Querida Tierra:
Lo siento.
Eres mi mamita y me apena muchísimo todo lo que hemos hecho, más bien deshecho, a nuestro paso.
Sé que cada día las aves tienen menos espacio para esconderse, quiero que también les pidas perdón de mi parte. De mi parte en nombre de nuestra humanidad. Porque, la verdad no sé de dónde la gente sacó que el mundo es su casa únicamente, ¿cómo olvidaron que lo es también de pingüinos, zarigüeyas, delfines, changuitos, pájaros, árboles, sandías y tomates?
Te confieso que me preocupa mucho que para construir nuestras casas, destruyamos otras casas sin que nos importe. Porque, bueno, a mí me importa… Pero eso no cambia nada.
Sé que decírtelo tampoco.
Pero creo que mereces saber que habemos personas que sí nos interesamos y queremos cambiar esto. Perdón porque vamos muy lento convenciendo al resto.
Por lo pronto, además de pedirte perdón, con esta carta quiero contarte que yo hago mi composta y, no estoy muy segura de en qué momento, pero mi familia. Especialmente mi papá, se contagió. Ahora él separa sus residuos para llevarlos a reciclar. Los lleva cada domingo sin falta.
Sé que esto no cambia todo el daño que hacemos, pero también que tenemos que hacer algo y ese es tan solo un inicio.
¿Sabes qué me gusta pensar? Que si mi papá se contagió de mí, él logrará contagiar a alguien más y haremos una cadenita cada vez más grande. Pero también sé que hay otras personas que inician, tal vez inician solitas… Como loquitas, como yo me sentía de chiquita, pero eventualmente alguien más toma sus acciones y las lleva a su vida.
Tierra, mamita, tú nos das todo. Agua, calorcito, luz. Y te debemos cuidado. Si no entendemos, la verdad yo creo que está bien que nos saques. No se vale llegar a una casa que no es tuya a destrozarla. Y eso es lo que hemos hecho contigo, así que si quieres que nos vayamos, no lo pienses mucho y hazlo.
Hay una cosa más que quiero decirte antes de despedirme: GRACIAS.
Gracias por el mar, por los colores del atardecer, por los manglares. Diseñaste todo perfectamente en la naturaleza para que se cuide sola y nos cuide a quienes la habitamos. A las plantas, a los animales y a las personas.
Los animales y las plantas forman parte del sistema. Eso es hasta más inteligente que lo que hacemos las personas, que se supone que somos las inteligentes. Pero, bueno, por todo eso (y mucho más) quiero darte las gracias.
Te amo, Tierra.
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