¿Sabías que 8 de cada 10 cervezas que se consumen en EE.UU se producen aquí en México? esto de acuerdo con un dato que soltó del primer semestre el Departamento de Comercio Estadunidense.
Pero, también sabías qué según el Consejo Ciudadano del Agua de Yucatán: Yucatán en los últimos 17 años ha disminuido la reserva hídrica en 60% debido a su sobreexplotación de las industrias que se han fincado en la región entre granjas porcícolas y cerveceras y otras industrias.
Y por último, de acuerdo a los últimos datos disponibles del INEGI (2019) ¿Sabías qué los yucatecos destinamos el 6.26% de nuestro presupuesto familiar para la compra de cerveza? Pero además que consumimos en promedio 80 litros por persona al año.
Del total de la cerveza que se produce en México, Yucatán contribuye con el 3.2 de la producción, situación que pronto puede cambiar ya que en 2023, Heineken anunció una inversión de 430 millones de euros ( cerca de 9 mil millones de pesos) para construir una planta en Kanasín, que a su vez promete la generación de 2 mil empleos.
Sin embargo, no perdamos de foco que para producir un litro de cerveza, según las empresas cerveceras de México, se requieren 2.6 litros de agua. Agua que va salir de dónde de nuestros de por si ya dañados cenotes por el paso del tren maya, o por la incesante contaminación de los mantos freáticos, por la producción porcina, a la que debemos sumar la sequía.
Aún cuando los yucatecos cambiemos nuestros hábitos de consumo, es decir dejemos de consumir frijol con puerco o beber cerveza este panorama no va cambiar, ya que el capitalismo y la sustentabilidad son como agua y aceite en un mismo frasco, y más si el consumo de los estadounidenses está complicado con el asunto, pues ya se ha visto lo que ha pasado con el campo en Michoacán, donde el oro verde (aguacate) que se botanea el Super Bowl
Hoy día se habla de México y la gran oportunidad que tenemos con el Nearshoring, el cual se entiende como la relocalización de empresas que buscan nuevos horizontes de inversión para acercarse a su mercado destino, y sí nuestro país es atractivo como pocos para esta práctica de producción y comercialización, a partir de ventajas fiscales y mano de obra e intelectual calificada a bajo costo, lo que seguro vio Heineken.
Ante este panorama, vamos perdiendo cada vez más la batalla por conservar el agua que calma nuestra sed, y riega los suelos que nos dan alimento, a partir de nuestra enajenación por el dinero y el progreso, antes que asegurar nuestra propia supervivencia.
Lorena González Boscó, comunicóloga, internacionalista, profesora universitaria, constructora de ciudadanía, periodista, amante de los perros y amiga de los gatos. «Siempre he creído que más vale gente comprometida que capaz, porque la comprometida se hace capaz, pero la capaz no necesariamente comprometida.»
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