¿Cómo los estafadores en línea utilizan el marketing?

PorRedacción

30 de julio de 2024

Sea individual u organizado el crimen siempre se allega de las más novedosas técnicas de cualquier campo de conocimiento que así le sirva para robar lo ajeno, y el marketing no tenía porque no ser la excepción. Aquí te dejamos algunas pistas de cómo los estafadores en línea utilizan esta herramienta para hacer sus fechorías, y estés atento para no ser estafado

¿Quién es el estafador en línea?

El perfil del estafador online es el de un sujeto que sabe algo de informática, pero no es un experto ingeniero de software. Sabe algo de psicología y, sobre todo, usa las claves del marketing digital.

Tienen claras cuatro cosas.

La primera, que navegar es una tarea que realizamos de forma automatizada e impulsiva sin detenernos a reflexionar acerca de dónde hacemos clic –o el tiempo que le dedicamos–, sobre todo si navegamos desde el celular.

La segunda, que ciertos contenidos nos desatan. Si has hecho alguna búsqueda y de pronto te salta un anuncio con una oferta a mitad de precio (¡oportunidad!). Entonces es probable que la quieras y… ¡lo quieras ya! Bajo la influencia de estos deseos viscerales no pensamos en las consecuencias de nuestras decisiones, entre las que por supuesto está que seamos estafados.

Bruce Easley, exestafador reconvertido en autor de libros de gestión de negocio, reconoce ese breve estado de descontrol y la oportunidad que brinda al estafador y dice que los estafadores deben de trabajar lo más rápido posible. “Nunca hay que dar tiempo a que se enfríe a un mochuelo (ave rapaz) caliente. Es necesario. cerrarlo mientras aún está babeando.

Bruce Easly

Exestafador reconvertido en autor de libros de gestión de negocio, reconoce ese breve estado de descontrol y la oportunidad que brinda al estafador y dice que los estafadores deben de trabajar lo más rápido posible. “Nunca hay que dar tiempo a que se enfríe a un mochuelo (ave rapaz) caliente. Es necesario. cerrarlo mientras aún está babeando.

La tercera cosa que tienen clara los estafadores es que hemos sido educados en el respeto y la confianza. Cuando un banco, una institución oficial como la Agencia Tributaria, Correos o una empresa como Netflix nos formula una solicitud aparentemente legítima, nuestra respuesta natural es obedecer. Si además sentimos que el incumplimiento de la solicitud tiene consecuencias negativas, es más probable que nos precipitemos.

Ejemplo de estafa bancaria

Mensajes SMS

Si un pariente o amigo cercano es quien nos pide dinero a través de un SMS desde un móvil desconocido, porque se ha quedado sin batería, nuestra respuesta natural e inmediata es socorrerla y enviárselo. Los estafadores lo saben.

La cuarta “verdad universal” que manejan los estafadores online es que si hay poco, se desea más. La escasez es una poderosa herramienta persuasiva de la que se abusa constantemente en las páginas de e-commerce y que no ignora un estafador. Si hay poco, usted va a tardar menos en decidirse. Piense en lo que siente al reservar un vuelo, cuando aparece el mensaje “quedan tres asientos a este precio”. Una calculada dosis de escasez bien gestionada convirtió en un rotundo éxito los lanzamientos de Apple.

Cuando el marketing se convierte en una trampa

Un anuncio fraudulento que imita la página oficial del producto.

Una estafa exitosa se parece a una oferta legítima, a veces es indistinguible a primera vista. Si se trata de toda una web, como por ejemplo las páginas fraudulentas lefties-online.com o parfoisonline.shop, el cliente se encuentra con los mismos productos, a precios muy rebajados, con una promesa de envío inmediata y una pasarela de pago idéntica. Tras la compra salta la alarma cuando el cargo en la tarjeta no lo firma Lefties o Parfois sino Phoeebeo o Joyyceno o cualquier otro nombre dejando claro que el producto nunca llegará.

Otras veces el reclamo es un anuncio que aparece, como tantos otros, después de haber hecho búsquedas de un producto, porque los estafadores también programan sus reclamos. Estos anuncios presentan un producto interesante, por ejemplo un móvil, a un precio muy atractivo, un descuento del 70 %, con una distribución muy rápida, y un mensaje eficaz que captura su atención:

“¡Enhorabuena! Ha ganado una tarjeta de Amazon por valor de 500 pesos. Solo tiene que hacer clic en el botón de continuar. ¡Tiene 4 minutos para reclamar este premio!”

Push o pull

Para atraer a sus víctimas, el estafador diseña una estrategia de push o pull  (Push funciona bajo estadísticas y predicciones de la demanda de un bien o un servicio, el sistema Pull funciona basado en la demanda real de los consumidores sobre un producto) como en cualquier acción de marketing.

Hacer push es acercarse a las potenciales víctimas a través de correos electrónicos, mensajes de WhatsApp o SMS, un método masivo, barato y rápido, o de forma más minuciosa a través de perfiles falsos en redes sociales como el wokefishing. Pero otras veces el estafador opta por hace pull y simplemente deja un señuelo en la red, esperando a que sea el usuario el que se autoseleccione como víctima, haciendo clic en un anuncio falso, o entrando en una web clonada donde aparecen ofertas aterradoramente atractivas.

Wokefishing

El término wokefishing nació de la periodista Serena Smith en la revista Vice. Inspirado en el catfishing (ligar por internet haciéndote pasar por otra persona), surge del término “woke” que implica ser consciente de temas sociales y políticos y que identifica a aquellas personas preocupadas por las minorías, el feminismo o las causas sociales.

Los datos sí mienten

Las estadísticas sobre estafas online son imprecisas y no reflejan la realidad porque muchas víctimas, ante la vergüenza o la culpa, no denuncian.

Los estafadores usan listas de “estafados”, es decir, personas que ya han sido estafadas y que tal vez lo han sido por su especial vulnerabilidad.

Internet está plagada de estafas, y hay una estafa pensada para cada uno de nosotros. Que la suya no le encuentre, pero si le encuentra… ¡no haga clic!.

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