10 años pasaron para que un nuevo conteo ciclista diera a conocer un panorama sobre quiénes son las personas que están eligiendo la bicicleta como medio de transporte en Mérida; de nueva cuenta, realizan esta acción desde la ciudadanía.
En el 2014, el colectivo CicloTurixes realizó este ejercicio y, en esta ocasión, fue Reflexión y Acción Feminista (RAF), en conjunto con Estrategia Misión Cero (y apoyo de otras organizaciones) quien lo impulsó, resultando que mil 734 personas utilizaron la bicicleta el 30 de agosto entre 6:00 de la mañana y 6:00 de la tarde.
Paola Becerra, representante de RAF, dio a conocer que esta acción fue impulsada como parte de su búsqueda por que los entornos sean más amables y accesibles para este tipo de movilidad, con una mirada hacia las mujeres, personas no binarias, comunidad LGBT+, personas con discapacidad, tercera edad, entre otras personas vulneradas, abriendo la conversación (y acciones) para que sus desplazamientos no tengan que ser una lucha.
“No puede haber proyectos que se construyan de forma exitosa sin que haya diagnóstico, intervenciones con la gente que habita los espacios y territorios y la información socializada en tiempo, forma y de forma gratuita”, opinó.
PB
Con esto como guía, dieron a conocer los resultados del conteo, señalando que hicieron el conteo en cinco cruceros de la ciudad —Calle 69 por Avenida Pedagógica, Avenida Correa Rachó y Cámara de Comercio, Avenida Canek y Mérida 2000, calle 50 por 133 y Paseo de Montejo—, resultando que la calle con mejor infraestructura ciclista es también la más utilizada: Paseo de Montejo, donde contabilizaron a 535 ciclistas.
En cuanto al género, tan solo 11.6 por ciento fueron identificadas como mujeres —mil 533 fueron identificados como hombres y 201 como mujeres—; Paola Becerra destacó que esto no es debido a que las mujeres no quieran utilizar la bicicleta, sino a las violencias que se incrementan por razón de género.
Esto último, no como una suposición, sino tomando como referencia la encuesta que realizaron sobre las percepciones de ciclistas (respondida por 315 personas), donde las mujeres expresaron tener algo de miedo debido a violencias asociadas al género (como el acoso callejero), mientras que el 100 por ciento de los hombres aseguró sentir plena seguridad.
Datos como estos, son necesarios para poder tomar acciones al respecto en las políticas públicas, la representante de RAF dio un claro mensaje: el diagnóstico ya está hecho, ahora les toca a las autoridades decidir si utilizarlo para crearlas y cómo hacerlo.
“Los resultados obtenidos en el actual ejercicio ponen de manifiesto la alta brecha de género y de edad en las personas usuarias de la bicicleta como medio de transporte, lo que indica que es necesario seguir impulsando de manera continua políticas para la gestión de la velocidad, el mantenimiento y aumento de la infraestructura ciclista, el aumento de la oferta de espacio público para el ocio, el juego y la recreación, entre otras acciones que fomenten la habitabilidad de los entornos y prioricen la seguridad sobre la velocidad”, advierte el propio documento del conteo ciclista.
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