, tanto en asignaturas curriculares como libres.
  4. El grado académico de docentes y administrativos,  no es relevante en el momento de discriminar a una persona de la comunidad LGBTIQA+

Quizás dentro de estos resultados, los desafío más interesantes y urgentes de resolver son el dos y tres.

Del 2 ya se ha perfilado acciones como el Protocolo UADY sin Acoso, en el cual se plantean mecanismos de protección para las víctimas, reparación del daño y el acceso satisfactorio a la justicia entre otros puntos relevantes.

En cambio, el 3 llevará más tiempo porque se trata de incidir en los contenidos curriculares, en los planes y programas de estudio, donde se comience a hablar de la diversidad de género donde ese impliquen el reconocimiento de hombres menstruantes y mujeres no gestantes, de distintos tipos de familia y de una diversidad de temas que deben ya irrumpir en los contenidos académicos para que todes estén y sean reconocidos como parte de la sociedad y comunidad donde cohabitan sin riesgo a ser vulnerados los Derechos Humanos de ninguno.

También, Abner Torres señaló que el diseño de la encuesta realizada permitió que ésta fuera contestada exclusivamente por la comunidad LGBTIQA+ de la UADY, lo que da validez y un amplio margen de confianza a sus resultados.

Abner Torres, representante de Spectrum

“Se tiene que escuchar a las juventudes, dejar de lado el adultocentrismo, es deber de las autoridades capacitarse en estos temas, y sí, se va avanzando, pero falta camino por recorrer.”

Abner Torres, representante de Spectrum

En días pasados la UADY anunció que su Facultad de Antropología instaló unos baños incluyentes, no obstante, y de acuerdo con Abner Torres, falta todavía una mayor perspectiva de Derechos Humanos en este tipo de medidas, y será necesario seguir trabajando en el protocolo para ello, apuntó.

Se puede decir, de este caso que fue el diálogo intergeneracional respetuoso y asertivo lo que parece ser una de las claves para enfrentar las nuevas realidades del género y sus disidencias tanto en las familias como en las escuelas. Lo que está sucediendo en la UADY ya pasa en otras instituciones de educación superior como en la UNAM, no obstante, todavía el camino es largo de andar, pero ya se salió a caminar.

Finalmente cabe mencionar que de acuerdo con las cifras del INEGI, hoy día las nuevas generaciones aceptan, asumen y manifiestan con mayor facilidad su identidad de género.

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